En la habitación de la mansión Pratt, Lindsey se acurruca en el pecho de su esposo a hipar, empezó a relatarle su reencuentro con su hermana y el estado tan deplorable que la encontró.—Ya mi muñequita, aquí estamos todos para apoyarla, sabes que cuentas conmigo para lo que desees.—Si cariño, eso lo sé —ella levantó la cara y él atrapó sus labios. Una guerra de pasión ha comenzado, ambos estaban en pleno apogeo de su matrimonio.Ha transcurrido un mes. Una mujer estaba confundida en su apartamento con una prueba de embarazo en la mano, no sabe qué hacer, sus lágrimas comenzaron a salir a cántaros.Janna no tiene pareja, solo una persona que acude a ella cuando uno de los dos necesitaba el calor del otro, ella no sabía cómo definir su relación, no había reglas, ni celos y en el mundo exterior eran como dos extraños, pero en la intimidad de cuatro paredes se contaban hasta su más bajo secretos.Ella se lanzó en la cama recordando como hace dos años comenzó su vida sexual.Janna tomaba
Janna de tanto pensar decidió llamar a Freed, estiró la mano y agarró el teléfono que estaba sobre la mesita de noche, marcó su número de teléfono, después de tres repicadas escuchó.—Me extrañas —contestó con una voz sensual, estaba llegando a su departamento.—¡Freed! ¿Estás ocupado? Necesitamos hablar —susurró insegura, él lo noto en su tono de voz—Salgo para allá —no la dejo que respondiera, cortó el teléfono y agarró las llaves de su carro y salió.Al cabo de 10 minutos tocaron el timbre, Janna se sobresaltó, los nervios la estaban atacando, tocándose la barriga, pronunció—Te amo bebe, ahora vamos a darle la noticia a papá, a ver si nos quiere en su vida, si no es así, aquí estoy yo, para darte muchos mimos y amor.Se levantó y se dirigió a la puerta, abrió y allí estaba el rubio de ojos verdes con la mirada fija en ella.—Freed pasa y toma asiento.Él pudo notar la angustia en su mirada, sin decir nada pasó y se sentó en el sofá. Ella hizo lo mismo y se sentó a su lado, miran
—Catrina, tenemos que esperar el mejor momento para poner en ejecución nuestro plan, ¡cálmate! No vayas a comerte una locura que arruine tu momento más deseado con tu hijo, pronto va a estar contigo —expreso sin emoción la otra persona en la línea telefónica.—¿Cómo quieres que me calme? Ese maldito de Maximiliano ganó la custodia de mi hijo, por culpa de ese juez no se dejó comprar ni complacer con mi cuerpo —vociferó Catrina histérica.—Usa la cabeza y recapacita, no podemos ponernos en evidencia, tú tienes más motivos que yo para vengarte de la familia Pratt, mi objetivo principal Lindsey y la fortuna que me pertenece.—Kyle y Maximiliano son los culpables de mí desgracias, por ellos estoy sola, me han quitado a mi familia.—¡Lo sé! A Kyle tienes que darle donde más le duele, para ello debemos esperar que ellos bajen la guardia, estoy averiguando en qué evento van a estar todos reunido y allí podemos actuar, nuestra hora de venganza está por llegar —deliberado la persona sin escrú
—Kathen entró a trabajar en la empresa de Lina cuando tenía 20 años y era recepcionista, pasaron 2 años y ella veía que otros subían de puesto de trabajo y ella no. Siempre veía a Lina llegar todos los días con una sonrisa y a mi madre eso la frustraba, pensaba que tu madre la tenía tomada contra ella, pasaron varios eventos entre ellas, pero no son relevantes para contar. Kathen una vez entró al baño y notó a Lina deprimida y la escuchó hablar por teléfono que había encontrado a su novio en la cama con otra mujer. Kathen y John eran pareja y vivián en un barrio pobre con necedades, para su desdicha salió embarazada de una hija que no desea, esa soy yo —hizo una pausa tratando de controlar su llanto.—Como quiera decirte que si es doloroso para ti que no continúes, pero deseo con toda mi alma saber todo.—¡No te preocupes! Es una historia larga, pero te lo diré todo —contestó Courney afligida.—¿Cómo sabes todo lo que me vas a contar?—Una parte la escuché cuando ellos discutían y
En un restaurante de la ciudad se encuentra Isa conociendo las cualidades de un hombre que contactó en una aplicación de citas. Estaban en las preguntas comunes cuando fueron interrumpidos.—¡Hola buenas noches!Dexter estaba en una reunión con un cliente cuando ve llegar a la pareja, exponer sus términos laborales al señor, se despidió rápidamente y a pasos agigantados se acercó a la mesa donde estaba la mujer que no salía de su cabeza.—¡Hola Dexter! ¿Cómo estás? —le respondió Isa con una amable sonrisa.—¡Yo bien! Veo que estás muy bien acompañada —la miraba con las cejas entrecerradas y apretando los dientes.—¡Oh sí! ¡Dexter! ¿Te presento a Claudio? Un amigo —aparto la mirada de Dexter y se fijó en su acompañante—. Claudio, él es Dexter, el abogado que presta servicios en la empresa de mi amiga —lo dijo de una forma tan tranquila que Dexter apretó los puños.—¡Mucho gusto! Claudio Fridrex —le extendió la mano, pero tuvo que retirarla porque solo recibió una mirada de perro rabios
Una vez que se separaron, Isa le dedicó una sonrisa y se colocó otra vez la máscara, lo agarró de la correa y caminó hacia una puerta que estaba al frente del carro. Al lado de la puerta había un pequeño lector de tarjetas que decía «Por favor, coloque su tarjeta de acceso en el lector, muchas gracias»Isa sacó la tarjeta de invitación y la acercó a la pantalla. Luego lee en ella.«Bienvenida Señorita Isa Santoro, nos complace recibirla por primera vez en este Club privado de BDSM, esperamos que disfrute de la visita»La puerta se abrió y los dos empezaron a caminar por un pasillo, al salir se encontraron con una estancia con luces parpadeantes rojas y una melodía clásica que inundaba todo el lugar, Dexter se quedó sorprendido, había personas como ellos, miraba de todo tipo de vestimenta, pero lo más que le llamó la atención, era que nadie tenía destapado su rostro y nadie ponía cuidado a otros, solo se enfocan en sus propios asuntos, eso lo hizo sentir más cómodo, aparte de que é
Courney salió en medio de la noche, no podía conciliar el sueño, caminó hacia un jardín que se encontraba detrás de la casa, ahí estaba un frondoso árbol de roble, ella se sentó como cada noche en sus raíces, cuando estaba en depresión le contaba sus pensamientos. Se sentía libre de expresar sus emociones.—Aquí estoy otra vez para contarte mis penas, ya me liberé de una carga mental que me carcomía, mi corazón desgastado, estoy desanimada por ser la causante del sufrimiento de mi hermana en estos momentos —Unas gotas cristalinas se peleaban por rodar por aquel triste rostro, luego se pasó la mano por su estómago—. Como quiera abrigar un sentimiento de amor por ti, si decido darte la vida no quisiera hacerte sufrir contigo cada vez que te vea y me recuerdes a uno de esos hombres, o si Cesar se entera de tu existencia estoy segura de que te llevaría con él y no quiero esa vida para ti. Dios ayúdame a hacer lo correcto.Ella agachó la cabeza en sus dos piernas y la abrazó, de repente al
Al otro día Lindsey se levantó perezosa junto a su esposo que ha estado al pendiente de su sueño.—Gracias mi amor por escucharme, consolarme y están para mí —expresó con los ojos pesados, lloró tanto que las lágrimas formaron unas especies de lagañas.—Soy tu hombre, no lo olvides —le dio un beso tierno, se levantó y la jalo llevándola con él al baño. Mientras se duchaban, él le enjabonaba la espalda y susurró al oído.—¡Lin! ¿Déjame hacerle el amor? ¿Sí?—me mordió el lóbulo de la oreja.Lindsey sintió un escalofrío que le recorrió su cuerpo, pero su mente reaccionó.—Amor, es tarde, tengo que acompañar a Courney a la clínica, espero que haya desistido de esa maldita decisión que tomó, luego tengo que montarme en conseguir las pruebas en la empresa para meter preso a John Girt por todo el daño que le causó a mi madre en nueve años.Kyle la abrazó por detrás y apoyó su cabeza en su cuello.—Si necesitas mi ayuda sabes que estoy para ti.—¡Gracias! Pero esta guerra me toca combatirla s