—Y según tú, ¿qué es lo que he hecho de mal como para que tengas una lista? — quise reír por la velocidad en la que levantó la cabeza para mirarme. Fue estúpida mi pregunta, pero este juego lo ganaré yo.
—¿Y tienes el descaro de preguntarme semejante estupidez? — deslizó sus manos por mis piernas hacia arriba y mi cuerpo empezó a temblar —. Te daría una buena nalgada, pero te la pasaré esta vez por la herida.—No crees que es momento de hablar — dejó las manos quietas en mis muslos y negó —. Quiero que todo quede claro entre tu y yo.—¿Acaso no estamos claros? — cruzamos mirada por segundos y sonrió —. Haber, ¿de qué quieres hablarme? Te doy la palabra.El nudo se formó en mi garganta de inmediato. Me ha puesto en una situaci&oacDereckSegún Karina trajo los medicamentos consigo, Jane se los tomó de mala gana. Sus celos le brotan por cada poro de su piel al verla, no creí que fuera tan celosa mi mapachita. La verdad no sé qué hacer con esa mujercita que me tiene atado a su merced. Tan bien que la estábamos pasando en la ducha, estaba calentándome con esa dulzura, sensualidad que solo ella posee. Estaba a punto de perder los estribos y el tenerla desnuda no estaba ayudándome de nada.—Gracias por todo, Karina.—No hay de qué. Hasta mañana — sonrió y salió de la habitación.—¿Cómo te sientes? — pregunté quitando la sabana de su cuerpo —. Te quitaré esa prenda y te cubriré con algo más grueso, puedes agarrar un resfriado si te quedas mojada…—Me siento mejor, gracias
El reposo de la herida de bala fue mucho más doloroso de lo que me imaginé. No sabía que dolería tanto a la hora de toser, reír e incluso al caminar; además de todos los cuidados que se deben tener para que no se infectara la herida. Conforme pasaron las semanas, el dolor iba desapareciendo de mi cuerpo. Ahora solo me quedan las pesadillas de aquel día, y la pequeña cicatriz en mi vientre. Dereck ha sido de gran ayuda para ir sacando esa escena de mi cabeza, y por más que trate de dejar en el olvido, se me hace imposible con solo las horrendas pesadillas que me dominan en las noches.La relación con Dereck va muy bien, sin embargo, aún no hemos hablado de lo que somos en el ahora. A veces me da uno que otro beso, y otras simplemente son besos fugaces en la cabeza. Quiero creer que su comportamiento extraño, se debe a que la colección está apunto de lanzarse y no porque esa
Miles de pensamientos se cruzaron por mi cabeza en una milésima de segundo. ¿Qué es lo que me va a proponer ahora? ¿Por qué está jugando conmigo de esta manera? ¿Acaso no puede decírmelo ahora mismo? ¿Por qué tengo que usar un vestido? No puedo evitar sentirme nerviosa ante lo que me irá a decir en treinta minutos.—Demonios — caminé ligero de vuelta a la casa y en el pasillo me estrellé con Karina.—Jane...—Luego me dices, Karina — seguí de largo sin ponerle atención.No quiero ser impuntual con Dereck. Siento que la intriga me está carcomiendo el alma muy lentamente con cada segundo que corre. Todo se me olvidó por completo, tanto así, que hasta olvidé decirle a la Sra. Esther sobre la cena. Pero mi mente está en modo nervioso, no ve, no oye y no entiende. Derec
Dereck—¿Estas de acuerdo o no? No has hablado en ningún momento y ya estoy pensando que no quieres hacer nada conmigo — negó repetidas veces con la cabeza —. Entonces, ¿Qué tanto piensas que no te permite hablar?.—No, por supuesto que sí — enarqué en ceja —. Digo… — respiró profundamente —. Por supuesto que me parece una buena idea de juntar ambas colecciones y hacer un solo desfile. Si Antony y Paul están de acuerdo, yo igual — se ve cabizbaja —. Es solo que pensé que me dirías otra cosa.—¿Cómo qué? — entramos al elevador y rió nerviosa.—No me hagas caso — se calló por pocos segundos y volteó a verme con las manos en forma de jarra a su cintura. ¿Aun estará enojada por la bromita? —. ¿Sabes qu&
Me incorporé y me puse en pie en la cama. Sonreí empujándolo hacia atrás, cayendo espaldas al revés de la cama, se me quedó viendo. Esta vez quiero ser yo quien le haga todo. Muero por pasar mi lengua por tan buen cuerpazo.—¿A que se debe esto, princesa? — mordió su labio y me quedé en pie, deslizando lentamente el vestido hacia abajo. Su mirada no se despega de mis movimientos.—¿No te gusta? — levanté una pierna y luego la otra, sacando el vestido por completo —. Me has dicho que soy tu reina, ¿sabes que te podría llegar a ejecutar si no me obedeces? — sonrió.—Si ese es el caso, entonces ya no te haré enojar, mi reina — me senté sobre su regazo abriendo las piernas y dejándolas a cada lado de su cintura —. Ese color combina con tu piel a la perfección. Estas preci
La noche se me hizo tan corta estando en sus brazos, que al caer el amanecer y ver los rayos del sol en su cuerpo, no pude evitar suspirar ante su atractivo. Es muy guapo. Está tan tranquilo durmiendo, que hasta temo despertarlo con mi fija mirada en su rostro. El cansancio se le alcanza a percibir un poco bajo sus ojos. Las ojeras, aunque se notan poco, están presentes. Este último mes ha tenido que soportar bastante con mis cuidados, la colección y tener que alimentar a Dante en la madrugada. Lo que más me gusta y me enamora es la disposición que siempre gasta para con nosotros, en lugar de enojarse, se ve realmente feliz haciéndolo. Dereck me sorprende cada día más, no imaginé que un hombre llegara a ser como él; atento, amoroso, amable y entre infinitas de cualidades que salen a relucir y dejan en nada esos defectos mínimos que posee.Me apreté más contra su cuerpo y de
El resto de día estuve muy pensativo por lo que me había dicho mi madre. No encontré como decirle a Jane sobre Fiorella y el bebé, pues tengo algo de miedo al ver su reacción; sus pesadillas con esa mujer son cada día más fuertes y constantes. Estando recostado en la cama con los ojos cerrados, sentí su cuerpo hundir el colchón a mi lado. Dante está completamente dormido en su cuna.—¿Estas bien, mi amor? — me giré hacia ella abriendo los ojos —. Has estado algo perdido hoy, incluso en la cena no lanzaste tus palabras. ¿Ocurre algo?.—Estoy un poco cansado, princesa — desvió la mirada dándose la vuelta, y la tomé en mis brazos abrazándola fuertemente —. Y en respuesta a tu pregunta, sí, ocurrió algo, pero no sé cómo lo tomes.—Si lo dices de esa manera tan se
JanePensar en todo lo que está sucediendo me atormenta demasiado. Creí que nunca más escucharía hablar sobre esa mujer. La verdad desde que Dereck me confesó lo del posible bebé, no he tenido paz. No me he querido despegar en todo el día de Dante, e incluso cuando la Sra. Esther intentó llevarlo al centro comercial también me negué. Siento una paranoia muy grande al sentirme lejos de mi hijo.Dereck luce muy pensativo y cansado. En la noche no dormimos absolutamente nada debido a mis pesadillas; y me siento muy culpable por ello. Estoy arrastrándolo conmigo a mis miedos. Mi cabeza aun no ha procesado la posible paternidad de un niño inocente. Me siento entre la espada y la pared; sin poder respirar ante la afilada daga que está travesada en mi garganta y pecho. Cada vez más nos alejamos de la casa y creo que Dereck tiene razón, salir a pasear nos har&ia