Ambert Tons
Me tiro en el sofá cuando ya todo está ordenado en mi nueva casa. Lukas está tirado en el suelo. "Muerto" según él.
Camille tomando soda y Charlotte hablando por videollamada con su prima Amanda.
-Tu departamento está muy lindo y todo, pero esto es estresante y doloroso -se queja Lukas.
-Debiste aceptar que tu padre te pagara una interiorista -dice Camille mordiendo el hielo.
-Si ya todo pasó -digo levantándome del sofá para abrir la puerta -¿Quién será?
-Hola Hermanita -dice Flor parada en la puerta con Maritza detrás.
-¿Que quieren? -pregunto cruzándose de brazos.
-Iré a buscar Baigon para las cucarachas -dice Lukas parado detrás de mi. Las mira de pies a cabeza.
-Vinimos a visitarte -dice Maritza.
-Se largan -digo señalando el ascensor.
-¿Qué? ¿Pero por qué?
Ambert Tons Pensé que estar aquí en París sería lo más divertido, pero no. Erick me tiene hasta la coronilla. Ni siquiera mi papá me controla tanto como él lo hace. ¿Será que no recuerda que doy mayor de edad ya?Saco mi celular y llamo a mis amigas por videollamada.—Ole perra —dice Lukas lanzando besos.—¿Que tal París? —dice Camille acostándose en su cama.—¿Ya te follaste a Erick? —pregunta Charlotte.—Estoy harta, no me deja salir y cuando salgo es con uno de sus hombres detrás, me controla todo. Me tiene cansada.—Que verga amix —dice Lukas.—¿Qué harás hoy? —pregunta Camille.—Quiere que lo acompañe a una maldita cena. No me quiere dejar sola ni un segundo —digo enojada.—De la única manera que él te puede dejar en paz, es si lo destruyes. Enamóralo en tres días y rómpele el c
Erick Stoeber Odio que los hombres no le quiten la mirada de encima a Ambert. Reconozco que es muy bonita y sexy y que llama la atención sin querer hacerlo. La veo hablar muy amena con la hija de Washington. Son de la misma edad y por lo que veo tienen mucho en común.—El guapísimo neoyorquino Erick Stoeber Smith —dice alguien a mis espaldas.Me giro y me encuentro con Stephanie, una ex colega y con la que tengo un largo historial de sexo que no quiero ni recordar o me crearía una erección en plena cena.—Hola Stephanie —digo mirándola de poesía de cabeza.No ha dejado de ser sexy y hermosa.—¿Como haz estado? —pregunta acercándose a mi.—Ya ves, excelente —digo serio.—Que bueno. Veo que ahora te gustan más joven ¿Que tiene ella que yo no tengo? —pregunta poniendo su mano derecha sobre mi pecho.
Ambert Tons Erick se había adueñado de mi boca.Lo rodeo por el cuello. Nos besamos sin tomar respiración. Siento su mano pasar de mi estómago a mi bikini. Sus dedos con cuidado se van adentrando hasta llegar a mi sexo. Jadeo y me aferro más a él.Meto mi mano en su cabello atrayéndolo más a mi. Jadeo cuando un dedo entra y se mueve con cuidado. Su erección escapen mi estómago y si que se siente bien dura.–Me traes loco —dice moviendo más rápido su dedo.No digo nada y disfruto de su beso y toque. Se siente tan bien. Me aferro más a él y araño su espalda cuando toca mi botón explosivo.—Detente —digo al sentir que casi exploto.—No lo haré —susurra contra mis labios —Serás mía, Ambert Tons.—No soy ni seré tuya, Erick —digo apretando los dientes.—Ya lo veremos —dice aumentando su movimiento.
Ambert Tons Desperté al escuchar un portazo. Erick entró y encendió las luces. —Tenemos que irnos dijo furioso tomando mi maleta que estaba en el clóset y metiendo todo en ella.—¿Qué? ¿A dónde diablos? No iré a ningún lado dije furiosa y volviendo arroparme.—No te dije que eligiera, muévete. ¡Maldición! —me levanté rápido. Estaba enojado y algo borracho. Metia todo con prisa. Casi todo.—Toma tu celular y apágalo —dijo saliendo de la habitación.Tenia su maleta echa y French estaba esperando junto a la puerta. Se notaba cauteloso y nervioso. ¿Qué coño ocurre?—¿No podemos esperar a que amanezca? —digo frotando mis ojos. Vuelvo a la habitación y me siento en la cama. Llevo el pijama de Minnie. Mi favorito.—¿Nos largamos ahora! —dice entrando enojado a la habitación.<
Ambert Tons Por más que me rehusé a viajar hasta aquí con éste imbécil, no valió. Me miro en el espejo y mi cara está pálida, las ojeras muy notorias, puedo sentir mi cuerpo más delgado y no tengo fuerzas ni para respirar. La casa es inmensa, mi habitación ni hablar y tengo prohibido entrar a la habitación de éste imbécil.Me ha mandado a llamar hace unas horas y no he ido, pero tengo hambre y debo bajar.Me pongo el pijama y bajo despacio la escalera.—Hola —digo a una chica de unos 25 años. Lleva un uniforme de empleada doméstica, y el pelo escondido en un gorro.—Hola señorita —inclina su cabeza haciendo reverencia.—¿Hay algo para cenar? —pregunto y ella niega. —. El señor ordenó que se retirara la cena ya que usted no bajó —dice apenada.—¡Imbecil! —digo y voy hasta la nevera para buscar algo de comer —Graci
Erick Stoeber La llevo a su habitación y la encierro. Por lo que veo tendré que domarla a la mala, ya que está muy rebelde.Voy a mi habitación y me encierro dando un portazo. Yo no quise ser así, pero todos conspiraron para que lo sea.Arturo, me anda tocando los huevos.Ambert se ha burlado de mi y no copera con la situación.Juan tiene algo que ver con el asesinato de mis padres y de mi amigo.Todos me la van a pagar incluyendo Carlos. Se cree el mejor mafioso, veremos quién es quien.Tomo el control y activo la alarma de las ventanas y la puerta de mi habitación. Me acuesto porque mañana debo armar mis tropas....Me despierto, desactivo todas las alarmas. Le mando un mensaje a Jen para que reúna a los hombros y darle las órdenes. Me doy una ducha larga y fría. Me visto formal y bajo escuchando murmullos en
DEntro a la sala para buscar a la señorita Tons. Camino hasta llegar a ella. Tiene la cabeza inclinada viendo una revista. Su cabello azabache cae al frente.-Buenos días señorita Tons -levanta la vista para mirarme. Me examina callada de pies a cabeza.-Oh hola -dice levantándose. Me da la mano, pero la ignoro.-Nos vamos al centro comercial, hablo serio -me doy la vuelta y ella me sigue.Idiota.-¿Cómo te llamas? -pregunta siguiendo mis pasos.-Dígame D -digo abriendo la puerta de una Tahoe negra con los cristales negros.-¿Cuál es el maldito misterio con sus nombres? -pregunta pero no contesto.Maldición.Sube de malagana en la parte trasera y cierra dando un portazo.-Solo iremos usted y yo, así que espero que se sepa comportar, porque tengo ordenes de hacerla cumplir l
Ambert TonsUna semana más en éste maldito encierro, no puedo salir sola, solo con los gorilas o con D. Con éste último no me molesta salir, a pesar de ser ignorante, desagradable e imbécil me atrae. Hay algo en él que me intriga y a veces me desajusta las hormonas. Hoy me acompañará a comprar ropas, Erick está en Puerto Rico y no regresa hasta mañana.Busco mi celular el cuál tiene hasta las alarmas intervenidas y bajo. M me saluda con un gesto de cabeza y se retira. Voy hasta el estacionamiento y subo al auto en la parte delantera. D no me mira, solo enciende el auto.—¿Tan fea soy, D? —pregunto girándome hacia él.—No, de hecho pienso que es hermosa, parece echa a manos y pincel, su cabello negro, sus ojos tan chispeantes, sus labios, su sonrisa, su mirada, parecen inhumanos, usted es perfecta.. —hace una pausa y mira al fre