Dejo caer la botella de agua al suelo cuando veo la filosa espada de Gabriel cayendo directo hacia a mí. Apenas consigo esquivarla sintiendo el aire silbar a mi lado en el momento que pasa con potencia irrefrenable.
-Wow, wow…-apenas alcanzo a decir ante de que otro ataque venga hacia mí haciéndome caer sentada.- ¿De verdad me vas a matar?- le grito.
-Tú arma.- me gruñe aunque su expresión es estoica.
Volteo buscando por todos sitios el arma a que se refiere pero la habitación tan grande como la anterior en realidad está vacía. El suelo es de piedra fría y gris y las paredes igual, iluminadas desde el alto techo por fluorescentes y unos cuantos tragaluces en la pared que da hacia lo
~En algún lugar de Grecia~-Ya no tendremos que preocuparnos más por el futuro de nuestra especie.Una nueva ronda de aplausos enardecida invade el recinto. Cuando la oradora va a retomar su discurso una mano desde el público se levanta pidiendo el derecho de palabra.-Todo lo que ha dicho nuestra líder hasta ahorita es tremendamente inspirador- empieza a hablar poniéndose de pie un joven bastante alto, de físico fornido como un boxeador- Sin embargo la muchacha en pantalla a simple vista no cumple con nuestros estándares.Algunas voces que le dan la razón al joven se oyen desde atrás y la mujer pone sus manos en alto señalando una
-Chamuel-El semblante de Luna y los sentimientos que percibo de ella son de preocupación y no la puedo culpar, aunque traté de darle tranquilidad con mis palabras, incluso para mí es difícil ignorar los sentimientos retorcidos que aquel humano me transmitió. Sin necesidad de leer su mente pude sentir la lujuria y posesión que aquel hombre siente hacia la amiga de Luna. No sería el primer ser humano que codicia a una joven dama para sí mismo a pesar de su edad madura, sin embargo es el nexo que los relaciona lo que a los ojos de los humanos puede resultar inmoral, y desde los oscuros sentimientos que pude percibir puedo asegurar que se ha transformado en una peligrosa obsesión que puede terminar con resultados violentos y tr&
~Gabriel~Se me estaba haciendo costumbre en los últimos días frecuentar el antiguo castillo que una vez usamos como hogar en el Inframundo, el anhelo por tiempos que ya no volverían me hacían recorrer de forma incesante los pasillos lujosos y abandonados hasta que mis pasos iban por sí solos hasta el patio donde la imponente fuente se llevaba todo el protagonismo desde que los arbustos y los terrenos donde alguna vez existieron flores permanecían áridos y desprovistos de cualquier indicio de vida vegetal.Sobre la fuente reinaba la estatua de mi primera amante.El dolor de los recuerdos seguía siendo tan vívido que me parecía que sólo había o
El rubio a mi lado se quedó viendo la pantalla de mi celular al igual que yo.-Creo que hablaré con Gabriel…La forma en que lo expresó daba a entender que iba a tener que regañarlo.-¿Qué es esa cosa?- susurré porque todavía estábamos en la mesa mientras Anthony y su novia recogían los platos. Valeria me sonrió cuando recogió mi plato y yo le devolví la sonrisa, a pesar de su extraña aura todavía estaba haciendo un esfuerzo por agradarnos a todos así que no quise ser tan dura con ella.-Es un demonio de bajo rango del Inframundo, su clase pertenece a lo más bajo de la cadena…- murmuró ce
Con un gran asco pero con la certeza de que tengo que eliminar aquellas cucarachas gigantes salgo corriendo hacia esas cosas mientras sujeto la espada con ambas manos. Los bichos no se mueven ante mi avance, como si yo no fuera una amenaza y eso de alguna forma logra irritarme. Levantando la espada con más facilidad que otras veces doy un golpe que intenta dar directamente a uno de esos bichos, la hoja de la espada silva en el aire, sin embargo fallo miserablemente cuando el pleb se mueve ágilmente a un lado evitando por poco mi espada, pero evitándola al fin.La hoja de la espada se ha hundido en el suelo y por un breve instante me cuesta sacarla, pero el sentir la proximidad de los otros dos bichos enormes me urge a moverme. Vuelvo a enfrentarlos y éstos se acercan peligrosamente a mí. Sus caparazones en tonos grisáceos con pequeñas púas por encima se levantan casi al mis
~Grecia~La oficina se encontraba parcialmente oscura desde que empezaba a anochecer y las persianas permanecían abajo hasta la mitad. La luz del sol nunca había sido molesta, pero particularmente le molestaba demasiada claridad en un espacio cerrado. Sobre el escritorio lujoso diversos papeles estaban esparcidos por la superficie. Las carpetas con las etiquetas “Investigación” “Impuestos” “Bodega” estaban a un lado. Una mano femenina, pálida de largas uñas pintadas en rojo tomó la carpeta marcada con “Investigación”.Larissa se dispuso a revisar los papeles que el investigador había traído. Siempre tenían ojos y vigilantes en algunos sitios estratégicos que pudieran estar al pendiente de la presencia de
La noche llegó más cálida en comparación al resto de días del verano. Después de la experiencia con los Plebs Gabriel había insistido que regresara a casa inmediatamente a descansar, pero al no sentirme especialmente agotada me fui con todo a la lección de manejo espectral y además de las felicitaciones especiales de Rafael envolviéndome en un abrazo de oso particularmente largo y asfixiante, el cual recibí con gusto porque en el fondo disfrutaba de la sensación de orgullo que él transmitía cuando se trataba de mí, no podría afirmar fuese tan placentero el momento en que sacó dos libros gruesos sobre formas en que se manifestaba el Poder Espectral y me indicó las hojas que debía leer para la próxima lección. Además ¿quién era el que escribía esos libros de todas formas?
Los ojos de Lucifer que me miran brevemente con frialdad cambian de pronto a la sorpresa. Quiero decirle algo… cualquier cosa. Preguntarle si está bien, aunque obviamente no lo está u ofrecerle mi ayuda para salir de ahí. Pero las palabras se quedan atascadas en mi pecho y un sentimiento de melancolía que me forma un nudo en la garganta me impide hablar.-Es sorprendente que tu conciencia también haya podido llegar hasta este lugar.Su voz profunda y solemne sigue siendo tan impresionante como la primera vez que lo vi.Me quedo en silencio analizando lo que ha dicho.-Tú tienes un don para estar donde no es necesario. Igual que aquella primera vez.-Eso parece…- le contesto dándole la razón pero sin estar convencida del todo. Todavía no sé cómo sentirme respecto a este hombre que se supone es mi padre, o el padre de la primera vida