¿QUE HE HECHO?

Me despierto debido al sonido de un envase roto, y me percato que había despertado después de una loca noche de sexo, en el que veo al hermoso hombre completamente dormido, mientras que yo me encuentro completamente desnuda al igual que él, carajo, al parecer me quede dormida luego de haber estado con semejante hombre, pero no me pueden culpar, no fue solo una vez, este hombre sí que sabe hacer lo que hace, pues no me dejo descansar en toda la noche y lo mejor, no hubo silencios incómodos, solo gemidos y orgasmos descontrolados, pero ahora tengo que huir, no quiero que él piense que yo quiero algo más, además de que si él me metió en este lugar es más que obvio que no desea nada serio y yo no seré la loca que lo persiga, aunque con esa forma de tener sexo, no me culparía de quedar ilusionada con él, algo que me reprendo de inmediato y no hago, pues aun con el horrible dolor en mi abdomen bajo, después de una anoche como la que tuve, tomo mi ropa en silencio y le doy una mirada al hombre aun dormido plácidamente en la cama y me visto con afanes

No quiero presionarlo o hacerle pensar que tiene que hacerse cargo de la loca chica que sin siquiera un trago en la cabeza acaba de acostarse con él y pasar una de las mejores noches de su vida no lo negaré, pero esto no así como funciona, la verdad es que no tengo dicha experiencia con cosas como esas, pero no puedo hacer o actuar como una persona impertinente, soy una chica liberal, por lo menos eso era lo que intentaba en estos momentos, no quiero ser una molestia y mucho menos quiero verme como una mujer afanada por tenerlo en mis manos, aunque si soy sincera me encantaría amarrar a ese hombre en mi cama y encargarme de hacer maravillas con él justamente como lo habíamos hecho hace unas cuantas horas

Carajo Vanessa concéntrate, este hombre no es un futuro para ti, solo míralo, hombres como el jodidamente sexi, no se meten con chicas como tú, con mujeres que solo están todo el día metidas en la cocina en busca de una receta perfecta a él le gustan posiblemente las mujeres de faldas cortas que vienen todo el tiempo a lugares como estos y se dejan llevar a su cama justamente como tú lo hiciste, por dios santo aquí estas tú, en la habitación de este hombre vistiéndote llena de afanes para no ser notada por él, para no presionarlo cuando llegue a despertar.

Aunque no negaré que sería fantástico poder hablar, decirle un adiós y hasta poder pedir su nombre a cambio de tener unas horas más con él, solo su nombre nada complicado ni nada de presión, ya basta Vanessa es hora de salir, ya basta de eso de querer más de él no lo puedes tener y desear, fue una excelente noche y es un hombre maravillosamente hermoso y caliente, pero ya, no más de eso.

Si en definitiva eso es lo que harás, tomo mis zapatos en mis manos para que estos no hagan el más mínimo ruido al pisar contra el mármol, en lo que agradezco que cuando jalo la perilla de la habitación esta se abre como si nada, es una dicha que no tengo que poner ningún código, porque de ser así, tendría que despertar al dios griego en la cama y no tengo muchas ganas de hacerlo, no puedo simplemente no puedo, resígnate tonta es un hombre prohibido, hombre prohibido…

--Carajo ...-- Doy un respingo al ver a un hermoso hombre de piel bronceada, ojos verdes del color de la naturaleza, los cuales no negaré que son hermosos, junto con su cabello castaño, lo cual demuestra verdadera belleza, este me observa con diversión mientras que parece no querer quitarse del medio, para que yo no pueda huir con tranquilidad.

--Vaya esto es nuevo… y lindo… muy lindo… ¿Qué te trae por aquí bella dama…--no sabía que decir o hacer, la verdad es que estaba completamente sorprendida, por su voz, su belleza, pero sobre todo su porte, que hombre más maravilloso, no lo negaré, aunque si me preguntan prefiero mil veces al hombre que acabo de dejar completamente dormido en la cama, pero la verdad es que no sé qué decirle en este momento ¿Cómo le digo que estoy huyendo del hombre con el que me acosté, porque no quiero presionarlo a un lazo emocional?

 --Oye Marcus... ¿Lo encontraste? —Escucho una voz a lo lejos y aquel levanta una ceja con diversión, al notar que me pongo sumamente nerviosa, pues no comprendo qué ocurría, en lo que aquel chico habla y me deja sorprendida con su voz ronca y sensual haciéndome pensar, que posiblemente Zeus está enviando a sus hijos a hacernos pensar en cosas nada encantadoras, a las mujeres de la tierra.

 --No ... Pero no importa entraré a la habitación ... Gracias Ajax ... Por cierto ... Quienes estaban ayer aquí ...-- Intenté irme de nuevo, pero aquel con su estructural cuerpo impide mi salida, en lo que le abro mis ojos y cuando estoy dispuesta a discutir, aquel me hace un gesto de silencio con su dedo sobre su delgada boca, haciendo que me intimide un poco y la verdad no entiendo por qué, pues yo no soy una cobarde, pero la verdad este hombre es tan lindo me intimida un poco.

 --Solo vi a Joshua... Creo que james, pero se fue al instante con una rubia que estaba ... Como para comérsela ... La verdad no había nadie más ... ¿Esperabas a alguien más? Puedo preguntarles a los chicos por si saben algo más…

--Hijo de p**a ...-- aquel da una maldición llena de diversión — No simplemente quería saber qué se come últimamente aquí… no te preocupes le diré a Artemis todo lo que indicaste… ella seguro hará algo con los problemas legales, sabes que nadie se mete con ella cuando se trata de un juicio… --No tengo la menor idea de lo que está hablando aquel chico, pero entonces simplemente se aleja de mí y me hace una seña con la mano indicándome que me puedo marchar, algo que no sé si agradecer o simplemente sentirme aliviada, la verdad solo salgo de allí sin decir palabra alguna, mientras siento su mirada en mi trasero y lanzó una maldición a aquel en un susurro, en lo que al salir noto a un rubio que me observa sin lograr comprender al parecer de donde he salido, por lo que simplemente me hago la digna y salgo del lugar rogando no volver aquí a menos que sea una ocasión de vida o muerte, o simplemente debo dejar pasar el tiempo no lo sé, pero de lo que estoy segura es que esto no lo puedo volver a repetir nunca jamás.

Subo a mi auto y doy un gran suspiro, en este veo una nota en el parabrisas y me percato que se trata de las chicas, en lo que logro ver del otro lado vidrio que se encuentra algo empañado por el frío, las palabras <<LLAMANOS>> carajos, es vedad que estaba con las chicas con el afán de todo lo de anoche no me percate que las había dejado completamente sola sin decires ninguna palabra, posiblemente estaban muy asustadas y yo estaba revolcándome con un hombre candente en una habitación extraña sin la menor de las cautelas, este hombre podría ser un maniático, podría ser un hombre peligroso, además de que podría ganarme una ETS por acostarme con un hombre que posiblemente se revuelca con una chica diferente cada fin de semana

--Maldición… maldición… carajos…--golpe una y otra vez el volante del auto, mientras me maldigo por mi actuación tonta y por dejarme llevar por una calentura, no debería estar arrepintiéndome, no debería estar actuando como una tonta, en definitiva, soy una tonta que no sabe lo quiere—carajo... carajo…

De nuevo otro golpe al volante, tanto así que logre hacer que este soltara un pitido del claxon que hizo que me asustara un poco y diera un respingo en el lugar, ya que no me imagine que sonaría de esta manera, debo comportarme, debo ser más consiente, a ver analicemos, tu Vanessa ¿lo disfrutaste? ¿Te arrepientes de haberlo pasado tan bien? Y deja de quejarte, eres una mujer joven que solo disfruto de su sexualidad con un hombre hermoso, con la un hombre con el que muchas han llegado a soñar y lo pasaste hasta el final de las mil maravillas ahora que está todo aclarado deja de llorar como una niña pequeña, deja de actuar como una tonta y disfruta porque conseguiste los que no todos tienen el privilegio de tener, ahora eres una chica con suerte gózalo porque no sabes que podrá pasar en el futuro, punto

--¿Oye necesitas ayuda? —doy un respingo al escuchar que golpean mi ventana, veo a un hombre moreno de ojos dorados y el porte de un dios griego, éste habla con una voz llena de diversión, mientras me observa divertido y noto sus ojos dorados parecer divertidos e irradiar curiosidad, mientras yo parezco una tonta observándolo como si fuese una retrasada metal--¿quieres que te lo empuje? No te ofendas, pero, aunque me encanta verte golpear el volante y escuchar tu claxon que noto que está perfectamente, he decidido ayudarte…--carajos es un hermoso moreno digno de admirar, pero debo concéntrame en que tengo que hacer, además que no estoy haciendo más que el ridículo, que horror, hoy no es mi día definitivamente, prometo no venir nunca más a este lugar, prometo que desde este día, Vanessa se convertiré en monja, si… iré a un convento y me entregare a dios para librarme de mis pecados, como aquellos que hice anoche una y otra vez con tan fabuloso hombre, concéntrate Vanessa, concéntrate de una buena vez.

--No lo necesito gracias, solo… no es nada gracias…--enciendo el auto y le sonrió con lo que esta perece de estar completamente apenada, algo que al parecer funciona pues este solo da unos pasos hacia atrás para lo que parecía indicarme que arrancara, algo que hice un poco cohibida y sin saber por qué me daba tanto miedo aquel espécimen hermoso de piel morena, pero aun con todo lo que pensé y con la nota constante repitiéndome en mi cabeza por el hecho de lo que he hecho la noche anterior tengo la pequeña sensación que lo disfruté y que si se me vuelve a presentar la ocasión, de nuevo lo haré, lo haré sin la más mínima duda.

¿Por qué a mí? ¿es alguna clase de karma por la fabulosa noche sin ningún tipo de conciencia? ¿es acaso la muestra de que porte mal? La verdad no lo sé, acabo de ver tres dioses griegos, en el que puedo llegar a decir que tuve el privilegio de pasar una noche esplendida, pero ahora solo me pregunta una y otra ¿Qué he hecho? Jamás lo había hecho, pero he de decir que no es el hecho de arrepentirme por acostarme con él, es el hecho de que yo Vanessa Fleury, por primera vez en mi vida me siento completamente satisfecha con un hombre y he escapado de él, algo contradictorio en verdad, más cuando observo por el retrovisor y noto como el moreno sigue observando mi auto y como mi rubor aparece en mi mejillas cuando recuerdo todo lo ocurrido la noche anterior con detalle, no hay duda soy una gran pervertida y degenerada.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo