Al llegar a la entrada de la mansión del abuelo Hugo, Lindsey les informó a sus guardaespaldas que allí se encontraban a salvo, que los llamaría cuando estuvieran listos para regresar a su mansión.Sussan los recibió con delicadeza, los niños al ver a la abuela no dudaron en salir corriendo a su encuentro.Fuera de la misión a los lejos había una persona que los observaba.—Así que la mojigata tuvo tres hijos, ¡interesante!Dentro de la mansión las personas estaban regocijadas con los niños, el abuelo Hugo estaba embelesado con sus bisnietos, mirada a Lucas y a Leno con devoción era la viva imagen de su papá, escuchaba a Lucas hablar y era como tener de nuevo a su Kyle pequeño. Luna estaba pegada a su abuela Sussan quien la consentía en todo, y Lindsey solo miraba la escena con alegría.El ambiente fue interrumpido cuando entró Kyle. Él no podía creer lo que sus ojos miraban, ver a Lindsey con ellos le confirmaba su descubrimiento. Se quedó estático mientras su corazón trataba de sali
Los niños le contaban a Kyle sus aventuras en Florencia, Luna era una parlanchina, que no paraba de hablar.Transcurrieron unos minutos cuando entraron a la estancia dos niños alegres de unos 10 años, diciendo en unísono.—¡Buenas tardes!Los ojitos de cada niño se posaron en la rubia, sentaba en el sofá, ellos se miraron y sonrieron, luego salieron corriendo abrazarla.Lindsey no reconoció a los niños y se sobresaltó al sentir el cálido abrazo de cada uno, el cual aceptó gustosa mientras miraba a Kyle en busca de una respuesta.—¿A que no te acuerdas de mi Lin? O ¿Te puedo decir mamá? —expresó una mimosa Lucia separándose de ella. —¡Oh! Por dios, si esta grande lucia y cambiada, esos ojitos traviesos te delatan —susurró al detallar a la niña de ojos café, luego observó al rubio.— ¡Liam! Eres todo un galán —en sus ojos se pudo reflejar la emoción de ver a los niños y sus dudas desaparecieron de su mente, una sonrisa enmarco su rostro.—¡Claro que le pueden decir mamá! Es la única qu
Lindsey al ver sus zafiros brillar de conmoción, su espíritu se sacudió, muchas noches lloro por él y extraño cada sensación vivida a su lado, en su mente apareció su abuela.—¡Kyle! Como pretendes que me mude contigo de la noche a la mañana, además está mi abuela, no la puedo dejar sola en esa mansión.Él se levantó con ella y la tomó de las manos.—Lin, tu abuela se puede mudar con nosotros, vamos a necesitar ayuda, ya son 5 niños que tenemos que proteger —una mueca de satisfacción se dibujó en su rostro al pensar en las cenas alborotadas y los motivos para llegar temprano a la casa —. También está a pocos metros de la mansión una casa amplia de tres habitaciones que puede servir para tus guardaespaldas o a quien tú quieras que viva allí.—¿Tú vas a perderme matrimonio?, o ¿planeas tenerme de amante y madre de tus hijos? —lo ojeo haciéndole ojitos, era el momento de aprovechar, de casarse por la iglesia como había soñado.—¿Qué cosas dices? Jamás serás mi amante, porque eres la muj
Courney daba pasos lentos queriendo que se hicieran eternos, sus pulsaciones se aceleraban en cada acercamiento a la mesa, con la mirada agachada se posicionó frente a los hombres que conversaban entre sí.—Bienvenidos señores, que desean tomar.—Amigos les presento a la pollita que les comente —Cesar la mira con lujuria, mientras los otros dos hombres se la comían con la mirada—. Lo que es la vida, te conocí con un aura de superioridad y ahora te tengo de frente con la mirada agachada trabajando para atender a los hombres.—¡Cesar! El dinero que te debo prometo pagarlo, dame unos meses para reunirlo y entregártelo completo, como ya te había mencionado, mi familia perdió todo, yo el único trabajo que conseguí fue este.—¡Yo no creo en promesas! No te preocupes, yo conozco una mejor forma de cobrarte, mejor ven a complacerme.Un escalofrío recorre la espina dorsal de Courney.—¡Yo no vendo mi cuerpo! Si buscan placer les puedo mandar unas chicas que con gusto los complacen en lo que bu
Llegó el día más esperado para Lindsey y Kyle, ella estaba feliz, a pesar de que ya se habían casado no fue nada agradable para ambos, ahora sí se podría sacar por amor. Ella le había preguntado al abuelo Hugo si la podía entregar al altar, como no tenía un padre que la representara quien más ese hombre que desde que está en su vida le ha demostrado el cariño que en su familia nunca disfrutó. El abuelo Hugo estaba emocionado porque iba a entregar a su nieta al altar. Lindsey estaba lista y sus amigos estaban allí con ella. —Ya deja de llorar Luan que me vas a hacer llorar el día de mi boda—vociferó Lindsey mirándose al espejo. —Es que estás tan hermosa, tengo tantas emociones encontradas, me encantan las bodas y sé que es algo difícil para una persona como yo —soltó Luan entre lágrimas. Stefany lo abrazó por detrás, ese amigo suyo es tan extrovertido y exigente que las parejas no lo dudan. —Ya llegará el indicado hermano, debemos estar felices por la novia, así que deja de llora
Kyle entró apresurado a la habitación y lanzó a su amada esposa en la cama, observó su vestido blanco ceñido al cuerpo y de corte estructurado.—¡Amor! ¿Ese vestido que tienes puesto es muy atrevido?—Pues tú no me vas a decir cómo vestirme, será mejor que me dejes ir, quiero disfrutar de mi boda —. Sé levantó dando pasos firmes pasando por el lado de él para salir del lugar. Kyle parpadeó varias veces, parecía que se aproximaba una gran pelea; sin embargo, él estaba contento, después de cada pelea la reconciliación es más emocionante.—¿A dónde vas? Es nuestra noche de boda y quiero disfrutar de mi esposa —soltó con un tono peligroso sobresaltado a Lindsey.Ella tenía una mano en la manilla de la puerta, la quitó al escuchar esa voz, se giró y abrió la boca para responder, pero unos labios carnosos se pegaron a los de ella, abordando de una forma dominante que la envolvió como un volcán en erupción.La excitación estaba creciendo en su interior, provocando oleadas de placer por todo
—Suéltame —vociferó con los nervios de punta, al principio Stefany se aterrorizó, cuando percibió ese ligero y fresco aroma a cítrico, sus piernas temblaron.—¡Tranquila! Ya que huyes de mí, está es la única forma que encontré para que hablemos —entró a la habitación y le paso seguro, la belleza que estaba frente a él tenía un aura embriagadora, desde que vive en la misma casa que ella, esos ojos color miel los tienen hechizado.—¡Usted es mi jefe! ¿No entiendo por qué el atrevimiento de traerme aquí? — expresó tímida y un poco sonrojada, por el guapo hombre moreno que se la come con esos ojos azules intensos como el océano.Maximiliano no encontraba la forma de explicarle a Stefany que la ha engañado y la hizo firmo un acta de matrimonio, además, se está volviendo loco cada vez que se la encuentra en el mismo ambiente que él, se ha peguntado como sonarían sus gemidos en el sexo, ha estado como un maldito pervertido soñando con ella. Después que descubrió su pasado, una furia creció e
—¿Qué juego es esté Maximiliano? ¡Quiero una explicación! ¿Por qué estoy casada contigo? ¿En qué momento me casé? Yo he firmado nada —tomo rápido el otro papel y también empezó a leerlo, su mirada se posó en la parte donde dice: “Stefany Daniela Gutiérrez de Miller madre del menor de edad Max Miller Gutiérrez” los documentos se les cayeron de las manos por la impresión.Maximiano se aproximó, recogió los documentos y los guardó, se sentó a su lado y empezó a relatar.—Voy a empezar desde el principio, desde que llegué a Manhattan no me he acostado con ninguna mujer, porque aunque no me creas yo me he enamorado de ti, ¿De qué he sido un promiscuo? ¡Si lo he sido! Cuando tenía 23 años me iba a casar, pero mi prometida me dejo plantado en el altar, nunca llego, luego me entere de que andaba con dos hombres al mismo tiempo, en ese momento no la odie porque sé allá ido con otro, la odie porque no me lo contó ante de avanzar con la boda y por dejarme allí parado como el cornudo del año.Ste