GERYLIS ALMODÓVARLucrecia había salido. Creí que finalmente de tanto mencionar al abogado para aquí y para allá acabaría saliendo con él o al menos a visitarlo con segundas intenciones. Había estado investigando sobre hackers y cuánto podían cobrarme, pero no sabía exactamente quien podía ser de confianza para pedirle un favor semejante y tan íntimo. Las probabilidades de que mi vídeo fuera reproducido por alguien y luego comercializado o acabar en manos enfermas me aterraba más de lo que podía mencionar. Ahora el dichoso policía de delitos cibernéticos estaba parado en mi puerta. -¿Se le perdió algo aquí oficial?- Le pregunté con ironía y fastidio. Lo último que quería ver era un uniformado que no me ayudaría al igual que los demás -¿Puedo pasar?- Me preguntó y no necesité pensarlo demasiado-¿Tiene una orden para eso?- Apoyé mi mano en el marco de la puerta y esperé que me mostrara una orden para entrar o que se fuera a ese lugar donde los inútiles estaban reunidos maltratando
GERYLIS ALMODÓVARLucrecia está insoportable, hay tantas veces en las que quiero amordazarla y hoy es uno de esos días. No ha dejado de hablarme de su abogado y cuando por fin parece cambiar el tema vuelve a hablarme de ese policía invasor del que no recuerdo ni el nombre. -¿Nunca estuviste con un policía?- Ahora me pregunta y no se en que momento puede creer que pude estar con uno, apenas si me he casado y eso ha sido todo. Cuando quise conocer a alguien por redes finalmente me sucedió esto y ya se me quitaron las ganas -No y te lo aseguro, los odio. No estaría con uno de ellos, mucho menos con ese estúpido que se fue- Voy a la cocina para prepararme un sándwich y me sigue con una sonrisa traviesa en su rostro -Amiga quiero que pienses en algo- Por un momento se pone seria y comienza a preparar tres sandwiches para ella, "wow el abogado la dejó con hambre después del ejercicio" pienso- Dicen que el tamaño del paquete es proporcional al de sus manos. Si un hombre es alto y sus mano
GERYLIS ALMODÓVAREstaba segura de que este policía me causaría indigestión. Era un sinvergüenza y un atrevido, no podía comprender como fue que entró a la academia policial, ¿Habrá sobornado a alguien? -Para estar tan segura de resolver tu caso sola, pareces bastante nerviosa ahora mismo. Tu respiración está agitada, desvías la mirada y tus manos sudan- Ahora se ponía a analizarme, agh que fastidioso -¿Puedes dejar de mirarme así? No soy un objeto que debas analizar, ¿No te das cuenta?- Crucé mis brazos y vi que nuevamente sus ojos fueron a mi pecho- Mis ojos no están aquí- Toqué mi pecho y volvió a mirarlo -No pude evitarlo, si cruzas tus brazos tus...- Lo detuve súper enojada -Ya se lo que pasa, no hace falta que me expliques. Así menos trabajaré contigo, ¿Te sentirías cómodo si yo estuviera mirando alguna parte de tu cuerpo todo el tiempo en vez de mirarte a los ojos?- Iba a cruzar mis brazos pero desistí-No me molesta que me miren, los ojos son para eso- Sonrió y yo sentí des
GUILLERMO PALMIERIEstoy por cumplir mis treinta y seis años. Tener una relación seria me ha costado bastante porque el amor acababa demasiado rápido. Hace años tuve mi última relación formal con la mujer que creí que era la indicada, estaba planeando proponerle matrimonio. Esperaba cobrar un dinero que me debían para comprar el anillo de compromiso pero desistí cuando vi una prueba de embarazo positiva en el baño del apartamento que compartíamos. Un bebé ocasionaría demasiados gastos, así que decidí posponer mis planes. Fui a comprar algunas cosas de bebé para darle la sorpresa y acabé quedando como un idiota. Aún recuerdo nuestra conversación. -¿Cuando pensabas decírmelo?- La miré seriamente simulando estar enojado -¿Qué es lo que sabes?- En su expresión se dibujó el miedo y no entendí por qué -Lo se todo, ví esto- Le mostré la prueba de embarazo y sonreí, para después darle los obsequios. Quise besarla, pero apartó su rostro -No debiste comprar nada de esto Guillermo- Jamás se
MONIQUE ROUXLlegamos al cuarto de hotel y aún me quedaban cosas por empacar. Tenía tantas cosas compradas con mi propio dinero que acabé pensando, ¿Por qué duré tantos años con Bernard? No fue capaz de darme nada. Él jamás me conoció, ¿Qué sabía de mi?Bernard no fue más que un egoísta, ¿Por qué tardé años en darme cuenta? Él nunca estuvo para mi, siempre puso de excusa su trabajo, pero ahora lo dudaba y con justas razones para eso. Hasta de vacaciones estaba el desgraciado con su esposa de piel blanca. Podía quedarse con ella y acabar de irse de viaje a la punta del cerro más alto. -¿En qué piensas? Desde que llegamos no has hablado conmigo de nada y pareces ida, ¿Dónde estás en este momento?- Apolo puso una bandeja para los dos y me di cuenta de que llevaba horas sin probar bocado -Estoy en algún lugar donde me maldigo por ser tan idiota, ¿Sabes? Pienso en todas las cosas que trajimos y no hay nada que él me haya comprado allí. Simplemente no hay nada, ¿Por qué estuve tanto tiempo
GERYLIS ALMODÓVARCon este policía las cosas parecían ponerse muy extrañas e incómodas por momentos. Que el me haya acariciado así y en apenas unas horas juntas ya haberme visto semidesnuda hace que sienta que no tengo privacidad. -¿Estás lista para comenzar con esto? Quiero que me ayudes, necesito que lo hagas- Asentí sin estar ni un poco convencida -No se si alguna vez estaré lista, pero no te irás de aquí sin resolver esto, ¿O si? Igual preferiría pagarle a alguien para que lo resuelva- No se por que tenía que enojarse por mencionarle eso, pero su rostro demostraba que no estaba ni un poco de acuerdo con lo que dije -Págame a mi si eso te hace sentir mejor- Propuso y pensé que tal vez de ese modo él se iría cuando hiciera horarios laborales normales-¿Cuánto cobra un hacker por algo así?- Esperé una respuesta y comencé a sacar cuentas en mi cabeza -Quiero que cenes y duermas conmigo hasta que termine. Además algo así costará unos mil dólares, ¿Prefieres pagar con dinero?- ¿Mil?
GERYLIS ALMODÓVARVoy al baño y me pongo lo que Lucrecia me regaló. La maldije tantas veces por haber dejado entrar al policía a mi apartamento, por estar durmiendo así, por convencerme de ir a hacer la denuncia que jamás tomaron. Salgo del baño sintiendo que necesito más tela que me cubra. Es muy distinto dormir así sola o estando las chicas en mi apartamento, que hacerlo en compañía de alguien que me dejó demasiado claro que me desea. Se que Guillermo me miró, pero evitó hacer comentarios y lo agradezco mucho. Me cubro con las sábanas y miro que mi pecho este cubierto. Escucho una leve risa, pero el permanece en silencio tecleando y mirando la pantalla. -No voy a morderte, acércate así me ayudas a encontrar a este maldito- Me acerco y veo varios fragmentos de videos de parejas teniendo sexo de todas las formas posibles -No, no es ninguno de esos- Digo y me obligo a seguir mirando, pero él pone pausa y eso me tranquiliza un poco, apenas comenzamos y necesito un respiro para relaja
GERYLIS ALMODÓVAREstamos a punto de hacerlo, se que si empuja mínimamente comenzará a invadir mi interior. Se que si fuera bruto no estaría haciendo esto con tanto cuidado, pero aún así siento un poco de miedo. El miedo a sentir dolor me recuerda a mi primera vez, aunque ya no sea virgen. Estoy rígida sin poderlo evitar, por dentro estoy temblando y queriendo correr asustada. Guillermo solo espera sin dejar de pasar su punta y haciendo que mis fluidos solo sigan aumentando. Creo que podría acabar durmiéndose, debe creer que soy aburrida porque no hago nada más que mirarlo. Creo que al no decir nada ni apartarlo es que decide hacer el próximo movimiento y empezar a entrar.Cierro los ojos con fuerza, esperando sentir dolor. Él solo vuelve a besarme con insistencia para que me relaje y así moverse con más libertad. Aún así siento que mi cuerpo intenta adaptarse con desesperación a él y que cuando se queda quieto finalmente, no podría ceder un poco más. Creo que tenía razón Lucrecia y