De repente como si el adolescente en cuestión hubiese leído mis pensamientos llega en medio de la sala de reuniones, me llevo una mano a la frente intentando relajar mi cabeza con un masaje para luego finalmente mirar incrédulo ante la situación hago una señal a Federico para que eche a todos y solo deje a la familia, mi tío, Toni, Sebastien, Fede, mis hombres Dylan y Matt, y yo.
Estos últimos observan la escena serios en cada punta de la habitación, parecían un matrimonio peleado. Ya me encargaría de eso más tarde.
—¿Pasa algo, Sebastien?—pregunto mirando al joven, él se lleva una mano al piercing de su labio inferior, para luego peinarse su melena de momento de color azul.
Él me mira serio mientras con los pies señala a Robert Ross inquieto a lo que yo asiento entendiendo el mensaje.
—Tío, márchate. Quiero ha
Convertirme un habito para ti(...)Una posición hipnótica sobre mi.— Zella Day, Hypnotic.M I R E I AFinalmente llegó la noche. Mis nervios estaban a flor de piel, nos volveríamos a ver... Gael y yo nos veríamos y hoy daríamos el paso de presentarlo a mis seres queridos. Sentía las mariposas dar saltos, aunque en lugar de ligeras y rápidas parecían más bien jugadores de sumo en plena partida, pesadas y lentas.Eso era la definición perfecta por lo que sentía con Gael Domínguez, solo sabía que era un empresario ocupado aun así mi corazón ya estaba en sus manos y no me escondía al admitirlo. Siempre he soñado con un romance capaz de derretir a mi pobre y frágil corazón y con Gael todo apuntaba que él podría proporcionármelo.—Seguro que no quieres ir con nosot
Es ahí donde me rompieron por primera vez el corazón.— Madylin Bailey, Don’t you worry child.A L I Y A HLuces, flashes de fotos, focos, risas poco disimuladas de alguna que otra señora que ya se había pasado con el champagne, no había ni un solo sitio del castillo de los Rosemonde sin alumbrar y no había forma humana de salir de ahí sin ser capturada por las cámaras probablemente estaba incluso la tele. Se ve que la isla no solía abrir mucho sus puertas pero cuando lo hacía, lo hacía a lo grande. Busco con la mirada a Morgan pero no la encuentro, la noche ya había caído y ella seguía desaparecida. Me había pedido unos minutos para hablar con Vince pero no había regresado. Se me encoge el pecho pensando en que pueda haberle pasado algo.Veo como en parejas van entrando al castillo hombres trajeados, del tipo de traje que costaría
Dime lo que se supone que debo pensar, cuando las balas empiecen a llover—Grandson, WWIII.L E I A—Boyka.—González.—Siempre has sido un blandengue pero no puedo creerme que Liam también vaya a presentar su dimisión justamente ahora...—Y tu siempre has sido una bruja así que es normal que no entiendas que cuando se mezcla trabajo y convivencia pueden surgir estas cosas porque sorpresa somos humanos, tenemos sentimientos por el resto de mortales—contrataca el rubio sin piedad sin si quiera dejarme terminar, le dedico una de mis peores miradas a modo de respuesta, mientras termino por dejar hablar en un susurro sus últimas palabras para acabar haciendo hincapié en bruja dedicándole una mueca—¿Es este tu mejor insulto?—pregunto finalmente.—Muy madura como siempre, solo una arpía como tú es incapaz d
Bienvenido a la habitación del pánico.— AU/RA, Panic Room.A L I Y A HLuces, flashes de fotos, focos, risas poco disimuladas de alguna que otra señora que ya se había pasado con el champagne, no había ni un solo sitio del castillo de los Rosemonde sin alumbrar y no había forma humana de salir de ahí sin ser capturada por las cámaras probablemente estaba incluso la tele. Se ve que la isla no solía abrir mucho sus puertas pero cuando lo hacía, lo hacía a lo grande. Busco con la mirada a Morgan pero no la encuentro, la noche ya había caído y ella seguía desaparecida. Me había pedido unos minutos para hablar con Vince pero no había regresado. Se me encoge el pecho pensando en que pueda haberle pasado algo.Veo como en parejas van entrando al castillo hombres trajeados, del tipo de traje que costaría tres veces
Corre a través de mí como como las drogas malas—King Kavalier, Bad DrugsL E I A—Boyka.—González.—Siempre has sido un blandengue pero no puedo creerme que Liam también vaya a presentar su dimisión justamente ahora...—Y tu siempre has sido una bruja así que es normal que no entiendas que cuando se mezcla trabajo y convivencia pueden surgir estas cosas porque sorpresa somos humanos, tenemos sentimientos por el resto de mortales—contrataca el rubio sin piedad sin si quiera dejarme terminar, le dedico una de mis peores miradas a modo de respuesta, mientras termino por dejar hablar en un susurro sus últimas palabras para acabar haciendo hincapié en bruja dedicándole una mueca—¿Es este tu mejor insulto?—pregunto finalmente.—Muy madura como siempre, solo una arpía como tú es incapaz de
Soy un prisionero aquí, nunca me dejaran irme.— Raphael, Prisoner.—¿Quién es ella?—pregunta Mireia confundida apartándose de mi.—Ella es...El sonido de una explosión hace que ni siquiera pueda terminar, el pánico hace que los invitados empiecen a moverse de un lado para otro mientras los guardias sacan sus pistolas intentando calmar la situación.No puedo evitar buscar a Morgan con la mirada desesperada entre todo el personal.—¡Morgan!—grito sin poder evitarlo, pero es en vano, pues la segunda explosión mucho más letal silencia mi grito desgarrado. Entonces el pánico y la desesperación se combinan haciendo que empiece a dar vueltas por todo el lugar sin importarme tropezar con los invitados que quieren escapar lejos del caos que estaba a punto de presenciarse.La gran y majestuosa entrada es sellada e
No puedes escapar del peso de perder todo lo que amas.—Echos, Cross—No, Keegan. Ni lo pienses. Nos han echado. C'est fini, amigo. Finito—expresó Federico de mala manera, la preocupación, su dolor, pena y confusión era latente en sus palabras. A lo que no dudo en encogerme de hombros mientras le dedico mi mejor mueca de despreocupación.Finalmente salimos del coche, habíamos sido expulsados de la Isla Ross, los guardaespaldas se habían asegurado de vernos arrancar el coche de Federico, hasta llegar al otro bando. Donde otro grupo de hombres lo suficientemente armado como para servir en la guerra de Afganistán custodiaba la única entrada. Ahí estaban mirándonos de a bajo a arriba como si estuvieran dispuestos a volarnos los cesos al mínimo intento de caminar hacia ellos.—¿Des de cuando un Ross obedece las normas?—pregunto mientr
¿Qué vas a hacer cuando haya sangre en el agua?—Grandson, Blood&Water. A L I Y A H Caminé enloquecida de un lado a otro al ver un charco de sangre junto un trozo de vestido de Morgan. Ahogué un grito de dolor esperándome lo peor. Vi de reojo como los guardaespaldas intentaban con todas sus fuerzas poner orden entre los invitados en un intento de hacerles sobrevivir al caos que se había abierto. Las lagrimas invaden mi rostro cayendo encima del charco. —¡Aliyah!—la voz de Gina hace que mi corazón vuelva al cuerpo. Tal vez ella sabía algo de Morgan. No puedo evitar observarla con horror. Su estado era mucho peor que el mío. —Por favor, Aliyah. Haz algo. Van a matar a Héctor...—suplica ella con lágrimas en los ojos—Está herido de muerte y aun así no ha podido evitar ir a por Morgan, hija—añade desesperada. No dudo en acogerla en mis brazos en un necesitado abrazo. Su bello rostro está decorado por dos manchas que decora