CAPÍTULO NOVENTA: MIS SENTIMIENTOS Después de que Maria Eugenia visitó a la madre superiora pasaron 2 días, mismos que Maria Eugenia intentaba acercarse a Yahir pero el solo se alejaba, aun seguía sin entender por que a ella le molestaba un poco verlo con Ruby.-Ahh…-Suspiro recostado su cabeza en el escritorio.-¿Que te sucede?- Le preguntó Rodrigo colocando un vaso de café en su escritorio.-¡Rodrigo!- Gritó asustada.Su grito hizo que todos los trabajadores voltearan a verlos.-¿No vas a responder?- Lo siento…solo estoy un poco aburrida, extraño a Billy.-Yo también…- Susurro.-¿¡De verdad?!- Le pregunto emocionada.-Quién fuera como tú Maria Eugenia, que puedes hablar con tanta emoción- Resoplo un de los empleados. Maria Eugenia al escucharlo miro a su dirección. -¿¡He?!-Si, él tiene razón ¿Acaso se conocen desde antes?- Preguntó otro empleado.-Ahora que lo pienso el jefe Rodrigo jamas habia sido tan atento con una de nosotras ¿Verdad?- Habló otra empleada.No lo niega para
CAPÍTULO NOVENTA Y UNO: PEQUEÑO FINAL La mesa parecía un poco vacía pues Maria Eugenia estaba tan concentrada comiendo que ni siquiera hablaba. Rodrigo trataba de no mirar tanto a Maria Eugenia ya que ni él mismo sabía lo que estaba sucediendo con él.-¿Bueno?- Se levantó de la mesa Ruby respondiendo su celular.-Ahhh- Suspiro Yahir.-¿Sucede algo?- Le preguntó Maria Eugenia. -Nada, solo que odio los días lluviosos.Respondió Yahir mirando como la lluvia empapaba el vidrio de la ventana del restaurante. Su mirada lucía melancólica, como si recordara algo muy triste.-¿De verdad? ¿Por qué?- Le preguntó Maria Eugenia.Rodrigo miró a Yahir que no respondía, él sabía perfectamente la razón claramente no se lo diría a Maria Eugenia. Al ver que María Eugenia aún lo esperaba a que respondiera y Yahir se sintiera presionado intervino.-Come, Maria Eugenia.Rodrigo al decirle eso le daba de su comida para que olvidara lo de Yahir.-¡Gracias!Pasaron algunos minutos más y Ruby por fin volvi
CAPÍTULO NOVENTA Y DOS: MI SENTIDO La lluvia cada vez era más fuerte, al igual que las lagrimas de Maria Eugenia que sin saberlo eran por que se había enamorado de Yahir. Ella al salir corriendo olvidó que tenía que ir con Rodrigo.Rodrigo miraba su celular para después observar la ventana que se había empañado de la lluvia, estaba un poco preocupado por Maria Eugenia desde hace 15 minutos que ella se fue y aún no había vuelto. Si ella estaba afuera seguro estaría empapada por la lluvia pero lógicamente no lo haría ¿Qué estaría haciendo afuera? Era ridículo.-Está tardando demasiado ... .- Dijo Rodrigo mientras miraba el reloj que adornaba su muñeca- ¿Estará bien?Sin poder esperar más marcó al celular de Yahir tal vez y él sabía dónde estaba, o incluso ella podía ir con ellos…. No importa que fuera, quería asegurarse que estuviera bien. -Vamos, contesta Yahir..Sin recibir respuesta decidió colgar la llamada. Sabía que no podía llamarle a Maria Eugenia porque no estaba familiariz
CAPÍTULO NOVENTA Y TRES: DOS PERSONAS DIFERENTES Ambos se miraron como si en sus miradas buscarán la respuesta que les exigía el señor Ferrer pero por desgracia ninguno de los dos sabía donde estaba Maria Eugenia.-¿No piensan responder?- Les preguntó el señor Ferrer.Yahir al igual que el señor Ferrer buscaba una respuesta por parte de Rodrigo. Pero él sin saberlo era el único responsable de la desaparición de Maria Eugenia.-Como ¿En dónde está Maria Eugenia?- Le preguntó Yahir mirando a Rodrigo.-¿Qué…? Ella ¿No está contigo?El tono de su voz sonaba tan desilusionado, tan decepcionado. Tenía la esperanza que ella estuviera con él pero no era así, ella no aparecía por ninguna parte, había revisado su habitación pero estaba vacía, fue a buscar a todos los lugares por los que estaban cerca de la empresa, la busco en los restaurantes cerca pero no había señal de ella. Al ver el miedo y la incertidumbre en los ojos de Yahir pensó lo peor de Maria Eugenia, y ¿Si la habían secuestrado?
CAPÍTULO NOVENTA Y CINCO: ACEPTACIÓN La mirada con la le hablaba de su pasado provocaba que el corazón de Maria Eugenia doliera, parecía tan solitaria triste. -Recuerdo que estaba muy emocionado por comer mi comida favorita, siempre amé todo lo relacionado con la comida del mar aunque mi madre siempre dijera que a veces tenía que comerla con cuidado.- Soltó una leve sonrisa.-¿Amas el pescado?- Le preguntó Maria Eugenia.-Eso es algo que sólo tú lo sabes ¿Entendiste? No se lo digas a nadie.Maria Eugenia asintió y Rodrigo siguió hablando. -Los 3 caminábamos juntos a casa, Stella, mi madre Luz y yo reíamos felizmente. A pesar de que no teníamos mucho dinero éramos felices los 3, era como si Stella fuera mi tía la quería demasiado al igual que mi madre.Parecía que Rodrigo se iba recordando esos momentos con felicidad, para ser honesta nunca antes vio esa mirada en los ojos de Rodrigo. Stella era el nombre de la otra mujer, pensó que esa mujer era su madre pero no era así, mientras e
CAPÍTULO NOVENTA Y SEIS: PARANOIA Después de lo sucedido durante la mayor parte de la madrugada Maria Eugenia y Rodrigo volvieron a casa. La lluvia parecía que estaba por acabar pronto al igual que esa noche.-Lamento todo lo sucedido señor Ferrer- Se disculpó Maria Eugenia cubriéndose con una toalla.-No es tu culpa Maria Eugenia. En todo caso, quien se debería de disculpar es mi nieto.Dirigiendo su mirada a donde estaba Yahir sentada en el sofá sin decir nada le habló.-¿Qué esperas Yahir?Yahir se levantó del sofá para ir donde estaba Maria Eugenia pero al verlo Maria Eugenia solo apretó con fuerza su toalla que envolvía su cuerpo subiendo las escaleras.-Disculpe señor Ferrer creo que mañana hablaremos. Buenas noches, buenas noches Rodrigo…Antes de despedirse de Yahir lo miró por un momento para después subir a las escaleras sin decir nada. Yahir le dolió esta acción de ella, no podía culparla se lo merecía pero si el supiera la razón seguramente no se lo perdonaría. La acción
CAPÍTULO NOVENTA Y SIETE: PEQUEÑO RUBÍ Mientras ambos se dirigían con el abuelo preocupados de lo que podía estar pasando. Rodrigo había olvidado que ese día era especial para él abuelo, al igual que Yahir y bueno Maria Eugenia se podía comprender ya que no llevaba mucho tiempo viviendo ahí pero Yahir y Rodrigo que eran sus nietos…-Disculpe ¿A dónde vamos?- Le preguntó Maria Eugenia.El abogado con amabilidad la miro desde el espejo retrovisor.-Oh, no te preocupes no los voy a secuestrar. Vamos con su abuelo.Maria Eugenia aun sin saber exactamente a dónde se dirigían miró por el vidrio de su ventana. Rodrigo la miraba de reojo, ¿De verdad a ella no le importaba que fuera hijo de una mujer de la calle? Eso era algo que aún no tenían claramente claro.El camino siguió en completo silencio hasta que por fin llegaron a la casa, Maria Eugenia y Rodrigo se miraron entre sí pues ¿Tanto alboroto para volver a casa? Era algo que no era típico del abuelo, si de verdad era un asunto importa
CAPÍTULO NOVENTA Y SIETE: FELICIDAD El silencio se hizo presente en la conversación de Yahir y Victoria, Yahir esperaba una respuesta por parte de su madre.-¿No vas a hablar?- Le pregunto con un tono serio de voz Yahir.Victoria que comía pensando las adecuadas para responderle a su hijo se había quedado en silencio. -A veces incluso una persona como Yo, no viene solo a pedir algo Yahir.-¿Ahora juegas al papel de ser una madre que se preocupa por su hijo Victoria? Vamos, si ni siquiera en el funeral de mi padre te acercaste a consolar a tu hijo ¿Como pretendes que crea eso?Las palabras de Yahir eran tan duras al punto que Victoria tuvo que tragarse el nudo en su garganta.-Regrese por que, necesito que tu abuelo te de todas las acciones únicamente a ti Yahir.Y aunque no mentía esa no era toda la verdad exactamente del por que estaba ahí, existía una razón más importante que esa.-¿Que…? Ahhh..-suspiro- Esa es una razón tan ridícula pero no me sorprende si proviene de una persona