Pasé por Johan a la escuela y al regresar a la casa lo lleve a darse una ducha y cambiarse de ropa, también yo lo hice, al bajar Madeleine y Dewey estaban en la mesa, desde lo que pasó en la sala de música, Dewey no me había dirigido la palabra, me sentía horrible por la forma en que le había hablado, pero no había tenido la oportunidad de hablar con él, parece que está huyendo de mí o alguien nos interrumpe, yo solo quería que las cosas volvieran a hacer como antes, aunque muy dentro de mí sabía que eso tal vez no pasaría. –¿Cuándo te irás? Levanté la mirada cuando escuché la pregunta de Madeleine. –Aún no me han dicho –respondió Dewey –. Esperan que todo esté listo para fin de mes. –¿Vas a volver? –dudó Johan. –Te voy a venir a ver cada vez que pueda –le sonrió a Johan. –¿A dónde vas a ir? –Bueno, es que abrirán otros restaurantes del lado Este del país, la central estará en Idaho y me propusieron estar a cargo.–Oh, vaya –titubeé con sorpresa –. Felicidades. –Gracias. Al t
Me dediqué a la empresa de maquillaje, era un alivió tener mucho tiempo libre, regresaba a casa cuando el sol aún estaba en el cielo, compartía con Johan, cenaba con los demás y tocaba el violoncello por las noches, casi olvidaba lo que era esa sensación en mi cuerpo al tocar cada nota.Madeleine tuvo un par de presentaciones y conocimos a Sharmin, una chica muy agradable, la invitamos a la casa y comenzó a incorporarse en las cenas familiares, Dewey tomó el trabajo en Idaho, habla seguido por videollamada y se conecta en los videojuegos por las tardes con Johan, al principio venía cada fin de semana o feriado que tuviera, ahora han disminuido las visitas, no lo culpo sale demasiado costoso y se siente bien en esa ciudad; Sean se dedicó a la empresa Ford mejorando algunas cosas al darle más atención, no tuvimos comunicación un tiempo, ahora hablamos más seguido por algunos asuntos relacionados con Johan, su obsesión ha disminuido considerablemente, ya no me hace preguntas sobre mi vid
Los días pasaron y no supe nada de Aleks, ni siquiera un mensaje o una visita, él sabía todo de mí y creo que hasta mis horarios, llegue a la conclusión que me había superado y yo tenía que hacer lo mismo. Hoy se realizará una cena de recaudación, he recibido una invitación y decidí asistir, mi círculo social a mejorado muy bien, no todos los adinerados se dejan llevar por las apariencias y aunque es un poco costoso encontrarlos, no es imposible; estamos en el siglo veintiuno y el campo empresarial sigue siendo difícil para una mujer. Me decidí por un vestido rojo de tirantes hasta la rodilla, un collar de perlas y el cabello suelto, llegué en limusina, Sean también vendría y propuso venir juntos, le agradecí su propuesta después de rechazarla, había comenzado a disfrutar esta parte de mi vida y por primera vez me sentía independiente. El lugar estaba muy elegante, como solían ser estas cenas, un platillo costoso que se comería en un solo bocado, nadie venía por la cena, ni siquier
Me sorprendí al sentir sus labios sobre los míos, cerré los ojos y respondí a su beso, fue como antes, firme y tierno, me sentí en las nubes otra vez, su mano me sostuvo por la cintura justo a tiempo cuando sentí mis piernas debilitarse, su lengua invadió mi boca mientras me apretó contra su cuerpo, en ese momento reaccioné y contra mi voluntad intenté separarme, pero él no me lo permitió.–Aleks, ¿Qué haces?–Te extrañé –murmuró mientras sus labios besaban mi mandíbula.Subí mis manos por su cuello para acercarme buscando sus labios.–También te extrañé.–Ven conmigo –pidió –. Quiero que vengas conmigo.Mire sus ojos castaños, estaba tan ansioso como yo hasta parecía una súplica, pero no podía ignorar el hecho de que había venido con alguien.–¿Y qué pasa con Kalia?Él entendió lo que quise preguntar.–No es importante –contestó –. Está aquí por trabajo, no salimos.–¿En serio? –sonreí. –En serio, ¿vendrás conmigo?–Si –respondí sin pensarlo mucho –.Solo déjame pasar al baño para ar
Después de dejar a Johan en la escuela pasé a la oficina, hemos tenido mucho trabajo porque después de la fiesta de aniversario otros clientes llegaron al conocer que yo era la dueña y directora de la empresa, también hemos recibido algunos pedidos del extranjero y algunas llamadas para asociarnos con otras empresas, aún no he hablado con Jorge sobre esto, pero sería más trabajo y más viajes a otros lugares. –Señorita O’Neill, una mujer la busca –me habló Marian en el teléfono. –¿Quién es? –Dice que su nombre es Kalia Smirnova, es un asunto privado. La voz de Marian se escuchaba insegura y con razón, esa mujer se veía muy misteriosa e intimidante.–Que entre. No tenía idea de que hace aquí, pero la pobre Marian no tendría la fuerza para decirle que no. Marian abrió la puerta y Kalia entro con sus pantalones de tela negro y una blusa de seda blanca, parece que no sabe utilizar otro color. –Buenos días señorita Smirnova, ¿qué puedo hacer por usted? Ella miró a Marian que salió hu
Hemos estado saliendo en las citas de nuevo, me siento un poco extraña, pero me gusta salir con él, todavía tengo los restaurantes que Jorge me recomendó al principio, son privados y hermosos, le mencioné a Johan algo sobre Aleks y fue muy impresionante saber que todavía se acordaba de él y su respuesta fue que cuando iríamos a ver a Ina y el abuelo Faddei. Fue un alivio que no lo hubiera olvidado.–Jorge, ¿Qué opinas de expandirnos? –dudé. –Qué te lo he dicho desde hace tiempo. –Si, pero antes tenía más responsabilidades, ahora es diferente. –¡De verdad! –¡Si, Jorge! –exclamé igual de emocionada. –¡Qué maravilloso! –chilló –. Son increíbles noticias, voy a contactar a las personas de Berlín, Singapur y Moscú. –Jorge –lo detuve antes de que saliera emocionado. –Si. –¿Puedes iniciar con Moscú? Por más que intento disimularlo, no pudo hacerlo. –Como usted ordene, directora. Alemania era un cliente seguro y tal vez era un poco arriesgado aceptar a Rusia como nuestro primer cli
El viernes terminé todo en la oficina, hemos hablado con los clientes de Rusia y todo parece ir muy bien, es posible que pueda encontrarme con ellos en Moscú en unas semanas para llegar a los acuerdos finales y firmas de los convenios, estaba saliendo al estacionamiento cuando en la entrada me sorprendió ver a Aleks esperando. –¿Qué haces aquí? –sonreí al acercarme.–Que extraña manera de saludar –se burló al darme un beso corto. –Es que me sorprendiste, no te esperaba. –En eso consisten las sorpresas –comentó. –Me gusta esta sorpresa.–Y no ha terminado –mencionó sacando tres boletos, los observé porque no entendí a lo que se refería, así que continúo –. El ferry sale a las cinco y todavía tenemos que pasar por Johan así que será mejor que nos apresuremos.–¿A dónde nos llevarás? –Querías ir a Vancouver, irémos –aseguró. –Pero creí que tenías a trabajar, que estabas ocupado estos días –recordé. –Ahora ya no lo estoy, ¿qué dices? Seguramente ahora tenía la expresión más feliz
El viaje a Vancouver fue maravilloso, regresamos en el ferry a la ciudad, al llegar a casa comencé a preparar todo para nuestro viaje a Rusia, Aleks mencionó que saldríamos el fin de semana en el avión, así que preparé todo en la semana, avise en la escuela de Johan y prepararon el material para llevarlo, también se lo dije a Sean y pidió llevarse a Johan toda la semana, mi pequeño acepto porque no quería que su papá se sintiera triste hasta que llegó el viernes, el vuelo está vez saldría por la noche, Sean nos llevó en su auto, Elda, Madeleine y Sharmin nos acompañaron, Johan iba emocionado mencionando que podría ver a su amigo Nikolay que hasta se despidió muy feliz, a Sean no le faltó el ‘ten cuidado’ antes de irnos. –Te ves nerviosa. –Lo estoy –me sinceré al tomar lugar en mi asiento. –Yo estoy feliz –sonrió Johan –. ¿Niko, todavía se acordará de mí? –Pregunta por tí casi todos los días –respondió Aleks. –Le mostraré mis nuevos videojuegos –sonrió al ver a la ventana moviendo