A la mañana siguiente, sobre las doce del mediodía, Ricarddo y Alycia acompañaron hasta la estación a ambos.
Alycia se abrazó y despidió de su hijo mientras Ricarddo se llevó a parte a Christian.
-No quiero que creas que si te he traído aquí es para regañarte o increparte así que mantén la calma- empezó a decir Ricarddo.
Christian tragó saliva.
-Sé de sobra que no te quieres ir-
Christian sintió como si una bola se le instalara en la boca de la garganta.
-Si hemos hecho esto, lo de pagaros un viaje, no es solo porque te irás en breve y queremos que nuestro hijo intente pasarlo lo mejor hasta tu despedida-
-Yo...no sé cómo darle las gracias por no verme como cabrón y un hijo de puta aún viendo que llegué con alguien y...-
-Ey, oye- Ricarddo le coloc&
-Yo creía que era un...hostal-Alrededor de las dos y media, tras haber comido y haber dado un pequeño paseo por la plaza donde se encontraba el restaurante llamaron a otro taxi para darle las señas del "hostal".Elyan al lado de un atónito Christian quien miraba sin pestañear aquella casita similar a la de Ricarddo y Alycia.-Yo tampoco sabía que tenían una casita aquí- repuso Elyan mirándola sorprendido.-Solo espero que esté provista de comida porque queda bien apartada de la ciudad y sin vehículo ni nada pues como que no es plan de ir andando- apuntó Christian quien guardándose el papelito con las señas y colgándose mejor los bolsos de ambos en cada hombro agarró nuevamente de la mano al chico para tirar de él hacia la casa.Juntos llegaron ante la puerta principal para ver colgada medio escondidas e
¿Aburrirse sin salir de allí?No.Ni por asomo.Con Elyan, Christian no pudo decir ni en un momento dado que se aburría.El chico siempre veía algo que hacer.Después del falso susto que le dio tras llegar a la casa, por supuesto se "reconciliaron" en la misma piscina.Después, una vez secos, llevaron los bolsos a la habitación donde dormirían o harían que dormían, según se diera.Se cambiaron de ropa para cómodamente vestidos con sus short buscar algo para cenar.La cena la llevaron a cabo no en la mesa del patio sino que usando las toallas secas del mediodía, las extendieron en el césped convirtiendo su cena en una especie de "picnic" improvisado.Antes de irse a dormir, Elyan le insistió a Christian en darse un baño a la luz de la luna...Para finalmente, entr
Había logrado introducir dos dedos pudiendo oír a Elyan gemir de manera incesante.Lo tenía postrado de rodillas y de espaldas, obsequiandole con todo el trasero un poco más elevado que el resto del cuerpo.Le susurraba al oído palabras tranquilizadoras además de dejar beso tras beso en su cuello y hombros, con la idea de que estuviera todo lo relajado posible.Elyan empezaba a sentir más y más placer notando como los dedos del moreno entraban y salían de él.Christian le rodeó por la cintura y probó a ver si se dejaba hacer.Retirando los dígitos, asió su miembro y lo guió hacia el lugar.Despacio, comenzó a empujar para de repente oír a Elyan dar un quejido.-Relajate, respira hondo y relájate, solo voy a probar y si no, no pasa nada- musitó Christian a su oído.<
Última noche.Ninguno dormía sino que tendidos bocabajo en la cama y sin dejar de mirarse mantenían sus manos entrelazadas.No volvió a sufrir más vómitos.-Una... semana- dijo Elyan.-Sí- asintió Christian.-¿Me...me vas a...olvidar?- preguntó Elyan.Christian negó con la cabeza.-Nunca--Yo... tampoco-Christian vio cómo las lágrimas caían por la mejilla del chico para ir a caer a la sábana.-No llores por favor- se apresuró a limpiarselas.-No...no puedo evitarlo- sollozó Elyan -Te...te vas-Christian se lo apretó contra sí envolviéndolo en un cálido abrazo y besando su boca.-Porque soy un maldito cobarde Elyan, porque no puedo ni soy capaz de...tener un par de huevos y ser quién soy y... prefiero el camino f&a
Octubre.Habían pasado cinco meses desde que conociera a Elyan y casi cuatro desde que ambos iniciaran un romance que acabó con el verano.La boda estaba lista.El restaurante buscado y reservado.Y Christian solo en una sala en la iglesia.No había demostrado emociones ni nada después de llegar.Veronique, intentó levantarle el ánimo pero...Pasaron de compartir cama o no compartir más que un escueto buenos días por parte de Christian y poco más.Ella insistió en saber qué le pasaba pero la respuesta del moreno siempre era la misma.Nada.Como marioneta fue llevado de un lado a otro por ella y su madre, eligiendo las flores para la iglesia, yendo con su madre a la prueba del chaqué, decidiendo los platos que se servirían en el convite...Y ahora al
Estacionó así como le vino en gana.No quería perder mucho tiempo.Había llamado a la universidad donde Ricarddo aún impartía clases y le habían dicho que no se había ido todavía por lo que puso dirección a ésta.Todo acelerado subió los escalones principales para como un huracán entrar al centro.Corrió por el amplio pasillo hasta que al cruzar junto a un aulario lo vio.Recogiendo sus cosas en una caja.-¿Pro-profesor Ferrara?-Ricarddo levantó la vista para ver al moreno adentrarse en el aula.-Christian- saludó el mayor.-¿Qué...por qué recoge sus cosas?- inquirió Christian extrañado.Ricarddo cerró la caja para echándole a un lado apoyarse en el borde de la mesa.-Me voy- respondió con su sonrisa perenn
Llegó al aeropuerto pasadas las doce de la medianoche.No sabía dónde alojarse pues lo más probable es que no hubiera ni un solo hostal u hotel abierto a esas horas así que decidió buscar otra alternativa.Acarreando con todo el equipaje que se llevó salió del aeropuerto.Ni un alma.Metió la mano en el bolsillo de su cazadora y sacó el móvil.¿Qué hacía?¿Y si aún no había llegado Ricarddo?¿Y si debió esperar y no ser tan impulsivo?Decidió probar.-Todo lo malo que no haya llegado y me mande más allá de la mierda- se dijo.Buscando el número de teléfono de Ferrara pulsó la tecla de llamada y se lo colocó al oído.Esperó.Una ligera vibración hizo levantar la cabeza tanto al hombre com
Después, toda la casa se quedó en silencio.Ricarddo acompañó en su siesta a Alycia y Rossanna pidió la tarde libre para hacer cosillas en casa pues volvía su hijo con su esposa y nietos.Los únicos que se quedaron en el patio fueron Christian y Elyan que estirando las toallas bajo unos árboles frutales, decidieron pasar la tarde juntos.No hablaban.Elyan, con los ojos cerrados, descansaba la cabeza en los muslos del moreno mientras éste, le había levantado la camiseta comprobando que se podía apreciar el embarazo.Se entretuvo en pasear la mano por él, notando ese abombamiento.Elyan le había enseñado antes de almorzar, las dos ecografías que se había hecho para como bobo, Christian, quedarse mirándolas.También le dijo que era un niño.-¿Paulo?-Elyan a