Habían pasado algunos minutos desde que Enrique había alertado a los guardias sobre Charlie, pero Enrique aún no había entrado al hotel para ver su habitación, había estado dando vueltas por el jardín para que cuando llegue Charlie y los guardias lo echen, poder reírse y burlarse de Charlie.

En eso, Charlie había aparecido a lo lejos de la entrada y mientras estaba caminando hacia la entrada del hotel, vio por la cerca de flores a Enrique, el cual se estaba riendo a carcajadas mientras veía al pobre del que se había burlado antes, caminar hacia la entrada custodiada por los guardias.

Charlie no le prestó atención y aparto la mirada y siguió su camino hacia la entrada. Cuando llego, un grupo de guardias se detuvieron enfrente de él y de una manera muy grosera hablo el jefe de los guardias.

– ¡Es mejor que te largues de aquí!, ya nos enteramo