No te olvides de Angélica El cielo azul se iba opacando por las intensas nubes grises que se acercaban a lo lejos. Él sabía por qué eso sucedía, y últimamente estaba pasando demasiado seguido. No podía apartar la mirada del cielo, intentando descifrar si realmente llovería aquella tarde. Suspiró, algo cansado por tener que controlar y ver todo aquello. No sabía que pasaría, pero por algo los arcángeles estaban llegando desde sus nubes, prometiendo algo grave que pasaría sobre la tierra. Las contaminaciones en todos lados, ese era el motivo de su llegada...o eso creía él. Cada vez que llovía o el cielo se nublaba, significaba que ellos estaban vigilando la tierra. Si el cielo estaba completamente despejado, eso significaba que hoy no se haría vigilancia. Era sencillo de explicar, claro, si le explicabas eso a un ángel. Pero, la mayoria de los seres humanos, no creían en eso. Pobre de los ateos que no creían ni siquiera en los milagros. Quizá su motivo de falta de creencia podría
Eran las ocho de la mañana cuando pude cerrar nuevamente los ojos. Pero las pesadillas estaban intactas en mi cabeza, torturándome de una forma horrible. Mi peor enemigo, era mi subconsciente. Aunque costara asimilarlo, yo lo había visto y escuchado. Soñé con sus ojos sin vida que no parpadeaban, soñé con sus lágrimas que pueden serpenteando por sus mejillas, soñé con su cabello cobrizo despeinado, soñé con su diminuta camisa blanca, soñé con sus manos y pies pequeños. Simplemente soñé con algo que no tenía explicación alguna, y que buscaba con desesperación a su madre. Jamás, en mis diecisiete años, había presenciado algo similar, algo que estremecía con tan solo pensarlo. Nunca creí que esto me sucedería a mí. ¿Por qué solo yo podría verlo? No era alguien que presenciaba a los muertos, no era alguien que tenía demonios o algo parecidos a estos, ¿pero por qué ahora? Estaba aterrada, y más si mis padres no me creían. Olivia se revolvió en la cama y abrió con pereza los ojos, t
CAPÍTULO 14 —…He leído el libro de No te olvides de Angélica, habla muchísimo sobre ángeles caídos y he dejado de creer que las nubes en el cielo son sencillos copos de nieve grises y blancos—le cuento a mi profesor de Frances, el cual, para mi sorpresa, tiene cierta fascinación por los seres sobrenaturales relacionados con el cielo y el infierno—. Y de verdad que es algo emocionante leer algo así porque te hace pensar muchísimas cosas. —Te veo muy interesada sobre esos temas ¿eres religiosa? —me pregunta con una sonrisa interesante en los labios mientras conduce y va llegando a mi edificio. —No pero me gusta pensar que hay algo más que nosotros—me encojo de hombros. Es que lo hay, sino no hubiera hecho aquel trato con aquel demonio. —Si me veo muy interesada en la historia que te conté de Angélica es porque usted empezó el tema—agrego para hacerle acordar que yo no salí con el tema de conversación de la nada. —No me he quejado para nada—me echa una mirada fugaz con una sonrisa c
—Es mi jefe. Soy asistente de Kim Seon Ho—le cuento. Lo miro directo a los ojos—. Gracias por traerme a casa, profes…—enarca una ceja, desaprobando como pretendo llamarlo—, James—me autocorrijo y eso le arrebata otra sonrisa. —Un placer, Sky. Nos vemos en clases—me saluda cortésmente antes de que yo baje del auto. La lluvia me empapa por completo en cuestión de minutos tras cerrar la puerta y correr a la entrada principal de la torre. —¡Que tenga buenas noches, señor Seon Ho! —le grito al pasar corriendo porque no pienso detenerme a tener una plática bonita con él. Ni siquiera sé qué hace allí. Me ha estado esperando, eso es obvio, pero ¿por qué me siento enfadada y frustrada en vez de sentirme halagada? ¿Qué rumbo está tomando este deseo de que sea mío? ¿El pacto con el demonio quería que esto sea diferente? Tras entrar a la recepción, la joven recepcionista que está detrás del escritorio hecho de material levanta la vista hacia mí, ceñuda. Yo la saludo con la mano con una débil
CAPÍTULO 15KIM SEON HO.Un profesor.Uno solo.Cualquiera puede tentarla si ella es preciosa y lo sabe. Sabe hasta donde pueden llegar sus gustos y conseguir lo que desea. No es por ser un idiota con aquel pensamiento. Todo aquel que posee belleza y lo sabe, puede utilizarlo a favor o en contra. Solo hay que saber cuándo y cómo parar si eso perjudica tu salud mental.En este caso, Kim estaba siendo afectado por una sensación de celos tan fuerte que se miró en el espejo de su baño y se cuestionó si su atractivo era el suficiente como para tener en sus manos a Sky.Ayer le confesaba que estaba enamorado de él, y no es que se había quedado callado porque sí, sino, porque su confesión le había provocado tanta sorpresa como indignación, porque así no tenia que terminar la cosa.Se da un baño, metiéndose en la tina del agua caliente mientras piensa en lo que vio y en lo que desea no ver. Si Sky quiere ser feliz buscando el amor, él no se lo va a impedir porque eso lo haría una mala persona
CAPÍTULO 1Tras regresar del parque, Sky llega a su apartamento con cierto cansancio. Es un cansancio mental. Un cansancio que es mucho más pesado que las piernas agotados y lo mental que se traslada a lo físico.Es triste porque ese tipo de tristeza es el que más cuesta sacarse, porque ni una cama caliente ni un buen descanso se consigue recuperar toda esa energía que alguna vez, se nos hace imposible pensar que la tuvimos.Sky abrió la puerta de su departamento y cuando la cerró una vez dentro, se arrastró así misma hasta la sala. Las chinchillas le han picado las piernas y siente una leve alergia así que mientras camina se va rascando con las uñas marcándole la piel seca.Se recuerda así misma comprar crema hidratante. Incluso parece que la voz de su madre es la que le obliga a hacerlo de manera mental.Se queda inmóvil tras levantar la cabeza y verlo sentando en su sofá con una copa de vino en la mano, cabello desalineado y ojos perdidos como si algo trágico hubiera sucedido.Kim
CAPÍTULO 2Gracias a dios tengo pasaporte en mano, pasaje, papeles que Kim se adelantó en tramitar en secreto y todo lo que necesito para estar en total una semana completa en Miami.Por lo que vi, el clima estará espectacular y solo habrá lluvia por las noches.Si hubiera sabido de ante mano que me iría de viaje con él (por trabajo por supuesto) me hubiese comprado ropa más acorde para estar presentable. No tenia demasiadas prendas, usaba ropa informal desde que supe que iba a trabajar desde casa y sin necesidad de asistir a una oficina todos los días.Kim me había dado ese privilegio y mucho más. Y he aquí las consecuencias. Para no mencionar otras cosas.Y ahora estaba caminando con la única y enorme maleta de mano haciendo ruidos con las rueditas de estas sobre el resbaladizo suelo del aeropuerto caminando junto a un magnate actor de ropa oscura, lentes oscuros y mirada desafiante que caminaba mucho más rápido que yo porque tenia piernas largas y no como y
CAPÍTULO 3KIM SEON HO.La veo dormir en su asiento del avión.Acurrucada como un bollito tapada con una manta gastada de todo celeste. Es un bollito el cual parece querer que lo protejan, lo cuiden y lo amparen.Pero lo peor de todo, es que, mientras tengo el periódico en la mano mientras la miro, es que estar lejos de ella es necesario. La estoy cuidando a mi manera. La mantengo cerca.—Señor Seon Ho ¿Desea más café?—me pregunta sutilmente la azafata con una sonrisa tan amplia que me inquieta más de lo que pueda definir esa palabra.Está a punto de elevar la jarra que tiene en la bandeja con ruedas hasta que levanto la mano en señal de negación. Decepcionada pero aún sonriendo tras asentir, la joven se retira de mi vista finalmente para que pueda seguir viendo a Sky dormir.Mis manos, inquietas, desean caricias su cabello y darle un beso en la cien para decirle que sus sueños conmigo están protegidos. Estamos a una altura significante, seguro está asu