Narrador:

Diez camionetas con hombres armados hasta el tope acompañaban a Alessandro y Darriel, habían llegado a las puertas de la mansión Diamantis, venían dispuestos a morir o matar, ese dependiendo de lo que la situación ameritaba

Para su sorpresa ya los estaban esperando, uno de los guardias se acercó apresurado a darles la atención, esa era la órden de su jefe

— ¿Dónde está Diamantis? ¡avísale qué Alessandro Ferreti lo busca!

— El jefe lo espera en su despacho, sígame,

solo usted podrá pasar esa es la órden de mi señor

— ¡No vayas Alessandro, lo más probable es qué sea una trampa de Diamantis! ese mafioso nunca juega limpio — el mano derecha estaba preocupado por su amigo

— Tengo qué ir Darriel, tengo que averiguar que se propone ese maldito, debo asegurarme qué Violet, se encuentra bien, saber cuales son los planes de Dominic, no le tengo miedo y él lo sabe — pongo una mano en el hombro de Darriel, agradeciéndole el apoyo

— Pues... no me voy a mover de aquí

— Vamos, ya nos demoramos demasiado — subí al coche del guardia qué me llevaría a Diamantis, la mansión estaba retirada de las puertas realmente era enorme y bastante elegante, llegamos por fin, el guardaespaldas me guió al llegar al despacho, dió unos leves toquidos hasta escuchar un adelante

Una vez dentro pude observar a Diamantis, sentado en un reclinable justo detrás de su escritorio bebiendo un trago de whisky y fumando un habano, yo sentí que la rabia se apoderaba de todos mis sentidos, era el mismo Diamantis, despiadado, cruel, frío, qué recordaba,

— Adelante, león — me encuentro en mi despacho observando como mi rival ya recuperado de nuestra última pelea llega a preguntarme por mi esposa

Flash Back

Despierto en una camilla, solo se escuchan unos aparatos, hay cables conectados en todo mi cuerpo, Alejandro viene entrando a la habitación, mi amigo se sorprende al verme con los ojos abiertos

— ¡Dominic, hermano despertaste! Por fin amigo, pensé que te perdíamos! Llamaré al doctor de inmediato, no te muevas, ya vuelvo

El médico comenzó a revisarlo con detenimiento, hasta que dió su diagnóstico

— Increiblemente señor Diamantis, está mejor de lo qué esperaba, estoy realmente sorprendido, le mandaré hacer unos examenes y trabajaremos sus musculos con terapia

— ¿Cuándo podemos comenzar? quiero salir de esta cama cuánto antes, ya fue mucho tiempo lo que he perdido postrado aquí

— ¡Mañana mismo, todo el día, necesito estar recuperado cuanto antes! Ahora salga necesito hablar con Alejandro

— Está bien, dejaré todo listo, lo veré mañana señor Diamantis, con su permiso

Una vez qué el médico se retiró, los mafiosos pudieron hablar

— Alejandro, dime ¿qué fue lo qué pasó? tengo recuerdos pero muy borrosos

— Después de tu enfrentamiento a tiros con Ferreti, en la boda de Sofi, los dos quedaron muy mal heridos, en coma para ser precisos, sólo que Ferreti despertó primero qué tú

— ¡Maldito desgraciado! Ya recuerdo se llevó a Violet, ¿cómo se atreve a llevarse a mí esposa? ¡lo pagará muy caro el infeliz!

— ¿Dónde está ella Alejandro? ¿Dónde está Violet? ¿está aquí en la mansión? avísale que ya desperté

— Dominic... ella... ella está viviendo con Ferreti, después de todo lo qué sucedió en la boda, solamente regresó en algunas ocasiones a verte y charlar con Sofía, ella le dejó en claro a tu hermana qué no regresaría contigo, qué lo de ustedes había terminado por tu traición con Adriana, y por qué tú tuviste la culpa de qué perdiera a su amado bebé,

— ¡Eso no puede ser, no puedes estar hablando en serio! !me importan una m****a mis culpas!

No la dejaré quedarse con Ferreti, eso jamás pasará, la traeré de vuelta seguirá siendo mi esposa y mi mujer, !A ese hijo de puta lo mataré con mis propias manos, le haré saber qué con Dominic Diamantis, nadie se mete mucho menos le roba a su mujer y vive para contarlo!

Tenía los puños cerrados, la mandíbula tensa y mis ojos llenos de rencor, ira, rabia, celos, sobre todo celos, ese hijo de perra dejó mi nombre por los suelos, ahora era el cornudo más grande de toda grecia

— ¡Te lo advertí Violet, te advertí qué no permitiría qué me hicieras cornudo con Ferreti y te valió una chingada mi advertencia! ¡ahora te voy a demostrar como es Dominic Diamantis, con quiénes lo traicionan! Quiero qué tengas todo preparado Alejandro, a mi órden iré por mi mujer quiero lo mejor en armas y hombres, voy a arrancarle a Ferreti, a su Amada, lo haré pasar por el mismísimo infierno que él me está haciendo pasar a mí, sabrá sin duda qué de Dominic, nadie se burla y se va ileso

— ¿Y si la dejás ir Dominic? Violet ya a sufrido bastante, ¿acaso no merece un poco de felicidad?

— La tendrá, ella será feliz de nuevo pero conmigo, después de darle una lección para qué no se vuelva a escapar, la embarazaré de nuevo

Y seremos felices juntos cómo antes

— Hermano, ¿y si ella ya no te ama? ¡No puedes obligarla a que te vuelva a amar! lo que le hiciste es imperdonable

— ¡Me amará Alejandro, Violet, me amará de nuevo! Ella me perdonará y seremos felices otra vez, tendremos muchos hijos cómo ella quería y yo veré feliz corriendo a mis herederos por toda la casa

— Eso lo puedes hacer con Adriana, Dominic, ¿por qué no lo intentas amigo? ¿Por qué no intentas rehacer tu vida y dejar a Ferreti y Violet atrás?

— ¡No lo intento porque la amo, amo a Violet y no quiero, no se vivir sin ella, sin sus besos sin su amor sin su cuerpo junto al mío!

Está bien hermano, iremos por ella, sólo prométeme qué la trataras bien, que no serás el mafioso cruel de siempre

— Lo haré Alejandro, sólo después de quitarle la idea de abandonarme de la cabeza antes no

— Aaashh, no tienes lucha Dominic, eres una cabeza dura, sinceramente no creo qué ésto salga bien, pero te apoyaré aunque no esté de acuerdo con lo que estás haciendo

— Gracias Alejandro, no esperaba menos de ti

FIN DE FLASH BACK

Ahora estamos aquí, veo entrar a Alessandro con ese porte de mafioso frio, calculador, despiadado y cruel qué sé qué es, su rostro es ilegible se qué está muriendo de desesperación, el qué esté aquí me lo dice aunque lo disimula muy bien, nuestras miradas se cruzan, miradas asesinas, miradas de dos hombres enamorados de la misma mujer, estamos que picamos por saltarnos encima cómo dos felinos salvajes y heridos