Con un gran asco pero con la certeza de que tengo que eliminar aquellas cucarachas gigantes salgo corriendo hacia esas cosas mientras sujeto la espada con ambas manos. Los bichos no se mueven ante mi avance, como si yo no fuera una amenaza y eso de alguna forma logra irritarme. Levantando la espada con más facilidad que otras veces doy un golpe que intenta dar directamente a uno de esos bichos, la hoja de la espada silva en el aire, sin embargo fallo miserablemente cuando el pleb se mueve ágilmente a un lado evitando por poco mi espada, pero evitándola al fin.
La hoja de la espada se ha hundido en el suelo y por un breve instante me cuesta sacarla, pero el sentir la proximidad de los otros dos bichos enormes me urge a moverme. Vuelvo a enfrentarlos y éstos se acercan peligrosamente a mí. Sus caparazones en tonos grisáceos con pequeñas púas por encima se levantan casi al mis
~Grecia~La oficina se encontraba parcialmente oscura desde que empezaba a anochecer y las persianas permanecían abajo hasta la mitad. La luz del sol nunca había sido molesta, pero particularmente le molestaba demasiada claridad en un espacio cerrado. Sobre el escritorio lujoso diversos papeles estaban esparcidos por la superficie. Las carpetas con las etiquetas “Investigación” “Impuestos” “Bodega” estaban a un lado. Una mano femenina, pálida de largas uñas pintadas en rojo tomó la carpeta marcada con “Investigación”.Larissa se dispuso a revisar los papeles que el investigador había traído. Siempre tenían ojos y vigilantes en algunos sitios estratégicos que pudieran estar al pendiente de la presencia de
La noche llegó más cálida en comparación al resto de días del verano. Después de la experiencia con los Plebs Gabriel había insistido que regresara a casa inmediatamente a descansar, pero al no sentirme especialmente agotada me fui con todo a la lección de manejo espectral y además de las felicitaciones especiales de Rafael envolviéndome en un abrazo de oso particularmente largo y asfixiante, el cual recibí con gusto porque en el fondo disfrutaba de la sensación de orgullo que él transmitía cuando se trataba de mí, no podría afirmar fuese tan placentero el momento en que sacó dos libros gruesos sobre formas en que se manifestaba el Poder Espectral y me indicó las hojas que debía leer para la próxima lección. Además ¿quién era el que escribía esos libros de todas formas?
Los ojos de Lucifer que me miran brevemente con frialdad cambian de pronto a la sorpresa. Quiero decirle algo… cualquier cosa. Preguntarle si está bien, aunque obviamente no lo está u ofrecerle mi ayuda para salir de ahí. Pero las palabras se quedan atascadas en mi pecho y un sentimiento de melancolía que me forma un nudo en la garganta me impide hablar.-Es sorprendente que tu conciencia también haya podido llegar hasta este lugar.Su voz profunda y solemne sigue siendo tan impresionante como la primera vez que lo vi.Me quedo en silencio analizando lo que ha dicho.-Tú tienes un don para estar donde no es necesario. Igual que aquella primera vez.-Eso parece…- le contesto dándole la razón pero sin estar convencida del todo. Todavía no sé cómo sentirme respecto a este hombre que se supone es mi padre, o el padre de la primera vida
-Es un placer.- le contesto amablemente a Nanna. Su presencia a mi lado se siente reconfortante y apacible, como si pudiera contarle mis preocupaciones y ella podría entenderlas sin juzgarme.-No ha sido nada fácil que llegaras hasta aquí. Con cada encarnación a nuestra alma le cuesta más conectarse con nuestro centro.-dice ella mientras toma una concha de entre la arena y se le queda viendo.-¿Nuestra alma?Un sonido como si chasqueara la lengua proviene de ella y en su expresión veo cierta incomodidad.-Creo que es mejor contar lo básico primero. Nadie entiende esta dinámica como nosotras. En especial yo, que fui la primera que lo sufrió. Estoy segura que ninguno de
-La segunda vez que reencarné fue evidente que había olvidado todo de mi vida pasada. Cuando Gabriel, Rafael y Chamuel me encontraron yo pertenecía a una pequeña aldea, habían pasado miles de años desde el momento de mi ejecución, y yo no los recordaba a ellos, ni lo que había pasado. Sin embargo no tomó mucho esfuerzo recordar todo lo que había ocurrido. Durante la vida de Erika nuestra alma era lo suficientemente poderosa para manejar los poderes espectrales que ya manejaba desde el inicio para solucionar parte de los problemas que se habían generado por el castigo. Gabriel, Rafael, Chamuel, Miguel, Jophiel, Uriel y Zadquiel habían perdido sus alas y su estatus de guerreros, habían sido condenados a alimentarse de energía negativa. Mientras eran guerreros celestiales ellos eran capaces de nutrirse del flujo cósmi
-Buenos días.- un sonoro beso en mi mejilla es el saludo de recibo una vez que estoy afuera de mi casa.Chamuel me abraza con fuerza dándome su calidez y presiona sus atractivos labios en mi mejilla antes de apartarse y dejarme a la merced del frío de la madrugada.-¿Dormiste bien?- me pregunta suavemente cuando se aparta y le sonrío sintiéndome extrañamente complacida por sus atenciones.-Considerando lo poco que estoy durmiendo es un milagro que pueda sonreírte así. Estoy a un paso de escoger hoy el camino de la violencia por la falta de sueño.- le contesto quejándome antes de soltar un bostezo dando a entender mi agotamiento.-A decir verdad
Regreso a mi casa sin ninguna eventualidad. Chamuel estuvo muy atento al camino de regreso, e incluso yo misma estuve más pendiente de mis alrededores desde el momento en que sentí algo amenazante cerca. El rubio impresionante me acompañó hasta la puerta de mi casa, y tuvo casi que escabullirse de mis padres después de que le invitaran un café y desayunar.La expresión de Chamuel era de seriedad pero podía sentir en él cierto nerviosismo que no era propio de su carácter.-Nos vemos en la tarde para… nuestra cita.- dijo aclarándose la garganta.-¿Nervioso?- lo molesto, veo como sus mejillas se enrojecen sobre su blanca piel e inmediatamente me arrepiento de bromear con eso. Parece q
Sigurd no está debajo de la cama, ni dentro del closet.-¡Mamá! ¿Has visto el muñequito que tenía aquí en la cama?- grito desde la puerta del cuarto.-¿Esa cosa fea que parecía un conejo en decadencia? Mi mamá lo botó.- pregunta Anthony pasando rumbo a las escaleras. Tiene ojeras oscuras bajo los ojos y la piel un poco pálida. Sus pasos lentos me hacen ver que está un poco encorvado.-¿Estás enfermo?-Me duele un poco la cabeza y anoche no dormí bien.- me dice mientras bosteza.-Ammm deberías dormir un poco entonces ahorita… Ya va, un momento, ¿Cómo que lo botó?- me acelero hacia la cocina pensando en Sigurd.Mi mamá no está allí la consigo en el patio trasero sentada tranquilamente leyendo una de sus novelas.-¿Dónde está