*—Lay:Era obvio que su apartamento había sido afectado y temía verlo, pero tenía que ir a verlo pronto.—¿Tu apartamento fue afectado? —escuchó que Damien preguntaba y Layonel hizo una mueca.—Habrá que ver —le dijo mientras se movía hacia las escaleras.Subieron al segundo piso y Layonel temió lo peor al ver su puerta malograda. La manija estaba rota y la puerta en sí estaba entreabierta. Le dio una mirada a Damien y este fue el que dio el paso. Abrió la puerta y decidió pasar el primero. Layonel le siguió y suspiró de cansancio al ver que los cajones del mueble de su televisión, estaban abiertos y todo el contenido estaba fuera de estos. Layonel no tenía nada de valor, todas sus cosas eran de segunda mano y siempre dejaba el IPad con el que trabajaba en la empresa porque sabía que no vivía en un barrio seguro.—Revisa si te falta algo —le ordenó Damien mientras se quedaba en la sala.—Está bien —comentó Layonel moviéndose para ver que faltaba en su hogar.No veía su gato por ningun
*—Lay:Ellos partieron de los condominios donde vivía Layonel y Damien condujo hasta su apartamento.En el trayecto hacia dicho lugar, este recibió una llamada de lo que parecía ser una compañía de seguridad. La persona le informó que los guardias habían llegado al lugar y Layonel pensó que era demasiado lo que Damien hacía por él. Solo era su pequeña plaza con nada de valor dentro de esta, pero seguro su jefe lo hacía para que Layonel estuviera más tranquilo.Unos quince minutos más tarde, llegaron al edificio donde Damien residía. Layonel no quería estar allí, pero no tenía más remedio que aceptarlo, ya mañana podría escaparse de Damien y hacer lo que le viniera en gana.Subieron en el ascensor hasta el último piso del edificio donde estaba el pent-house de Damien. Había estado pocas veces en el lugar de Damien a pesar de que tenían seis años conociéndose, pero era porque cada vez que venía, siempre había algo en un mal sitio que uno de los amantes de Damien había dejado, sin embarg
*—Damien:Había sido la peor idea que tuvo en sus 36 años, bueno, tuvo una peor que esta cuando se metió con el innombrable, pero definitivamente traer a Layonel a vivir bajo su techo no había sido una buena idea.Damien aún no sabía que se le había metido al pedirle a Layonel que viviera junto a él en su apartamento cuando el pobre fue afectado por los malhechores del bajo lugar donde residía. Debió de haber permitido que el chico resolviera su situación por sí mismo, pero se había sentido tan mal al pensar lo horrible que Layonel estaba viviendo y ahora que tenía a Layonel paseando con esos shorts con los que dormía por su casa, sabía que iba a perder prontamente los estribos.Ahora que ya no podía llevar sus amantes a su plaza porque Layonel estaba allí, Damien tenía que hacer de las suyas en hoteles o en los lugares propios de los chicos con los que se ligaba, sin embargo, no es como si hiciera mucho. Estaba enfrentando la crisis de mediana edad o algo por el estilo, porque Damien
*—Damien:Después de almorzar solo y de aligerar un poco su mente, Damien regresó a su apartamento. Eran cerca de las seis y debía de alistarse para trabajar. Cuando entró en su plaza, escuchó a Layonel cantando y venía desde el cuarto de baño para invitados. Al acercarse, notó que Layonel había dejado la puerta entreabierta mientras se duchaba y por eso se había estado escuchando su voz. A veces el chico dejaba la puerta entreabierta porque Benito era bastante intenso y si no le dejaban pasar maullaba como si estuviera muriendo. Damien se quedó mirando hacia dentro del cuarto de baño. En dirección a la puerta estaba la ducha y Layonel estaba de espaldas. Por el cristal algo empañado de la ducha, pudo ver su esbelto cuerpo y su vista se enfocó en su redondeado trasero. Siempre le había encantado su cuerpo y su generoso culo, las veces que se imaginó a sí mismo apartando sus mejillas y deslizando su polla en su rosado ano fueron muchas.Sus manos se movían y Damien notó que el chico e
*—Lay:La convivencia con Damien era un poco incómoda.Damien y él se iban juntos al final de la jornada, pero su jefe siempre lo dejaba en la entrada del edificio donde residían y se iba para aparecer a la mañana siguiente como si nada hubiera pasado. Layonel había notado que este ni dormía en su plaza y que parecía pasar la noche en otro lugar. Si no quería que vivieran bajo el mismo techo, ¿por qué le hizo la invitación? Layonel pudo vivir con Cameron quien se encolerizo cuando supo lo que pasó y lo que hizo Damien después, puesto que su amigo decía que era una línea que ninguno de los dos debió cruzar dada la relación que tenían como los sentimientos que había por medio y Layonel le dio la razón.Había sido un estúpido al aceptar su ayuda y ahora se arrepentía. Layonel estaba buscando lugares porque no podía durar más allí. Era muy incómodo y no podía ver a Damien llegando en la mañana todos los días con aspecto de haber pasado la noche con sus amantes. Era demasiado doloroso para
*—Lay:Una carcajada salió de él y miró divertido hacia la madre de su jefe.La madre de Damien creía que Layonel y Gray era la misma persona. Lo comprendía, claro, Gray y él se parecían bastante y cualquiera que no los conocía a ambos creería que uno era el otro, como en este caso. La madre de su jefe creía que Gray era Layonel y que él era quien estaba saliendo con su perfecto hijo. Layonel quiso reírse una vez más, pero aguantó la carcajada esta vez.—¿Cuál es tu precio? —volvió a preguntar la señora por tercera vez.¿Debería fingir que él era Gray? Gray era un chico dulce a pesar de ser el amante de Damien y de todos los que habían pasado por este, era el que le daba a Layonel un ligero deseo de proteger. Quizás era porque Gray era joven, pero era lo que sentía. Si le decía a la madre de su jefe que no era el chico en la foto, está iría a buscar a Gray y le haría lo mismo. No sabía nada de la vida de Gray más que el lugar donde trabajaba, pero no merecía que alguien como la señora
*—Lay:Estaba tan feliz y dispuesto a darlo todo en su nuevo trabajo.Layonel Robbins, llamado cariñosamente Lay por sus amigos cercanos, había conseguido un empleo a tiempo completo y muy formal. Lay iba a ser el asistente de un gran empresario que tenía una larga cadena de clubes nocturnos, aunque el horario era loco por así decirlo y tenía que trabajar los fines de semana, Lay estaba dispuesto a todo con tal de conseguir un buen salario de forma honorable. La paga era muy buena y tenía la facilidad incluso de tener un trabajo a medio tiempo si deseaba, puesto que comenzaba a trabajar desde las seis de la tarde hasta las dos de la mañana, si, un loco horario, pero situaciones desesperadas necesitaban medidas igual de desesperadas.Sus padres habían muerto cuando era un adolescente y entre las deudas que estos dejaron, las deudas que había adquirido durante su juventud para pagar sus estudios y algunas deudas extras, lo habían agobiado tanto que había tenido en su momento como cuatro
*—Lay:Era un hombre que seguía siempre las reglas, puesto que odiaba que la gente lo señalara con el dedo y fallar no estaba en su vocabulario. Era por esto que siempre hacia lo que su jefe, Damien Bates, decía, incluyendo cumplir su pedido de siempre, aquel que solo sucedía los domingos cuando…—Te estoy esperando, Layonel —dijo Damien Bates fuertemente al ver que Layonel seguía en el mismo lugar luego de reportar su visita al Oscuro, el cual era el club nocturno para homosexuales que supervisaba cada domingo.Layonel hizo una mueca y le dio una mirada a su jefe, quien se veía impaciente y esperaba por este.No quería ceder, últimamente se estaba haciendo el difícil, pero era más porque su corazón no podía seguir soportando esto. Su jefe seguía dándole alas, pero a su vez, seguía desapareciendo cada noche con sus amantes.Ya no sabía que pensar.—Las reglas deben seguirse y recuerda que día es hoy, Layonel —insistió su jefe Damien con su profunda voz que hacía que cualquier que la e