—Suéltame —vociferó con los nervios de punta, al principio Stefany se aterrorizó, cuando percibió ese ligero y fresco aroma a cítrico, sus piernas temblaron.—¡Tranquila! Ya que huyes de mí, está es la única forma que encontré para que hablemos —entró a la habitación y le paso seguro, la belleza que estaba frente a él tenía un aura embriagadora, desde que vive en la misma casa que ella, esos ojos color miel los tienen hechizado.—¡Usted es mi jefe! ¿No entiendo por qué el atrevimiento de traerme aquí? — expresó tímida y un poco sonrojada, por el guapo hombre moreno que se la come con esos ojos azules intensos como el océano.Maximiliano no encontraba la forma de explicarle a Stefany que la ha engañado y la hizo firmo un acta de matrimonio, además, se está volviendo loco cada vez que se la encuentra en el mismo ambiente que él, se ha peguntado como sonarían sus gemidos en el sexo, ha estado como un maldito pervertido soñando con ella. Después que descubrió su pasado, una furia creció e
—¿Qué juego es esté Maximiliano? ¡Quiero una explicación! ¿Por qué estoy casada contigo? ¿En qué momento me casé? Yo he firmado nada —tomo rápido el otro papel y también empezó a leerlo, su mirada se posó en la parte donde dice: “Stefany Daniela Gutiérrez de Miller madre del menor de edad Max Miller Gutiérrez” los documentos se les cayeron de las manos por la impresión.Maximiano se aproximó, recogió los documentos y los guardó, se sentó a su lado y empezó a relatar.—Voy a empezar desde el principio, desde que llegué a Manhattan no me he acostado con ninguna mujer, porque aunque no me creas yo me he enamorado de ti, ¿De qué he sido un promiscuo? ¡Si lo he sido! Cuando tenía 23 años me iba a casar, pero mi prometida me dejo plantado en el altar, nunca llego, luego me entere de que andaba con dos hombres al mismo tiempo, en ese momento no la odie porque sé allá ido con otro, la odie porque no me lo contó ante de avanzar con la boda y por dejarme allí parado como el cornudo del año.Ste
Luego de la celebración una pareja se encontraba en un apartamento, teniendo sexo salvaje, ellos se llamaban amigos con derechos, delante de los demás aparentaban ser indiferente, pero cuando alguno de los dos quería ser utilizado en la cama, el otro acudía a su encuentro.Esa noche Lindsey durmió enroscada al cuerpo de Kyle, no se liberó aunque estaba profundamente dormida, además, estaba exhausta por el maratón de sexo ese día.Él, por otro lado, despertaba solo para admirarla y acomodarla en su pecho, la veía como se aferraba a su cuerpo cuando él se movía, pero solo quería ponerla más cómoda.Al día siguiente Kyle sintió que abren la puerta, él cubrió rápidamente a su esposa, una figura pequeña entró.—¡Hola papá! ¿Por qué no han bajado a desayunar con nosotros? —una vocecita balbucea con seguridad.Dos cabecitas se asomaban por la puerta.Lindsey al escuchar a Lucas abrió los ojos del tiro y se intimidó separándose de Kyle.—¡Hijos! ¿Cómo durmieron en sus nuevas habitaciones? Pap
Jimena llegó al hospital, cuando entró a la habitación encontró a Courney con la mirada perdida y en pleno llanto. Ella se acercó y la abrazó con fuerza.—Sé que es duro, pero me tienes aquí para apoyarte.Courney tenía las ojeras pronunciadas, no había dormido nada, cada vez que cerraba los ojos la pesadilla se repetía como un video que se reproduce solo.—Gracias señora Jimena —una voz débil salía a empujones de su garganta.—Solo Jimena cariño, la doctora me informó que en tres días te dan de alta, te quiero proponer que te vengas conmigo a una casa de niños sin hogar, yo soy la directora, esos niños te pueden ayudar a sobrellevar tu dolor a menos que tengas otro sitio para donde irte.—Allí seré un estorbo para usted, yo no soy nada ahora, no sé qué hacer con lo que quedó de mí —ella no había parado de llorar desde que la ultrajaron, su corazón estaba hecho añicos de dolor, su cuerpo todavía mostraba signos de su desgracia.—¡No digas eso! Tú eres una niña fuerte y vas a salir de
Catrina llega a la empresa Pratt con aura de superioridad, sin saludar a nadie, se paró al frente de la secretaria de presidencia y expuso.—Tengo una cita con el señor Kyle, le puedes comentar que estoy aquí.Rebeca rodó los ojos a verla y sin perder tiempo llamó a su jefe, al recibir la confirmación le indicó.—Señora Cooper, el Señor Kyle la va a recibir, puede pasar.Catrina entró al lugar con elegancia y se acercó al gran escritorio, se sentó frente al hombre que estaba mirando la pantalla de su computador.—Querido Kyle, sigue igual de guapo —su voz era sensual y atrayente para cualquier hombre.Kyle cuando la escucho hablar entrecerró los ojos de fastidio, esa mujer era de lo peor, tuvo la osadía de presentarse en su oficina, artículo con voz áspera.—¡Habla! ¿A qué has venido?—Kyle es un gusto volver a verte, he venido por negocios, nuestras empresas en cooperación pueden abarcar el mercado mundial.El hombre levantó la mirada con advertencia.—No me interesa formar parte de
Lindsey con la ayuda de sus amigos localizaron una psicóloga, al llegar Jimena le explicó lo ocurrido a la pobre chica, Carlota entró a revisar el estado mental de Courney, quien no duró mucho tiempo dormida.—El diagnóstico es un cuadro depresivo agudo, producto del estrés postraumático —le explicó Carlota a Lindsey saliendo de la habitación de su paciente, la extensión de un récipe médico—. Compre ese calmante, la ayudará a relajarse un poco, va a necesitar terapia.—¿Cómo serán las terapias? — respondió Lindsey con nostalgia.—Un día a la semana, tengo disponible los jueves a las 2 de la tarde, puedo venir a atenderla personalmente hasta que ella mejore y pueda asistir a mi consultorio médico.—Si doctora, me parece perfecto, me comunicaré con usted para cuadrar sus honorarios, dejo a mi hermana en sus manos, gracias doctora.—Estoy para ayudar, esa chica pasó por algo terrible. La mejor medicina es el tiempo, el apoyo y el amor que le puedan dar.Jimena le recomendó que la dejara
En la habitación de la mansión Pratt, Lindsey se acurruca en el pecho de su esposo a hipar, empezó a relatarle su reencuentro con su hermana y el estado tan deplorable que la encontró.—Ya mi muñequita, aquí estamos todos para apoyarla, sabes que cuentas conmigo para lo que desees.—Si cariño, eso lo sé —ella levantó la cara y él atrapó sus labios. Una guerra de pasión ha comenzado, ambos estaban en pleno apogeo de su matrimonio.Ha transcurrido un mes. Una mujer estaba confundida en su apartamento con una prueba de embarazo en la mano, no sabe qué hacer, sus lágrimas comenzaron a salir a cántaros.Janna no tiene pareja, solo una persona que acude a ella cuando uno de los dos necesitaba el calor del otro, ella no sabía cómo definir su relación, no había reglas, ni celos y en el mundo exterior eran como dos extraños, pero en la intimidad de cuatro paredes se contaban hasta su más bajo secretos.Ella se lanzó en la cama recordando como hace dos años comenzó su vida sexual.Janna tomaba
Janna de tanto pensar decidió llamar a Freed, estiró la mano y agarró el teléfono que estaba sobre la mesita de noche, marcó su número de teléfono, después de tres repicadas escuchó.—Me extrañas —contestó con una voz sensual, estaba llegando a su departamento.—¡Freed! ¿Estás ocupado? Necesitamos hablar —susurró insegura, él lo noto en su tono de voz—Salgo para allá —no la dejo que respondiera, cortó el teléfono y agarró las llaves de su carro y salió.Al cabo de 10 minutos tocaron el timbre, Janna se sobresaltó, los nervios la estaban atacando, tocándose la barriga, pronunció—Te amo bebe, ahora vamos a darle la noticia a papá, a ver si nos quiere en su vida, si no es así, aquí estoy yo, para darte muchos mimos y amor.Se levantó y se dirigió a la puerta, abrió y allí estaba el rubio de ojos verdes con la mirada fija en ella.—Freed pasa y toma asiento.Él pudo notar la angustia en su mirada, sin decir nada pasó y se sentó en el sofá. Ella hizo lo mismo y se sentó a su lado, miran