James era un buen tío, pero no era Jack, eso es lo que no podía dejar de repetirme a diario. Aún andaba anclada en el pasado, pensando en todos los errores que cometí, intentando buscar algo en cada recuerdo que me diese una explicación para todo lo que pasó entre nosotros, pero aún no había encontrado nada.
Me dolía pensar en esa noche, la noche en la que todo terminó, en la que eligió a su madrastra antes que a mí. Quizás lo que sentía por mí no era nada, quizás lo que sentía por ella lo era todo. Eso era algo que nunca sabría, porque ni siquiera me quedé a averiguarlo, no podía, la respuesta me mataría. Y era absurdo, a mí me lo parecía al menos, lo que había entre nosotros nunca fue tan fuerte como para hacer parar mi corazón, pero lo hacía, porque una parte de m
Las cosas en mi vida no iban bien ni de lejos. Ya nada me llenaba, estaba como al principio. Ni siquiera las putas misiones suicidas a las que me apuntaba de tanto en tanto, el contrabando de armas o mi deporte favorito: las chicas y las drogas en una noche de descontrol. No había nada que volviese a traerme paz.Llevaba dos putos años huyendo de mí mismo, de ella, de los putos sentimientos, y del dolor. Y lo sabía, no podría correr mucho más, estaba empezando a cansarme.Muchas cosas habían pasado desde que la vi en el hospital por última vez. Para empezar su hermana ya no estaba en coma, había despertado, olvidando todo lo que ocurrió en territorio hostil. En aquel momento, vivía feliz junto a su esposo, sin recordar nada sobre Alex. Eso fue un golpe bajo para mi amigo, pero un buen empujón para replantearse su vida. Volvió a pelear, a los combate
Nunca antes pensé que un largo paseo sobre un caballo pudiese transmitirme tanta paz, hasta ese momento. Desconectar, dejar los malditos problemas a un lado y sentir el aire en mi piel, mientras el animal trotaba sobre mi propio territorio, y esa frase nunca había sido más cierta como en ese momento.Sonreí, al recordar la cara que puso mi viejo cuando le entregué los papeles y el dinero, comprando su parte. Ya no podría volver a atarme en corto y poner el rancho como excusa para tenerme dominado. No estaba dispuesto a dejar que vendiese ese lugar jamás. Los recuerdos de cuando era niño estaban aún guardados en las paredes de la cabaña, en el viento, incluso en los establos. Y no sólo los que atesoraba de niño, había creado perfectos momentos con Lisa en ese lugar.¡Maldita sea! ¿Por qué siempre terminaba pensando en ella? A&uacu
Temblaba, toda yo lo hacía, mientras mis lágrimas seguían saliendo, con esa angustia dentro de mí, mirando hacia las manos aún llenas de sangre. Ni siquiera sabía qué era lo que había sucedido, ¿quién le había disparado? Pero una cosa era clara, él me había llamado a mí, justo cuando estaba al borde de la muerte.¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no llamar a su amante o a cualquiera de sus amigos?Mi teléfono comenzó a sonar, cosa normal, pues era tarde, mis padres estarían preocupados, por no hablar de mis hermanas. Pero en aquel momento tan sólo podía mirar hacia la puerta por la que se habían llevado su cuerpo inconsciente para operarlo de urgencia, mirando de reojo hacia su padre y la zorra de Vanesa, que llegaron, tan sólo veinte minutos después de que yo lo hic
Despertar en el hospital sin rastro de ella por ninguna parte, viendo junto a mí a papá, a la zorra de Vanesa y a mi amigo Mike… De Alex no había ni rastro, no entendía dónde se había metido ese capullo.Papá me acusó de irresponsable, por supuesto, después de enterarse de que el almacén de armas estaba vendido por mi causa, y fue Mike el que salvó la maldita situación echando a aquellos dos de mi habitación, necesitaba descansar después de haber estado a las puertas de la muerte, fueron sus palabras.- Siento que sea tu padre, pero ese tío es un capullo – rompí a reír, quejándome en cuanto comenzó a dolerme la herida, lanzándole una mirada de odio a mi amigo – te dije que toda esta mierda te salpicaría algún día, Jack.- No estoy ahora para que me sermon
Después de salvarme de las garras de la muerte, con una investigación policial siguiendo cada uno de mis pasos, intentando tener la mínima excusa para pillarme, debía llevar un nivel bajo. Pero … siendo sinceros, nunca se me ha dado demasiado bien eso de no destacar. Me gusta demasiado dar la nota, ser el bromista del grupo, llevarme a las señoritas de calle, el sexo, el alcohol, las fiestas y las drogas.Reconozco que la relación con mi viejo mejoró después de eso, cambió la cerradura de acceso y las claves del almacén de armas, y prometí ayudarle con la seguridad. Tenía un master en robótica y se me daban bien las armas, por esa razón me metí en la armada.Tenía que dejar todo el tema de Lisa Miller aparcado, a pesar de nuestro pequeño acercamiento y de que me salvase la vida, todo entre nosotros seguía ig
Hacía ya largo rato que el auto se había detenido en el parque, por detrás de dónde estaba la mansión familiar de los Miller, mi hogar. Pero ninguno de los dos habíamos pronunciado palabra o nos movimos para que bajase y me marchase a casa.No podía dejar de pensar en lo que había estado a punto de pasar en el despacho de James, en sus palabras cuando fui al despacho, en las que no quería pensar en ese momento, me hacía daño pensar en que podría haberme convertido en una víctima como lo fue mi hermana en el pasado, si Jack no hubiese entrado por esa puerta… dios sabe lo que habría ocurrido. Pero había sido él, el detonante de todo, como siempre.Abrí la puerta y salí, me estaba ahogando allí dentro. Jack salió al mismo tiempo, rodeó el vehículo y se preparó para hablar. Per
Todo aquello era mi culpa, que mi hermana volviese a estar en ese estado, que no quisiese vivir, que volviese a plantearse la idea de quitarse la vida…Ni siquiera podía mirarla a la cara, no cuando fui yo la que habló con Fígaro, la que hizo que él la metiese en ese lugar. No quería pensar dónde se había metido esa sucia rata, o en lo mucho que papá evadía la pregunta cuando le preguntaba al respecto. Sabía que estaba tramando algo, de la misma forma en la que sabía que Jack y Alex estaban con él. Pero ni siquiera quería enfrentarles y pararles, en aquel momento sólo podía mirar la escena con distancia.Mamá nos abrió la puerta para hacernos pasar a la habitación de Sophia, yo sólo quería desaparecer.- Ahora estás a salvo – prometió Amara dando un paso hacia ella, m
Jamás en toda mi vida pensé que vería al gran Alex Clark así de hundido, como cuando lo descubrimos al entrar en la habitación. Fue Mike el que se sentó a su lado e intentó recomponerlo, yo … sólo observé la escena. Una parte de mí lo comprendía bien, y sólo quería que se declarase de una vez, que le dijese a nuestro amigo lo que sentía por su hija y dejase de luchar, al menos uno de los dos se merecía ser feliz, y puesto que no iba a ser yo… era justo que lo fuese él.- ¿Qué mierdas le ha pasado? – fue lo que Mike quería saber. Yo no quería desvelar ese secreto, no era mío.- Eso es algo que él debe decirte. Yo estoy harto de estar en medio – me eché hacia atrás y dejé que aquellos dos se pusiesen al día.- Estoy aquí,