Ya estaba instalada en una habitación, no era muy grande pero había una cama bien cómoda. Tengo una camisa de Erick que encontré en su habitación mientras se duchaba. Ya son las 2:45 de la madrugada, no tengo sueño pero hambre si. Me levanto. Uii que frío está el suelo. Salgo de puntilla para no hacer ruido, quizás ya esté en la cama y no quiero despertarlo, aunque me daría igual.
Llego a la cocina, gracias a Dios que vine a la fiesta sé donde está cada lugar. Abro la nevera con cuidado y está full. Pero no sé qué comer. Saco un cartón de leches y lo pongo en la encimera. Voy a la despensa por alguna galleta o pan. Cereal. De Lucky Charm jajaja por Dios. Lo tomo y saco un tazón. La luz se enciende y quedó en shock.
—¿Nunca te enseñaron a pedir las cosas? —su voz ronca y sexy llena mis oídos.
—Nope, si quiere me puede enseñar —me armo de valor y sigo
Ambert Tons -¿En serio papi? -pregunto enojada.No puedo creer que mi padre me haya organizado la fiesta de cumpleaños con sus amigos viejones. Tenia planeado irme de fiesta con mis amigos, pero resulta que mi papá invitó a sus amigos y amigas. Que desastre.Pero mejor no reclamo, mañana me va a entregar mi nuevo departamento y no quiero que se enoje.-Sólo quería que tuvieras muchas personas en tu fiesta de 18 años -dice algo triste.-Ok, ok, está bien papi, muchas gracias -le doy un beso y un abrazo.Mi padre cree que soy una aburrida que no tengo amigos. Soy popular en mi escuela, no tengo amigos porque no quiero. Además; no quiero gente falsa a mi alrededor. Soy feliz con mis pocas putas.-Vamos a comprarte el vestido -dice mi padre extendiendo su mano.-Vamos -digo sonriendo.Erick St
Erick Stoeber Algunos bailan, otros toman y yo pues tomar y ver a mi hermana divertirse con Ambert. Estás dos no pueden ser amiga. Ambert no es muy buena que digamos.Se susurran y ríen mientras me miran.Mi celular vibra en mis bolsillos y me voy lejos para contestar.Hazel.No se como ya decirle que lo nuestro terminó, me trae harto. Lo peor de todo es que se está ligando con personas peligrosas, vinculadas a la mafia. Hace unos meses tuve problemas con Arturo y él es bastante peligroso. Sin contar que no tiene piedad.Rechazo la llamada y me giro encontrándome con una Flor muy coqueta.De tal palo tal astilla. Su madre es igual o peor de resbaloza.—¿Necesitas algo? —pregunto guardando mi celular.—Solo un favor —dice jugando con un mechón de su pelo.—¿Qué? —pregunto seco.
Ambert Tons Me tiro en el sofá cuando ya todo está ordenado en mi nueva casa. Lukas está tirado en el suelo. "Muerto" según él.Camille tomando soda y Charlotte hablando por videollamada con su prima Amanda.-Tu departamento está muy lindo y todo, pero esto es estresante y doloroso -se queja Lukas.-Debiste aceptar que tu padre te pagara una interiorista -dice Camille mordiendo el hielo.-Si ya todo pasó -digo levantándome del sofá para abrir la puerta -¿Quién será?-Hola Hermanita -dice Flor parada en la puerta con Maritza detrás.-¿Que quieren? -pregunto cruzándose de brazos.-Iré a buscar Baigon para las cucarachas -dice Lukas parado detrás de mi. Las mira de pies a cabeza.-Vinimos a visitarte -dice Maritza.-Se largan -digo señalando el ascensor.-¿Qué? ¿Pero por qué?
Ambert Tons Pensé que estar aquí en París sería lo más divertido, pero no. Erick me tiene hasta la coronilla. Ni siquiera mi papá me controla tanto como él lo hace. ¿Será que no recuerda que doy mayor de edad ya?Saco mi celular y llamo a mis amigas por videollamada.—Ole perra —dice Lukas lanzando besos.—¿Que tal París? —dice Camille acostándose en su cama.—¿Ya te follaste a Erick? —pregunta Charlotte.—Estoy harta, no me deja salir y cuando salgo es con uno de sus hombres detrás, me controla todo. Me tiene cansada.—Que verga amix —dice Lukas.—¿Qué harás hoy? —pregunta Camille.—Quiere que lo acompañe a una maldita cena. No me quiere dejar sola ni un segundo —digo enojada.—De la única manera que él te puede dejar en paz, es si lo destruyes. Enamóralo en tres días y rómpele el c
Erick Stoeber Odio que los hombres no le quiten la mirada de encima a Ambert. Reconozco que es muy bonita y sexy y que llama la atención sin querer hacerlo. La veo hablar muy amena con la hija de Washington. Son de la misma edad y por lo que veo tienen mucho en común.—El guapísimo neoyorquino Erick Stoeber Smith —dice alguien a mis espaldas.Me giro y me encuentro con Stephanie, una ex colega y con la que tengo un largo historial de sexo que no quiero ni recordar o me crearía una erección en plena cena.—Hola Stephanie —digo mirándola de poesía de cabeza.No ha dejado de ser sexy y hermosa.—¿Como haz estado? —pregunta acercándose a mi.—Ya ves, excelente —digo serio.—Que bueno. Veo que ahora te gustan más joven ¿Que tiene ella que yo no tengo? —pregunta poniendo su mano derecha sobre mi pecho.
Ambert Tons Erick se había adueñado de mi boca.Lo rodeo por el cuello. Nos besamos sin tomar respiración. Siento su mano pasar de mi estómago a mi bikini. Sus dedos con cuidado se van adentrando hasta llegar a mi sexo. Jadeo y me aferro más a él.Meto mi mano en su cabello atrayéndolo más a mi. Jadeo cuando un dedo entra y se mueve con cuidado. Su erección escapen mi estómago y si que se siente bien dura.–Me traes loco —dice moviendo más rápido su dedo.No digo nada y disfruto de su beso y toque. Se siente tan bien. Me aferro más a él y araño su espalda cuando toca mi botón explosivo.—Detente —digo al sentir que casi exploto.—No lo haré —susurra contra mis labios —Serás mía, Ambert Tons.—No soy ni seré tuya, Erick —digo apretando los dientes.—Ya lo veremos —dice aumentando su movimiento.
Ambert Tons Desperté al escuchar un portazo. Erick entró y encendió las luces. —Tenemos que irnos dijo furioso tomando mi maleta que estaba en el clóset y metiendo todo en ella.—¿Qué? ¿A dónde diablos? No iré a ningún lado dije furiosa y volviendo arroparme.—No te dije que eligiera, muévete. ¡Maldición! —me levanté rápido. Estaba enojado y algo borracho. Metia todo con prisa. Casi todo.—Toma tu celular y apágalo —dijo saliendo de la habitación.Tenia su maleta echa y French estaba esperando junto a la puerta. Se notaba cauteloso y nervioso. ¿Qué coño ocurre?—¿No podemos esperar a que amanezca? —digo frotando mis ojos. Vuelvo a la habitación y me siento en la cama. Llevo el pijama de Minnie. Mi favorito.—¿Nos largamos ahora! —dice entrando enojado a la habitación.<
Ambert Tons Por más que me rehusé a viajar hasta aquí con éste imbécil, no valió. Me miro en el espejo y mi cara está pálida, las ojeras muy notorias, puedo sentir mi cuerpo más delgado y no tengo fuerzas ni para respirar. La casa es inmensa, mi habitación ni hablar y tengo prohibido entrar a la habitación de éste imbécil.Me ha mandado a llamar hace unas horas y no he ido, pero tengo hambre y debo bajar.Me pongo el pijama y bajo despacio la escalera.—Hola —digo a una chica de unos 25 años. Lleva un uniforme de empleada doméstica, y el pelo escondido en un gorro.—Hola señorita —inclina su cabeza haciendo reverencia.—¿Hay algo para cenar? —pregunto y ella niega. —. El señor ordenó que se retirara la cena ya que usted no bajó —dice apenada.—¡Imbecil! —digo y voy hasta la nevera para buscar algo de comer —Graci