Johana salió del restaurante a paso rápido, subió por el ascensor iba a su habitación, recogería su maleta, a su hija y se largaría, ella presentía que era un error venir a París en ese momento
«Es claro que se hospedaría en el hotel Larsson»
Se dijo Johana a sí misma, siempre en el fondo supo que vería a Robert en este viaje y sentía mucha rabia de que él la afectara de la misma manera que hace cinco años, aunque antes hubiera visto Natalie pegada a él su corazón era tan necio que insistía en amarle, al abrir las puertas del ascensor en el piso vip los niños tenían el caos propio de la infancia, a la banda de los primos Martino se un&ia
—Robert, creo que Mariana es tu hija.Dijo María sin preámbulos apenas estuvieron dentro de la suite de María y cerraron la puerta, Robert sintió tambalearse y una sensación agradable invadió su pecho, pero pronto negó con la cabeza.—Eso es imposible mamá —dijo negando y con tanto dolor que se dejaba notar en sus palabras.—Hijo, pero ya pasaron muchos años desde tu operación, aunque remota, existe la posibilidad de que pudieras haber dejado embarazada a Johana antes de que se fuera de Milán, los tiempos cuadran.—No mamá, qué
Robert esperó la llegada de los Montenegro, se reunió con ellos en la habitación que ahora es de Natalie, con ella aun llorando, Néstor con su esposa y sus sobrinos tuvieron diversas reacciones al ver a Natalie llorando, su madre fue con ella de inmediato, Susana se quedó en la puerta, Jorge apretaba la mandíbula.—Los veo aquí porque no quiero que quede la menor duda ni se preste a confusión —dijo Robert a todos—, Néstor necesito que agilices tus cosas, porque no me casaré con Natalie.—Poco hombre y sinvergüenza —respondió Néstor—, con todo lo que te has aprovechado de mi hija hoy la botas como un pañuelo usado. —¿Qué haces aquí? —preguntó Johana con voz entrecortada tratando de que no se le notara lo loca que la pone Robert.Robert metió su nariz dentro de su cabello a la altura del cuello y aspiró.—Buscarte, en mi eterno afán por encontrarte.Johana cerró los ojos, no pudo retirarse, de hecho es posible que se pegara más a él, ella no lo supo, solo que sus brazos la apretaron más y podía sentir cada parte de él pegada a su espalda.—No puedes estar aquí —susurró Johana—, tú estás comprometido y no est&aacutCapítulo 35 Deshinibida.
Mientras que Robert se coló en la fiesta, Susana fingía estar desmayada, cuando ella pensó que ya era suficiente como para que alguien dentro de la fiesta lo echara y que ya no ocurriría, se levantó y se disponía a irse a su habitación, agradeciendo a los caballeros de seguridad y garantizandoles que estaba bien, ellos con suspicacia vieron dentro de la recepción y todo estaba normal, ambos se miraron y prefirieron dejar todo así y que la hermosa chica un tanto pasada de copas se fuera antes de hacer otro escándalo.Susana con muchas ganas de reír dio la vuelta y vio de frente a Alejandro De las Casas, ella lo conocía, pero no eran amigos, a ella no le agradaba la manera de hacer negocios de Alejandro y no dudaba en hacercelo saber. Robert habló con muchos empresarios y plasmó a sus empresas Grupo Mendoza para sus propios negocios, nunca nombró a Grupo Montenegro y hábilmente sorteó las preguntas de otras personas alegando que Néstor Montenegro aún estaba fuerte como un toro y no se retiraría aún, poco a poco fue tratando los planes que quería aprovechar con el fin de conseguir beneficios y esperaba el momento apropiado para busca a Alejandro, lo vió terminando de hablar con un grupo de empresarios y Robert se acercó y le habló después de años de no dirigirse la palabra, desde que nació Mariana y no llegaron a los golpes porque para ambos la principal preocupación ese día eran Johana y Mariana.—Alejandro… Venezuela, Hacienda La Madonna.Días después todos los Martino compartían en la Madonna de unos días libres para Dante, pronto construiría ahora en Milán y cercano al hotel Larsson Milán, un centro comercial encargado por Sebasthian Larsson, era familia, pero no por eso exigía menos, así que Dante quería dejar a La Madonna en manos capaces para él poder ausentarse tanto tiempo, no le gustó como lo hacía el anterior administrador y lo despidió, pero no entendía cómo era posible no haber conseguido a nadie para el puesto de administrador durante este tiempo y ya debía marcharse, no tenía otro remedio, solo había alguien que podía ayudarlo y le daba pesar pedirselo, pero no tenía opción, su hermana menor, Johana.Capítulo 37 Manejo de la ira.
Capítulo 38 Ahora será más fácil.
Traer flores al campo…, no las quiero, mandalas a tu prometida, hacen juego con el anillo que le diste, a mí solo dame el divorcio.Johana.Robert arrugó la nota que envió Johana, no era la respuesta que esperaba, Octavio esperaba mirando el suelo en el estudio de Robert.— ¿Por q
En la mañana siguiente en La Mágica Cascada recibían un camión lleno de estiércol de cabra, era excelente abono y Johana lo consiguió a buen precio, Johana ordenó abrir las puertas de La Mágica Cascada al camión, nadie rechistó, y mandó una tarjeta a Robert con un empleado. Esto es lo que representas para mi. Tu hasta hoy esposa y que quiere el divorcio