Sonrió con elegancia mientras observaba con atención su rostro y la belleza del mismo, tocó sus pechos y jadeo excitada, escucho unos pasos detrás de ella y detuvo su propios toqueteos.
- ¿Estas listas para hacer pecar a los humanos?. - Preguntó con voz fuerte.
La mujer se dio la vuelta y caminó con coquetería ignorando las palabras del mayor.
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Paula tocó la frente de su papá por sexta vez de la preocupacion, Antonio habia caido repentinamente en una fiebre que no lo dejaba moverse a su antojo, sus hijas estaban casi al borde de un colapso nervioso por la enfermedad de su padre, las medicinas al parecer no hacian efectos en el, Juliana hacia de lo imposible probando algun remedio caseros que miraba en Youtube o que alguna vecina le recomendaba, pero la salud del alfa mayor cada vez iba peor. Paula se habia quedado tres días atendiendo a su papá mientras este algunas veces deliraba de las grandes fiebres, la omega nunca habia sido una persona muy religio
Cuatro horas atrás.Paula se quedó como piedra al ver el hambre en los ojos de alfa, nunca habia visto uno en celo y al juzgar sus feromonas Dionisio no tendria misericordia por ella. Paula caminó hacia atras hasta que chocó con la pared que estaba cerca de su habitacion, tragó saliva con nerviosismo para controlar la ansiedad que se estaba alojando en su cuerpo.- Dionisio, tranquilo cariño. - Susurro Paula con miedo al ver el deseo en los ojos de su pareja. Dionisio gruñó y la apegó a su cuerpo.- Hoy nadie va arruinar este momento entre nosotros.(.......)Antonio no era ni una sombra del hombre que habia estado en cama por varias semanas, caminó de nuevo a su trabajo en dónde todos lo recibieron alegre al ver la energía inquebrantable del alfa, Paula asesoró algunos clientes cuando volvio a sentir un olor dulzón en el aire, su omega internó gruño molesto al recordar ese olor tan desagradable. Paula se levantó de su asiento mientras se disculpaba con
Paula entró a la oficina como todos los días cuando observó un silencio sepulcral en el lugar, miró desconcertado a todas las personas cuando alguien se acercó a ellos con los ojos llorosos, Dionisio estaba igual de extrañado en eso una de las abogada tocó el hombro de la pareja. Martha era una amable beta que se desesmpeñaba como abogada laboral con más de quince años de experencia y que igual habia puesto el nombre del buffet en alto. La mujer sonrió con tristeza al ver la confusión en los de los ojos de Paula y Dionisio.- Ha pasado algo muy horrible. - Miró el escritorio de Arriety con pesar. - Ayer la mamá de Arriety me llamó para decirme que había tenido un accidente de auto y estaba mal en el hospital. - Paula abrió los ojos sorprendida por sus palabras. - Pobre chica, espero que pueda salir pronto.- ¿Y donde está Eva?. - Preguntó Paula desesperada. - ¿Ella aún no ha venido?.La beta negó, Paula salió de la oficina seguida por su esposo, Dionisio la tomó de
Dos semana después.Pov Dionisio.¡Lo odiaba pero a la vez sentia mariposa en el estómago!.Era dos cosas muy completas contradictorias en el interior de el alfa, estaba maravillosamete feliz y cada vez que miraba un destello de celos en el rostro de su pareja cada vez que miraba a Eva o los miraban juntos por cosas de trabajo. Conocía el carácter seductor de la omega pero desde que se conocieron y hasta el momento el le habia dejado en claro que estaba feliz con su matrimonio y que no iba dejar que un desliz arruinará lo poco que habia construido con su esposa. Pero por otro lado senti un ardor en el estómago cada vez que miraba al estúpido de Samuel acercarse a su esposa, el alfa a pesar de que no le coqueteaba directamente a Paula sabia que cada vez la miraba habia algo en su mirar que lo hacia sentir ansioso y molesto, siempre llegaba a la oficina de Paula con la excusa de ¿Me ayudas a leer esto o te necesitó Paula?. Cosa que Dionisio detestaba con todo su ser,
Ammon tenia una sola cosa en su mente y era ver muerto a la diosa que tenia ante sus ojos, Afrodita chasqueó su dedo y liberó una espalda del mismo tamaño que él tenía entre sus manos, a pesar de que en su versión angelical su belleza era insuperable. tenia un cabello roijzo como el fuego y cada vez que el viento se movia parecia un rio de lava en él, sus ojos era azules como el mar y intensos como uno embravecido. Afrodita era todo lo contrario a Sytri su belleza era algo más erótico sin llegar a lo vulgar. El demonio alzó su espada para atacarla pero ella lo esquivó con demasiada rapidez para su gusto, sabía que no estaba con un mísero ángel sino con una diosa y que su energia espiritual era más elevado, asi que la pelea estaría demasiado tedioso para su gusto por lo menos valdria la pena con tal de tenerla a sus pies suplicando por su vida.- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que peleamos juntos?. - Habló Ammon con voz sardónica, tenia una especie de amor y odio
Afrodita(Griego:Ἀφροδίτη), es la diosa griega del amor, la belleza, el placer y la procreación.(........)Dos milenios atrás.Suspiró por tercera vez mientras miraba a los serafines moverse de un lado a otro con desesperación, bufó aburrida mientras plantaba una enigmática flor en el jardín del palacio en donde vivía, escuchó el aleteo suave de unas alas y levantó la vista la sonrisa tierna de Ágape la hizo dejar atrás lo que estaba haciendo, se inclinó hacia la belleza dulce de ella y hizo una leve reverencia. A pesar de que eran diosas se tenían respeto entre ellas y no juzgaban del dominio de la otra. Asi era parte de su jerarquía aunque cada quien imponia sus propias normas con sus propios ángeles. Observó la ansiedad en los ojos azulado de Ágape y esbozó una sonrisa.- ¿Qué te trae de nuevo a mi palacio?, ¿Ocurrió algo malo?. - Pregunté alarmada de alguna mala noticia.Ágape se quedó en silencio mientras buscaba las palabras correctas.- Si,
Paula tenia un remolino de emociones en su interior que cada vez la estaban ahogando, sabia que habia actuado de forma inmadura con Juliana la persona que la habia criado desde que era una niña pero ya estaba cansada de las mentiras, y de estar envueltas en cosas que solamente la estaban confundiendo y no la dejaban ser feliz con la persona que amaba. Esa última declaración hizo que su corazón palpitara inmediatamente, nunca pensó que diría esas palabras con tanta emoción pero era lo que realmente sentía dentro de ella, se habia enamorado de Dionisio y de todo lo increíble que habia dentro de él, sabía que eran tan diferentes como el agua y el aceite pero eso hacia que su matrimonio no fuera tan aburrido y que cada día descubriera algo nuevo en su esposo. El alfa a pesar de su personalidad fría y carante de emociones era una persona muy emocional y siempre sabia que palabras usar ya sea en la intimidad o la forma para elogiarla.La omega acarició su vientre con sutileza
Parecia que estaba viviendo un sueño o que habia retrocedido en el tiempo cuando tan solo tenia seis años y creia en las brujas, hadas y en el encantador príncipe azul. Pero la verdadera realidad era que su mamá era una diosa del amor al igual que su "suegra" que también era una diosa y que ambas luchaban por mantener la seguridad del mundo, y quizás no se habia casado con un príncipe azul pero su esposo era todo lo que habia soñado en su vida, ahora ambos tenian que ir al cielo sin necesidad de estar muerto para ver a la soberana que los habia metido en todo este embrollo. Afrodita o Juliana, la verdad aún no estaba acostumbrada a la idea. De primero tener una mamá aunque tanto lo habia anhelado, y segundo no podia creer que esta fuera una entidad divina era demasiada información para su pobre cabeza. Afrodita buscó su mano y sonrió con ojos maternales emocionada al verla, apretó su mano y ambas se acercaron al círculo que habia creado Ágape para ir al palacio de cristal en donde v
Serenity transformó el báculo en una diminuta llave para que Paula lo pudiera llevar de forma más cómoda, besó la frente del matrimonio y sonrió enternecida los despidió mientras un querubín los escoltaba hacia la salida donde los esperaban ansiosas su regresó Afrodita y Agape. Las diosas suspiraron aliviada al unisono mientras abrazaban a sus hijos, caminaron hacia la salida del palacio de cristal. Ágape esbozó una sonrisa y miraron a Dionisio y a Paula quien tenia una expresión preocupada en el rostro, sabia que la conversación con la soberana los habia dejado pensativo por lo que pasaría después de lo posibles acontecimientos, querían animarlos para que no solo vieran oscuridad ante la nueva realidad de saber que sus madres eran diosa.- ¿Quieren ir a nuestro hogar?. - Preguntó con inocencia Ágape.Ambos abrieron los ojos de par en par como chiquillos de la emoción de conocer un nuevo lugar desconocido para ellos. Afrodita chasqueo los dedos y nuevamente un círc