En su oficina, la madre de Sebastián, esperó qué sus muchachos entren y cerró la puerta.Estaba indignada con las palabras que habían susurrado entre ellos, sobre las chicas.-Escuchen los dos, mangas de degenerados, si las chicas necesitan trabajar, las tomamos, pero ésta empresa no es para que las contraten solo para sentirse poderosos y que ellas accedan a lo que ustedes quieran.Rosita estaba realmente furiosa con su hijo y con su sobrino, no aprobaba la manera que ellos tenían de comportarse.-Tía, nosotros…-No quiero escucharlos hablar así otra vez o se quedan sin la empresa.-Pero ya firmamos los documentos de traspaso, cuando renunciamos como profesores y tenemos el 80% de la cosmética entre los dos.-Evidentemente cometieron un error, no leyeron la letra chica.-¿QUEEEEE?Preguntaron los dos a la vez.Estaban asombrados por las palabras que decía Rosita, aunque creyeron que eran solo amenazas.-Siempre están diciendo que con la letra chica se comen a las demás empresas.-Es v
Silvina se dio cuenta que su hermano estaba loco por Loana, aunque él lo negara, pero ella vio cómo le miraba la cola, cuando su alumna estaba de espalda y como se le iban los ojos al pecho de la chica y cuando lo observó mirándole los ojos, en ese momento, sonrió sola. En cuánto a Charly, disimulaba aún menos que Sebastián, parecía que Barbie era su musa inspiradora, fue cuando recordó el perfume que creó su primo y lo llamó ¨Delirio¨. Era claro que su delirio era Barbie, aparte que hablaban sin filtro delante de ella, no siempre, a veces trataban de disimular, pero Silvina heredó de su madre, el sentido de observación. Las dos chicas les parecieron divinas, aunque Loana le pareció joven para su hermano, que tenía 27 años, sin embargo sabía que ya habían tenido relaciones y le asombraba la timidez y a su vez cierta indiferencia, de Loana hacia su hermano, aunque sabía las cantaletas que Sebastián repetía siempre, eran dos. Lo de Bariloche se queda en Bariloche y la otra era que él
Llegó el día de la entrega de diplomas.Sebastián vestía un traje Armani, color azul y camisa celeste que le resaltaba sus hermosos ojos claros.Charly se puso un traje verde musgo con una camisa un poco más clara, a él le encantaban los trajes de Prada.Ambos estaban usando corbatas, se notaba la calidad de su vestimenta a lo lejos, aunque la mayoría de los chicos no tenían idea de marcas de trajes, se notaba que los profesores eran de otra clase social, no se vistieron así para destacar, es que ellos se vestían con esas marcas de trajes.Cada uno en su auto, llegaron casi al mismo momento y entraron juntos al colegio.A medida que avanzaban, iban dejando sin habla o despertando suspiros, entre sus alumnas, sus colegas y muchas madres.Los alumnos estaban acomodados en sus asientos.La profesora de inglés se acercó inmediatamente a ellos, también lo hizo otra profesora que hacía rato que quería salir con Charly, Ellos se alejaron, dejándolas en evidencia, hubo algunos murmullos de l
Charly se les acercó, se dio cuenta que las chicas estaban llorando y que Lía, siempre tan discreta, actuó como su propia madre, cuidando de sus pollitos, como les decía Felisa.Lo que vale el ejemplo de una madre, gracias a Dios que Loana y Barbie optaron por ser todo lo contrario a sus madres.-¿De verdad grabaste todo?Le preguntó Charly, adivinando la pequeña mentira.Lía sonrió.-No, pero ella no lo sabe.-Sos muy inteligente, sabés manejar a las personas, vas a ser excelente como psicóloga.-Gracias, eso espero, me fascina estudiar la mente humana.Charly volvió a sonreír y pretendió sacarle dramatismo a lo sucedido.Sabía que las chicas estaban avergonzadas.-Chicas, las veo el lunes en la empresa, miren que como jefe soy jodido, aunque mi padre piense que no tengo responsabilidad.Dijo queriendo que sus alumnas se sientan un poco mejor.-¿Tu papá piensa eso?-Y piensa cosas peores, de Sebastián y de mí y eso que de verdad trabajamos mucho, ahora que renunciamos a la docencia,
A la tarde del segundo día, Sebastián, con una excusa, se acercó a la oficina de su madre.Rosita sonrió, había tardado más de lo esperado.Para ingresar a su oficina se debía pasar por la oficina de Loana.Sebastián se entretuvo hablando con Loana, a quién había saludado con un beso en la mejilla, pero cerca de la comisura de los labios, luego le comunicó que necesitaba hablar con su madre.-Te anuncio.-No hace falta.-Pero Rosita dijo que hasta a vos, te tenía que anunciar.-¿Eso dijo?-Sí.-Ya me va a escuchar.Sin mirar a Loana, entró a la oficina de su madre, con una actitud bastante infantil.-¿Cómo es eso de que ella me tiene que anunciar a mí?-Cálmate, parecés un chico haciendo un berrinche, si le digo que te anuncié, lo tiene que hacer, depende de mí, no de vos.-Pero soy tu hijo.-Y estamos trabajando.-Pero ella no te puede hacer más caso que a mí.Rosita trató de disimular su sonrisa, eso era lo que realmente le molestaba a Sebastián, que Loana no lo haya tenido como pri
Pasaron algunos días bastante tranquilos.Los jefes, en algunas oportunidades, bajaban a almorzar al comedor con el personal, siempre se sentaban junto con los nuevos empleados.Cuando Fredy y Oscar les preguntaron directamente a sus amigas que pasaba con sus ex profesores, ellas negaron todo, salvo cierto juego o tensión sexual, pero les dijeron que nunca había pasado de allí y ellos no tuvieron más opción que creerles.Barbie se encontraba haciendo su trabajo cuando llegó una mujer de unos 25 años, era normal, es decir, no era fea, pero tampoco tenía una gran belleza, aunque sí tenía cierta clase, su ropa era elegante y se adivinaba cara.Sin saludar, se dirige a la oficina de Charly.-Buenos días, disculpe señorita ¿Tiene cita? Permítame anunciarla.-No necesito que me anuncies, soy la prometida de Charly.Dijo Marina con mucha prepotencia y altanería.Esto dejó sin reacción a Barbie y la mujer aprovechó esa condición, para entrar sin siquiera golpear, en la oficina de Charly.-¿Qu
Se sentó en su escritorio y revisó la cámara de seguridad de su oficina, estaba activada continuamente, ella y su hermano Carlos, tuvieron que reforzar la seguridad en una oportunidad que un empleado les revisó algunas computadoras que no eran del sector donde pertenecía.Vió en su computadora la grabación de unos minutos atrás, se colocó los auriculares para escuchar la conversación, ella estaba viendo cómo Sebastián llevaba a Loana a su oficina y en principio le hablaba, luego la besaba, que apasionado era su hijo, pero la chica trataba de alejarlo y él la seguía besando, lo iba a matar, le dijo que la quería por una noche más, se reflejaba la carita de dolor de la pobre chica, diciéndole que no.Era su hijo, pero era un imbécil.¿Cómo le iba a proponer una noche?Sebastián se estaba yendo, cuando Rosita habló.-Sabés que acá se graba imagen y sonido de todo lo que pasa, especialmente cuando no estoy.-Mamá, yo… No sabía que decirle ¿Su mamá estaba viendo como él besaba y tocaba a
Llegaron a su piso.Barbie se sentó rápidamente detrás de su escritorio.A los pocos minutos sonó el celular de Charly.-Tenemos cámaras en todo el edificio, incluyendo en los ascensores, no sé qué les pasa a vos y a tu primo, pero si los demandan por acoso, los abogados de Rebli, no los van a representar.-Tía, yo…-Están dando un espectáculo lamentable, las chicas claramente les dicen que no y son criaturas.-Eso no es verdad.-Dejen de decir que apostaron un beso y esas estupideces, sé cómo se comportan los dos.Rosita le cortó, estaba furiosa, Charly tenía su oficina y la acosaba en el ascensor, no quería imaginarse qué le haría dentro de su oficina, si hablaba con Carlos, los dejaba sin empresa, pero sería peor, se dedicarían a invertir en prostíbulos y ahí los mataban.Al día siguiente, Charly le pide un informe a Barbie, ella fue sin dudar, porque el informe era real, al entrar, él estaba parado delante de su escritorio, por lo que ella se quedó en la puerta.-No te voy a comer