Entre los miembros restantes de la familia Guzmán, el nuevo líder era precisamente el hermano menor de Tadeo, César Guzmán. César, uno de los dos grandes maestros de la familia Guzmán, tenía una fuerza solo superada por la de su hermano fallecido.

Con la muerte de Tadeo, la familia quedó sin un líder, y era natural que César asumiera de inmediato el mando. Con los dientes apretados, dijo:

—Ese muchacho solo se salvó porque tiene el gran apoyo de la familia Pérez y las tres grandes familias de artes marciales antiguas. ¡No podemos tragarnos esta humillación!

Los Guzmán, llenos por completo de furia, exclamaron:

—No podemos enfrentarnos a la familia Pérez y a las tres grandes familias de artes marciales antiguas, pero al menos debemos asesinar a Lorenzo y a los de la familia Silva.

—¡César, si nos ayudas a asesinar a esas personas y a vengar al dueño de la familia, te apoyaremos como el nuevo dueño! —le dijeron, apoyándolo fielmente uno tras otro.

Con los ojos llenos de odio, César res