Un año había pasado. Un maldito año en el que dejaba que esa fachada tomase el control, porque ya no quedaba nada de mí allí dentro. Todo se había marchado, las dos únicas personas que habían podido verme por dentro se alejaron de mí. Realmente lo creía, que destruía a las personas que amaba, quizás por eso no volví a verla.
Huía de cualquier evento en el club, la relación con mi padre empeoró después de eso, pero no pude librarme de Vanesa, ella seguía calentando mi cama, a pesar de lo mucho que me odiaba a mí mismo por hacer eso. Pero en aquellos días, ni siquiera sabía lo que era eso, hacía mucho que galopaba por aquella vida sin sentir, tan sólo existía, sin dejar huella en la vida de los que me rodeaban, que ni si quiera imaginaban cuales eran mis verdaderas ambiciones o lo q
Estaba orgullosa de todo lo que había conseguido en ese último año. Se podía decir que el rancho se había recuperado del todo, oficialmente. Tuvimos muchos beneficios, y la mayor parte lo empleé en iniciativas para atraer al público, además de contratar más personal.En el club las cosas iban mejor que bien, me había convertido en la mano derecha de James, me lo consultaba absolutamente todo antes de proponérselo a la junta, y por supuesto, sus continuos filtreos no cesaron, a pesar de que él sabía que yo aún tenía a alguien en mi corazón. Tuve varias citas de trabajo con él fuera del club, y en cada una de ellas intentó que pasase algo más. Por supuesto salí airosa de cada una de ellas.Jack… llevaba todo un año sin saber de él. Y eso era bueno ¿no? Bueno, mi corazó
James era un buen tío, pero no era Jack, eso es lo que no podía dejar de repetirme a diario. Aún andaba anclada en el pasado, pensando en todos los errores que cometí, intentando buscar algo en cada recuerdo que me diese una explicación para todo lo que pasó entre nosotros, pero aún no había encontrado nada.Me dolía pensar en esa noche, la noche en la que todo terminó, en la que eligió a su madrastra antes que a mí. Quizás lo que sentía por mí no era nada, quizás lo que sentía por ella lo era todo. Eso era algo que nunca sabría, porque ni siquiera me quedé a averiguarlo, no podía, la respuesta me mataría. Y era absurdo, a mí me lo parecía al menos, lo que había entre nosotros nunca fue tan fuerte como para hacer parar mi corazón, pero lo hacía, porque una parte de m
Las cosas en mi vida no iban bien ni de lejos. Ya nada me llenaba, estaba como al principio. Ni siquiera las putas misiones suicidas a las que me apuntaba de tanto en tanto, el contrabando de armas o mi deporte favorito: las chicas y las drogas en una noche de descontrol. No había nada que volviese a traerme paz.Llevaba dos putos años huyendo de mí mismo, de ella, de los putos sentimientos, y del dolor. Y lo sabía, no podría correr mucho más, estaba empezando a cansarme.Muchas cosas habían pasado desde que la vi en el hospital por última vez. Para empezar su hermana ya no estaba en coma, había despertado, olvidando todo lo que ocurrió en territorio hostil. En aquel momento, vivía feliz junto a su esposo, sin recordar nada sobre Alex. Eso fue un golpe bajo para mi amigo, pero un buen empujón para replantearse su vida. Volvió a pelear, a los combate
Nunca antes pensé que un largo paseo sobre un caballo pudiese transmitirme tanta paz, hasta ese momento. Desconectar, dejar los malditos problemas a un lado y sentir el aire en mi piel, mientras el animal trotaba sobre mi propio territorio, y esa frase nunca había sido más cierta como en ese momento.Sonreí, al recordar la cara que puso mi viejo cuando le entregué los papeles y el dinero, comprando su parte. Ya no podría volver a atarme en corto y poner el rancho como excusa para tenerme dominado. No estaba dispuesto a dejar que vendiese ese lugar jamás. Los recuerdos de cuando era niño estaban aún guardados en las paredes de la cabaña, en el viento, incluso en los establos. Y no sólo los que atesoraba de niño, había creado perfectos momentos con Lisa en ese lugar.¡Maldita sea! ¿Por qué siempre terminaba pensando en ella? A&uacu
Temblaba, toda yo lo hacía, mientras mis lágrimas seguían saliendo, con esa angustia dentro de mí, mirando hacia las manos aún llenas de sangre. Ni siquiera sabía qué era lo que había sucedido, ¿quién le había disparado? Pero una cosa era clara, él me había llamado a mí, justo cuando estaba al borde de la muerte.¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no llamar a su amante o a cualquiera de sus amigos?Mi teléfono comenzó a sonar, cosa normal, pues era tarde, mis padres estarían preocupados, por no hablar de mis hermanas. Pero en aquel momento tan sólo podía mirar hacia la puerta por la que se habían llevado su cuerpo inconsciente para operarlo de urgencia, mirando de reojo hacia su padre y la zorra de Vanesa, que llegaron, tan sólo veinte minutos después de que yo lo hic
Despertar en el hospital sin rastro de ella por ninguna parte, viendo junto a mí a papá, a la zorra de Vanesa y a mi amigo Mike… De Alex no había ni rastro, no entendía dónde se había metido ese capullo.Papá me acusó de irresponsable, por supuesto, después de enterarse de que el almacén de armas estaba vendido por mi causa, y fue Mike el que salvó la maldita situación echando a aquellos dos de mi habitación, necesitaba descansar después de haber estado a las puertas de la muerte, fueron sus palabras.- Siento que sea tu padre, pero ese tío es un capullo – rompí a reír, quejándome en cuanto comenzó a dolerme la herida, lanzándole una mirada de odio a mi amigo – te dije que toda esta mierda te salpicaría algún día, Jack.- No estoy ahora para que me sermon
Después de salvarme de las garras de la muerte, con una investigación policial siguiendo cada uno de mis pasos, intentando tener la mínima excusa para pillarme, debía llevar un nivel bajo. Pero … siendo sinceros, nunca se me ha dado demasiado bien eso de no destacar. Me gusta demasiado dar la nota, ser el bromista del grupo, llevarme a las señoritas de calle, el sexo, el alcohol, las fiestas y las drogas.Reconozco que la relación con mi viejo mejoró después de eso, cambió la cerradura de acceso y las claves del almacén de armas, y prometí ayudarle con la seguridad. Tenía un master en robótica y se me daban bien las armas, por esa razón me metí en la armada.Tenía que dejar todo el tema de Lisa Miller aparcado, a pesar de nuestro pequeño acercamiento y de que me salvase la vida, todo entre nosotros seguía ig
Hacía ya largo rato que el auto se había detenido en el parque, por detrás de dónde estaba la mansión familiar de los Miller, mi hogar. Pero ninguno de los dos habíamos pronunciado palabra o nos movimos para que bajase y me marchase a casa.No podía dejar de pensar en lo que había estado a punto de pasar en el despacho de James, en sus palabras cuando fui al despacho, en las que no quería pensar en ese momento, me hacía daño pensar en que podría haberme convertido en una víctima como lo fue mi hermana en el pasado, si Jack no hubiese entrado por esa puerta… dios sabe lo que habría ocurrido. Pero había sido él, el detonante de todo, como siempre.Abrí la puerta y salí, me estaba ahogando allí dentro. Jack salió al mismo tiempo, rodeó el vehículo y se preparó para hablar. Per