Matandose a golpes

Dominic

Veo caminar a Ferreti, hacía mí, cualquiera en mi lugar ya habría salido huyendo, pero no yo

— ¿Qué puedo hacer por ti, Alessandro? me dijeron qué me estás buscando, ¿Acaso perdiste algo? — pregunté con una sonrisa sarcástica en mis labios

— ¡No te hagas el imbecil conmigo, Diamantis! he venido por Violet, lo sabes muy bien — mi mandíbula se tensa de ira al ver al causante de mi perdida

— Ohh eso, pues verás, tú te llevaste algo qué no te pertenece yo sólo recuperé lo qué es mío, así que... tú reclamo está fuera de lugar

— ¡Violet es mi mujer, Diamantis! ella estaba a mi lado por voluntad propia, después de que la traicionaste, perdiste tus derechos! — siento qué la poca o casi nada de paciencia qué me queda se está agotando

— ¿Dices qué mi esposa es tu mujer? ¿Escuché bien? noto algo de cinismo en tus palabras Ferreti, ella sigue siendo mi esposa

— ¡Ella te dejó, ya no te ama, es mí mujer ahora y vengo por ella! ¡me la llevaré conmigo quieras o no, esto que hiciste es de lo más bajo hasta para ti!

— Qué palabras tan fuertes, ¿cómo estás tan seguro de que ella no me ama? por qué hace unas horas cuándo le hice el amor parecía Amarme con locura

— ¿Te atreviste a tocarla maldito bastardo? ¡Juro qué si lo hiciste te voy a destrozar, ella ya no es tuya, Violet, me ama a mí!

— Vaya! vaya, cómo es qué son los tiempos tan modernos, ahora el amante le advierte y amenaza al esposo ¿Quién lo diría? ya no hay respeto para el matrimonio

— ¡Diamantis, no colmes mi paciencia ella te dejó desde el momento en qué te vió con Adriana, te lo dije muchas veces si tenías un amante te largaras con ella y dejarás a Violet, ser feliz conmigo, obviamente tú no la amas cómo yo! ya le has hecho mucho daño, ¿por qué te sigues ensañando con ella? ¡déjala ser feliz, devuelmela!

— ¿Quién te dijo qué no la amo? tuvimos problemas, si, como cualquier matrimonio, no es nada qué no se pueda solucionar con el gran amor qué nos tenemos ¿no lo crees asi? vamos a recuperar el tiempo perdido, tendremos una luna de miel, hijos y dejaremos todo esto en el pasado

— ¡Por supuesto qué no lo creo así! Ella no te ama ¿por qué no lo aceptas y sigues tu vida con tú amante? ¡ésto no lo haces por amor a Violet, lo haces para vengarte de mí bastardo!

— ¿Pero qué dices Ferreti? es verdad qué no eres digamos mi persona favorita, pero el amor por mi esposa es real, nos daremos una segunda oportunidad, nos iremos de viaje y quién sabe tal vez regresemos con un pequeño Dominic, que venga a alegrar nuestras vidas

— ¡Sobre mi cadaver Dominic, no permitiré qué le sigas arruinando la vida me la llevaré y no volveras a verla en tu miserable existencia! ¡Violet! Violet! — grito por toda la casa con la esperanza qué me responda, pero no obtengo ninguna respuesta

— Puedes llamarla cuánto quieras, ella no te va a responder

— ¿Dónde la tienes maldito? ¡sí le tocás un sólo cabello te mataré te lo juro!

— Puedes buscarla por toda la mansión si quieres, anda, adelante, pero no la encontrarás, mí esposa está descansando en un lugar seguro qué no es de tú incumbencia

Se agotó mi paciencia, !necesitaba saber qué Violet, estaba bien, necesitaba recuperarla!

Ella es mí vida entera, Dios ayúdame, me voy encima de Dominic, a los golpes, él me responde con toda la furia de la qué es capaz, estamos fuera de nuestros cabales descontrolados, yo disfruto cada vez qué le hago sentir dolor, cada vez qué lo hago sangrar

El me golpea con odio, cómo si le hubiera arrebatado el amor de su esposa, qué fue exactamente lo qué hice ahora qué lo pienso, pero vale la pena recibir cada golpe de Diamantis, por el amor de Violet, sé qué me ama tanto cómo yo a ella y éste perro traidor no nos va a separar,

De repente no sé de dónde entran Alejandro y Darriel, a separarnos, estamos prácticamente matándonos

— ¡Vamonos León, Violet, no está aquí! — Sostengo a Alessandro, inmovilizando sus brazos

— ¡Basta Dominic! Acabas de despertar del coma, no puedes liarte a golpes con Ferreti — sostengo a mi amigo con mucho trabajo, soy su mano derecha y tengo que protegerlo

— ¡León tenemos qué irnos, estás ratas cobardes no te dirán dónde escondieron a Violet!

— ¿A quién llamas rata? ¡Gato de quinta! — Alejandro estaba enfurecido

— ¡A ti y a la basura de tu jefe! ¿Acaso vez alguna otra rata cobarde en ésta habitación?

— ¡Maldito! ¡Ven y dímelo de frente, gato miserable! — Solté a Dominic, para saltarle encima a Darriel, no iba a permitir que ese gato me llamara rata

Solté a Alessandro, había estado reprimiendo mi ira por calmar a mi amigo pero también quería desquitar mi furia, nos fuimos a los golpes, les conté que soy cinta negra en taekwondo, traía a Alejandro, besando el piso, derepente me daba unos madrazos bien dados pero los aguantaba..

Ahora fueron Dominic y Alessandro los qué los separaron para qué dejaran de golpearse, Alessandro sacó a rastras a Darriel y Dominic batallaba por contener a Alejandro

— ¡Sueltame Alessandro, déjame partirle en su madre a éste imbecil! ¡Sempre vas a estar por debajo de mí! — apuntaba a Alejandro a grito abierto

— ¡Quisieras gato de quinta, soy mucho mejor qué tú imbecil! ¡Por algo Violet está con nosotros, tú no sabes ni siquiera reiniciar un celular, no eres más qué un principiante al lado mío!

— ¡Se aprovecharon qué estábamos de viaje par de cobardes! — realmente me sentí ofendido ya qué yo manejo tecnología de punta qué ni se imaginan, junto con dos satélites propiedad de Alessandro, pero ahora estábamos en desventaja, la rabia qué tenía por qué nos arrebataran a Violet era demasiada y vergonzoso en demasía, pero ya estoy aquí y le demostraré qué soy mucho mejor qué él a ese imbecil!

— ¡Aquí estaré esperando ver lo qué tanto presumes gatete, aunque dudo mucho qué seas rival para mí!

Alessandro, terminó por llevarme casi a rastras, yo me retorcia furioso por la humillación de Alejandro, segundo al mando en la organización de Dominic y encargado de todo lo relacionado a la tecnología y seguridad de su jefe, al igual qué yo con Alessandro

Caminamos hasta dónde dejé el auto parqueado, todavía furios

— ¡Ese pendejo no sabe con quién se puso, Aplicaré todos y cada uno de mis conocimientos para encontrar a Violet! ¡No podrán esconderla por mucho tiempo cómo que me llamo Darriel!

Salimos de la mansión Diamantis, sin éxito, con las manos vacías, también mi corazón regresaba vacío, sólo nos trajimos una putiza cómo nunca en la vida nos habían dado y así derrotados y puteados emprendimos el regreso, en el camino nos volteamos a ver Darriel y yo, sin querer soltamos una carcajada, Darriel, tenía la cara desfigurada los labios reventados los dos ojos casi cerrados, las mejillas amoratadas,

Y yo traía un ojo cerrado el labio reventado, el bastardo de Diamantis, también me abrió una ceja y me rompió un par de costillas, traigo mi mano en el tórax para qué me duela menos por el movimiento del coche,

— Pero ellos quedaron peor qué nosotros, ¿no es así León?

— ¡Claro qué quedaron muchisimo peor qué nosotros! Salimos ilesos en comparación de ellos — Darriel, asintió y sonrió, por el momento no nos quedaba mas que aceptar nuestra derrota

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