Ambert Tons
Erick se había adueñado de mi boca.
Lo rodeo por el cuello. Nos besamos sin tomar respiración. Siento su mano pasar de mi estómago a mi bikini. Sus dedos con cuidado se van adentrando hasta llegar a mi sexo. Jadeo y me aferro más a él.
Meto mi mano en su cabello atrayéndolo más a mi. Jadeo cuando un dedo entra y se mueve con cuidado. Su erección escapen mi estómago y si que se siente bien dura.
–Me traes loco —dice moviendo más rápido su dedo.
No digo nada y disfruto de su beso y toque. Se siente tan bien. Me aferro más a él y araño su espalda cuando toca mi botón explosivo.
—Detente —digo al sentir que casi exploto.
—No lo haré —susurra contra mis labios —Serás mía, Ambert Tons.
—No soy ni seré tuya, Erick —digo apretando los dientes.
—Ya lo veremos —dice aumentando su movimiento.
Ambert Tons Desperté al escuchar un portazo. Erick entró y encendió las luces. —Tenemos que irnos dijo furioso tomando mi maleta que estaba en el clóset y metiendo todo en ella.—¿Qué? ¿A dónde diablos? No iré a ningún lado dije furiosa y volviendo arroparme.—No te dije que eligiera, muévete. ¡Maldición! —me levanté rápido. Estaba enojado y algo borracho. Metia todo con prisa. Casi todo.—Toma tu celular y apágalo —dijo saliendo de la habitación.Tenia su maleta echa y French estaba esperando junto a la puerta. Se notaba cauteloso y nervioso. ¿Qué coño ocurre?—¿No podemos esperar a que amanezca? —digo frotando mis ojos. Vuelvo a la habitación y me siento en la cama. Llevo el pijama de Minnie. Mi favorito.—¿Nos largamos ahora! —dice entrando enojado a la habitación.<
Ambert Tons Por más que me rehusé a viajar hasta aquí con éste imbécil, no valió. Me miro en el espejo y mi cara está pálida, las ojeras muy notorias, puedo sentir mi cuerpo más delgado y no tengo fuerzas ni para respirar. La casa es inmensa, mi habitación ni hablar y tengo prohibido entrar a la habitación de éste imbécil.Me ha mandado a llamar hace unas horas y no he ido, pero tengo hambre y debo bajar.Me pongo el pijama y bajo despacio la escalera.—Hola —digo a una chica de unos 25 años. Lleva un uniforme de empleada doméstica, y el pelo escondido en un gorro.—Hola señorita —inclina su cabeza haciendo reverencia.—¿Hay algo para cenar? —pregunto y ella niega. —. El señor ordenó que se retirara la cena ya que usted no bajó —dice apenada.—¡Imbecil! —digo y voy hasta la nevera para buscar algo de comer —Graci
Erick Stoeber La llevo a su habitación y la encierro. Por lo que veo tendré que domarla a la mala, ya que está muy rebelde.Voy a mi habitación y me encierro dando un portazo. Yo no quise ser así, pero todos conspiraron para que lo sea.Arturo, me anda tocando los huevos.Ambert se ha burlado de mi y no copera con la situación.Juan tiene algo que ver con el asesinato de mis padres y de mi amigo.Todos me la van a pagar incluyendo Carlos. Se cree el mejor mafioso, veremos quién es quien.Tomo el control y activo la alarma de las ventanas y la puerta de mi habitación. Me acuesto porque mañana debo armar mis tropas....Me despierto, desactivo todas las alarmas. Le mando un mensaje a Jen para que reúna a los hombros y darle las órdenes. Me doy una ducha larga y fría. Me visto formal y bajo escuchando murmullos en
DEntro a la sala para buscar a la señorita Tons. Camino hasta llegar a ella. Tiene la cabeza inclinada viendo una revista. Su cabello azabache cae al frente.-Buenos días señorita Tons -levanta la vista para mirarme. Me examina callada de pies a cabeza.-Oh hola -dice levantándose. Me da la mano, pero la ignoro.-Nos vamos al centro comercial, hablo serio -me doy la vuelta y ella me sigue.Idiota.-¿Cómo te llamas? -pregunta siguiendo mis pasos.-Dígame D -digo abriendo la puerta de una Tahoe negra con los cristales negros.-¿Cuál es el maldito misterio con sus nombres? -pregunta pero no contesto.Maldición.Sube de malagana en la parte trasera y cierra dando un portazo.-Solo iremos usted y yo, así que espero que se sepa comportar, porque tengo ordenes de hacerla cumplir l
Ambert TonsUna semana más en éste maldito encierro, no puedo salir sola, solo con los gorilas o con D. Con éste último no me molesta salir, a pesar de ser ignorante, desagradable e imbécil me atrae. Hay algo en él que me intriga y a veces me desajusta las hormonas. Hoy me acompañará a comprar ropas, Erick está en Puerto Rico y no regresa hasta mañana.Busco mi celular el cuál tiene hasta las alarmas intervenidas y bajo. M me saluda con un gesto de cabeza y se retira. Voy hasta el estacionamiento y subo al auto en la parte delantera. D no me mira, solo enciende el auto.—¿Tan fea soy, D? —pregunto girándome hacia él.—No, de hecho pienso que es hermosa, parece echa a manos y pincel, su cabello negro, sus ojos tan chispeantes, sus labios, su sonrisa, su mirada, parecen inhumanos, usted es perfecta.. —hace una pausa y mira al fre
Ambert TonsTiro todas las bolsas sobre la cama y me tiro en el sofá de mi habitación. Ya estoy cansada de ésta mierda de vida. Para empeorar las cosas, Erick se ha unido a unos mafiosos y ha dejado en claro que vengará la muerte de sus padres y de mi padre sin importar a quien se tenga que llevar por delante. Ya esto no me gusta, se que mi vida corre peligro y debo salir de todo esto cuánto antes.Me levanto para bajar a comer y en la tarde quizás meterme a la piscina. E ve refresca desde el ventanal de la sala.Me dicho antes de bajar, encima del bikini me coloco un vestido y luego calzo unas sandalias buen cómodas.—Hasta que yo no autorice están prohibidas las salidas —dice Erick a sus hombres. Ella me miran y asienten con miedo.Me siento en la mesa y él se gira antes de hablar, se sienta y carraspea.—¿Algo qu
Ambert TonsEstá más que claro que Erick está loco. Ha reforzado la seguridad, D está asignado para estar detrás de mí cada segundo y no puede moverse de mi puerta ni un segundo. Esto es una locura. Cada día más peligroso.M me dijo que La vida de todos aquí corre peligro. La mía, y la de ellos si a mí me pasa algo.Hay una chica nueva asignada para ayudarme en lo que necesite, solo se que su apodo es P. Es grosera, altanera y se que está interesada en Erick. Já, si supiera que la puedo desaparecer con solo abrir la boca. Me caes remal muy mal. También he visto como mira a D. Cuánto quisiera decirle que D es mío, solo mío. Pero el maldito no me pela, se la pasa hablándome recto y a veces ni me habla. Pero tengo un plan.Me levanto rápido de la cama, tomo una almohada y la lanzo hasta quedar en la parte de arriba del clóset. Abr
DCuando la voz del jefe se escuchó sentí mi cabeza volar.Ambert saca mi celular, me lo pone en la mano, me empuja lejos de ella y se mete debajo de las sábanas.—Adelante —dice ella con voz apagada.—¿A dónde se fue...?—Aqui estoy señor —digo tragan saliva.—Me siento al Erick, justo ahora D te iba a llamar —dice sentándose con dificultad.—Asi es señor —digo mostrando mi celular.Él no me mira, por suerte o notaría mi erección.—¿Qué tienes? —pregunta tocando su frente.—Me duele mucho el estómago, casi o pude dormir —dice agachando su cabeza.—D, pídele a M que le preparo algo a la señorita —dice señalando la puerta.Salgo disparado y en el camino hago ejercicio mental para bajar la erección.Le doy el recado a M y tomo agua antes de subir.<