Sussan observó a su hijo con un brillo especial en la mirada que resaltaba sus facciones varoniles y lo hacían ver más relajado, dedujo que se debía a la mujer tiene al frente, también tiene a su papá entusiasmado con sus acciones.

—¡Lin! ¿Toma una copa de vino?, estás muy tensa.

—¡Gracias! —se tomó la copa de vino de un trago, sabe que la necesita, los nervios la están consumiendo.

—¡Relájate!, no sé lo que pasó allí y porque paso, pero para que mi papá dijera eso y se riera de esa manera quiere decir que te apoya, ojo no te estoy acusando de nada, porque yo no sé nada —se llevó una copa de vino a la boca, mirando con el rabillo del ojo a su nuera que está roja como un tomate.

—Voy a necesitar otra copa de vino — Lindsey llamó a un mesonero y le quitó dos copas de vino.

Mientras que Kyle y el abuelo Hugo caminaban a una oficina que se encuentra en el lugar.

—No quiero que nadie nos interrumpa —comento el anciano a uno de sus guardaespaldas.

—¿Tú sabías que esa pequeña sabandija iba a