Los hermanos de Kurt habían sido testigos de la situación, ellos fueron advertidos más temprano por la seguridad del edificio, así que estaban allí mucho antes que su hermano mayor, pero no tuvieron ningún éxito al tratar de persuadir a Indira de su empeño en tener acceso libre a la oficina de su “p
Tomó una gran bocanada de aire y trató de acercarse al lugar donde se llevaban a cabo las labores de rescate, no se lo permitieron, pero muy angustiado anunció que sospechaba que la víctima fuera su madre, le dio a un uniformado policial los datos de la placa, pasaron algunos minutos hasta que le co
Los hermanos Hogdman no se movieron en toda la noche del centro médico, Katharina y Galiana fueron a sus casas a buscarles un cambio de ropa y Carlos Luis hizo lo mismo para Kurt, quien había llamado a Theo para explicarle la situación por lo que debería estar a cargo en la oficina, ya que ni él ni
Todos asintieron, Kurt ordenó que Jay y Galiana entraran de primeros, les seguirían Luke y Katharina, para finalmente él entrar, le lanzó una breve mirada a Indira antes de agregar que ella lo acompañaría, lo que hizo que la rubia inflara su pecho a más no poder. Al tocarle el turno a Kurt e Indira
De vuelta en el Medical Center, los hermanos Hogdman se reunieron con el médico, luego de que le hizo una exhaustiva revisión a su madre. –¿Algún cambio favorable doctor? –indagó Luke. –Nada todavía, sin embargo, debo reconocer que tampoco ha empeorado. –¿Qué c
–Por cierto, me encontré a Indira al llegar, ella iba saliendo con tus cuñadas. –Así es, apareció esta mañana, primero armó un espectáculo como si fuera la más afectada del mundo, pero luego depuso su actitud y pasó todo el día acompañándonos. –Bueno, al menos se supo comportar.
La noche anterior en casa de Alanna se había desarrollado una conversación que trataba sobre Kurt Hogdman y su madre. –Penny, ¿tú qué opinas?, yo digo que deberíamos ir al hospital a visitar a la mamá del señor Hogdman, es un gesto amable con un buen amigo –decía Zak. –Con
Esa mañana, luego de dejar a sus hijos en el colegio, Alanna se dirigió al Centro de Rehabilitación y apenas se bajó de su automóvil, fue abordada por dos tipos muy tatuados: –¡Alanna! –llamó uno de ellos en voz alta. Ella giró cuando escuchó su nombre y palideció al ver a esos descono