Kyle se levantó con ella y se dirigieron a la cocina.Gladys la vio con el cachete hinchado, se asombró, pero no quiso preguntar para no pasar de metiche. —¿Qué te pasó mi niña? Por dios, ¿Quién te hizo esa maldad? —Emilia estaba entrando en ese momento a la cocina, cuando le observó el rostro se llevó las manos a la boca.Lindsey empezó a contarle lo sucedido.—Como me hubiera gustado estar allí para poner a esos dos seres en su lugar, no tienen escrúpulos para maltratar a una niña tierna y bondadosa como tú, lamento que te haya tocado en esta vida esas personas como familia.Lindsey se encogió de hombros, Gladys les sirvió la comida y empezaron a comer juntos.Al terminar de cenar, Kyle la agarró por una mano y la llevó rumbo hacia las escaleras, una vez en la habitación.—Lin debo castigarte, se lo prometí a esa mujer, hoy creaste un caos, debes ser más cautelosa.—Pe… pero yo fui la agraviada, mira mi mejilla hinchada, eres un pervertido, lujurioso —baboseo inconforme y empezó a
—¿Estás todavía con Catrina? Esa mujer no te la va a poner fácil —agregó un Freed.—Acabo de salir del apartamento.—¿Cómo la dejaste?—Ella está bien, necesito un trago, te espero en el club.Lindsey estaba pendiente de su esposo, no ha llegado, se durmió un rato, hasta que se despertó pensando en él, al ver su lado vacío se levantó y bajó a la cocina, abrió la nevera, sacó una jarra y se sirvió en un vaso agua, no sintió cuando alguien entraba a la casa.Kyle la vio ahí en la cocina con un pijama de dos piezas, camisa de tirante y short, mostrando su hermosa figura, se acercó inmediatamente, su cabeza estaba hecha un caos, sin contar los vasos de whisky que se había tomado mientras conversaba con Freed, ella era su calmante, se la quería comer allí enterita.Lindsey ponía un vaso en el fregadero, cuando sintió unos brazos fuertes y posesivos abrazándola por detrás, ella se sobresaltó, pero antes de gritar le susurraron al oído.—Tranquila muñequita, soy yo, ¿Por qué estás despierta?
Entran y se encuentran con el abuelo despierto, estaba feliz por verlos.Kyle se acercó, lo abrazó con emoción.— me estás estrujando muchacho, mira que mis pobres huesos ya no dan más.—Perdón abuelo, cuando me dijeron del accidente pensé lo peor, me alegra que estés bien.—Muchachos me alegra verlos unidos, ¿Sussan ya despertó?—Si abuelo de aquí vamos a verla.—¿Qué has averiguado del accidente?—Nada nuevo, deja que la policía se encargue de eso.—Aquí postrado no voy a poder hacer nada —comento el anciano afligido.El anciano, quien siempre había tenido el control de todo, se sentía impotente por no poder intervenir, por la subida de tensión su nieto le prohibió a su gente acercarse y hacer algo que afecte su salud.La pareja salió de esa habitación y se dirigieron a la habitación de al lado donde estaba Sussan esperándolos.—Mamá qué bueno verte despierta —le dio un abrazo afectuoso y con una sonrisa de felicidad.—No sabes lo feliz que estoy de estar viva, pensé que no los volv
—Ahora si me tengo que ir, hasta aquí culminó nuestra despedida —Kyle ya estaba pasado de copas.Desde que entraron al apartamento Catrina lo animaba a brindar, el tiempo que llevaban conociéndose, ella sabía que no era muy buen tomador, la bebida le había hecho efecto rápido y más cuando las combina como fue en su caso, mimosa se le sienta en las piernas y empieza a besarlo.—¿Quédate conmigo hoy? ¡Sí!, ya mañana regresas a Manhattan a jugar a la casita feliz, déjame despedirme como se debe, de quien fue mi amor, porque yo si me enamore de ti.—No empieces Catrina bájate, ya te dije que no siento nada por ti, mejor levántate, me tengo que ir a mi habitación —arrastrada las palabras, se sintió mareado, se maldecía por no tomar precauciones, él sabía que no podía combinar las bebidas y tomo whisky en la reunión y aquí lo ligó con vino.Catrina al escucharlo hablar esbozo una sonrisa maliciosa y se bajó rápido, lo jalo de la mano arrastrándolo a la habitación, lo lanzó en la cama, le qu
Transcurrieron cuatro semanas, Kyle preparó una sorpresa para su esposa.—¿Amor podemos ir mañana en la noche o el sábado a primera hora? Mañana tengo chequeo ginecológico —suplicó mimosa mientras cenaban.—¡No! Prepara una maleta para tres días y cuatro noches en la playa.—Pero si lo tenías planeado, ¿Por qué no me avisaste con tiempo?—¿No estás contenta con la sorpresa? si deseas suspender el viaje.—¡Noooo…! ¡Estás loco! Claro que estoy feliz de pasar un fin de semana con mi esposo lejos de todo, solo digo que me hubiera dicho con tiempo para ir adelantando mis cosas y tendrías nuestros equipajes listos.—Si eres quejosa, la cita médica puedes esperar hasta lunes, en cuanto a tu trabajo solo vas a faltar un día y eso lo remedias llamando a Janna, hoy pude cuadrar con Freed para que se quedara a cargo de la empresa, come que salimos en dos horas —aclaró contado un pedazo de carne y llevársela a la boca.—¡Está bien! ¡Pero tú preparas tu maleta!, ni creas que lo voy a hacer yo —com
Al día siguiente Lindsey se despertó y vio a su esposo mirándola.—Buenos días, dormilona —pasó unos dedos por sus mejillas acariciando con delicadeza.—Buenos días, amor —bostezó con pereza, no quería moverse de la cama.—¿Cuánto tiempo llevas despierto?—Un poquito.—¿Qué haces mirándome dormida?—Parecías un ángel durmiendo, que me quede admirando tu hermoso rostro.—Qué bobo eres, hoy es nuestro primer año de casados.Kyle le agarró el mentón y le dio un beso suave.—Ahora sí puedo decirte que te quiero, eres una mujer maravillosa que lentamente entró en mi corazón y dio a luz a mi vida.— Me ha gustado desde el primer día que la vi en esa cama sin camisa — se puso las manos en la cara, para no darse cuenta de sus mejillas sonrojadas, a causa de la pena que causó su confesión.— Entonces eres una pervertida que me comió aquel día con sus ojos.—Si te veías tan guapo ese día, pero cambiando de tema, ¡Amor! ¿Te gustan los mariscos? O ¿Eres alérgico alguno?—No sufro de alergias y lo
Ella brincó de alegría, su corazón galopaba a toda velocidad, se volteó y se guindó de su cuello, con una sonrisa de oreja a oreja lo beso con fervor, luego se separaron por la falta de aire.Kyle la miró entusiasmado, muchas mujeres pasaron por la cama de su apartamento, pero ninguna supera a Lin, ella era le generaba paz.—Eres el hombre más atento, cariñoso y apasionado que conozco, yo también te quiero, te adoro y te AMOOO… —grito haciendo énfasis en la última palabra.—Querrás decir el único hombre que conoces y que vas a tener en tu vida, siempre serás mía.La besó acariciando gentilmente su lengua con la suya. La elevó en sus brazos y caminó hacia un gran mostrador que dividía la sala con la cocina, la sentó allí, se separó de ella y quito todo lo que había en el mostrador, le abrió las piernas y se colocó en medio de ellas, la atmósfera se calentó, entre besos mojados y exuberantes, le susurró con un tono sexual y tremendamente grave.—Voy a poseer cada centímetro de tu cuerpo
El domingo caminaron por la playa, entre juegos y caricias no se regresaron ese día, querían apreciar el amanecer desde la orilla de la playa.En la madrugada salieron de la casa tomados de la mano y volvieron a la playa, sentados en una gran roca aparecieron las primeras luces visibles antes la salida del sol por el horizonte de mar.Regresaron a la mansión cansada, Lindsey al pisar la casa subió directo a la habitación y se arrojó a la cama.—No voy a la empresa, Freed que se encargara de ella, mi esposa me dejó agotado —susurró con ironía lanzándose en la cama junto a ella.—Ahora yo soy la culpable de mi insaciable esposo, mejor déjame dormir —se acomodó en su pecho, mientras cerraba los ojos.Luego de varias horas de descanso se despertaron hambrientos, salieron de la habitación directo a la cocina en busca de comida, estaban en el comedor cuando escucharon a una mujer hablar, se levantaron de la mesa y caminaron hacia la puerta de la entrada.—Buenas tardes, Kyle lamento venir a