Crudo y potente.

Desamor.

Se presenta en muchas formas. A veces por la pérdida de tu madre o, a veces, por romper con esa persona que te hizo sentir especial. Algunos lloraban toda la noche, pero se limpiaban las lágrimas a la mañana siguiente y empiezan de nuevo, pero a veces simplemente dejan que el dolor habite en lo más profundo del corazón. Los días se convirtieron en meses, pero el dolor seguiría ahí.

Crudo y potente.

Nunca es el dolor lo que disminuye, sino que fuimos nosotros las almas rotas las que nos acostumbramos a tal dolor que ya no duele más pero luego otra vez. El latido sordo siempre estaría ahí, es solo que construimos un mecanismo en nuestra cabeza para afrontar el dolor porque al final, aunque pares la vida sigue. La Tierra sigue girando alrededor del Sol y la Luna sigue brillando todas las noches. Al final, la persona que sufría no podía hacer más que seguir adelante, pero esta vez llevaría un dolor sordo en el pecho y tendría que vivir con ello por el resto de su vida.

Los ro
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