P.O.V Liam Habia pasado una semana desde que regrese a la manada y las cosas estaban algo agitadas, y todo gracias a la amenaza que recibimos por parte del Alfa de la manada de Norte y Erika, lo que me llevo a la conclusión de que estos dos estaban confabulados en todo lo que hacia Erika y a raiz de esto Ema y Sebastian habian comenzando a recibir sus lecciones de denfesa personal, tacticas de combate y lucha con transformación. Mientras ellos se encontraban en sus clases Marco y yo nos encargabamos del papeleo y las gestiones para proteger a los indefensos de un posible ataque, teniamos una fortaleza realmente potente pero eso no era motivo para que bajara la guardia o me confiar, como decia mi padre siempre seguridad mato confianza. — Liam, esta todo listo.—Dice Marco entrando a la oficina.— El bunque subterraneo para los civiles esta listo. — ¿Y los carros para movilizarlos?.—Pregunto. — Tambien.—Responde inmediatamente.— Todo esta listo y la guardia medica de los hospitales es
P.O.V Alexa Habia recibido la notificación de Liam y juro por la Diosa Luna que lo unico que me apetecia en estos momentos era arrancarle la cabeza a mi madre y no descansaria hasta hacerlo, le enseño la notificación a Maximiliano y este me mira como si supiera exactamente lo que quiero hacer. — Podras hacerlo siempre y cuando ella no haya sido adoptada por otra manada.— Me recuerda la Ley. — Necesito acabar con ella.— Le digo carente de emoción alguna. — Todos queremos eso, pero hasta el dia del jucio no podremos hacerlo.— Me recuerda. — ¿Cuando sera eso?.— Le pregunto. — Liam tiene que preparar todo para el jucio.— Responde.— La manada que envia la notificación es la misma que tiene que preparar el jucio y los lideres de cada manada tiene que estar presentes.— Me mira.— Tiempo y paciencia. — Tiempo tengo, paciencia no.— Le miro. — Tendras que tratar.— Dice.— No puedes hacer nada hasta entonces. — Que fastidio.— Me quejo. — Fastidio o no es lo que toca hacer.— Me lanza un
P.O.V Liam — Alfa Liam.— Me llama un guerrero.— La prisionera solicita hablar con usted, — Ire en un momento.—Le informo. Los prisioneros habian despertado y Erika solicito hablar conmigo, no entendia que era lo que queria hablar conmigo pero iria a verla para matar la curiosidad, me levante de mi asiento y sali de la oficina. En compañia del guerrero fui hasta las mazmorras donde estaban encarcelados y custodiados, al llegar fui directamente a la celda donde se encontraba ella. — ¿Qué es lo que quieres?.—Le pregunto viendola en el suelo. — Alexa no es lo que piensas que es—Me dice mirandome con arrogancia.— Ella es peligrosa, muy peligrosa — ¿Qué se supone que deberia de saber de ella?.—Le pregunto mientras me recuesto en la pared del frente. — Alguien que habla con las Hadas del paramo no es de fiar.—Susurra sutilmente. — ¿Qué quieres decir?.—Le miro con el ceño fruncido. — ¡Oh! ¿No te lo sabes?.—Me pregunta con gracia mientras se rie.— Niño bonito pero no listo, es una las
P.O.V Alexa Lo ultimo que recuerdo fue haber estado hablando con las Hadas en el invernadero cuando una fuerte explosión se escucho, los vidrios vibraron fuerte, sali a ver que sucedia y me di cuenta que estabamos bajo ataque, intente poner a las hadas en un lugar seguro pero me atacaron por la espalda, me defendí pero otra explosión causo que mis oidos zumbaran horriblemente, todo era fuego y cenizas, lo ultimo que recuerdo fue haber recibido un fuerte golpe por mi espalda y al idiota de Hugo inyectandome algo en el cuello lo que provoco que todo a mi alrededor se volviera negro, no se cuanto tiempo a pasado pero siento mi cuerpo pesado, abri los ojos y me percate que estaba en una especie de prisión, el lugar era tetrico y apestaba a humedad, podia oir el goteo de alguna tuberia dañada y el moho en las paredes, la luz era tenue y casi no se podia ver nada al rededor, intente hacer el enlace mental pero no podia comunicarme con nadie, tampoco podia romper las cadenas, era como si —
P.O.V Alexa— ¿Estoy muerta?.—Le pregunto.— No.—Responde con simplesa.— ¿Entonces estoy viva?.—Pregunto confundida.— Mucho menos.—Responde.— ¿Entonces que estoy?.—Pregunto inquieta.— Eso lo decides tu.—Me dice y me mira.— Debes tener hambre.—Dice y del arbol hace brotar manzanas rojas.— Eres un Hada.—La miro con asombro.— Llegaste a mi porque te permiti llegar.—Me dice y siento como mi cuerpo se paraliza.— Nadie puede llegar a mi sin que yo se lo permita.— Me mira y me ofrece la manzana.— Quieres respuestas y yo te las dare.— ¿Qué se supone que soy?.—Pregunto directamente.— ¿Por qué soy la unica que puede hablar con las Hadas?.— Cada cien años le otrogo la bendición a aquel que traera paz a las naciones.—Dice mirando al lago.— Al comienzo de los tiempos las cuatro naciones: Norte, Sur, Este y Oeste eran unidas, y mi protegido era el encargado de otrogar el equilibrio de la paz.— Era el puente de las naciones.—Murmuro y ella afirma con su cabeza.— Pero nuestro poder es destru
P.O.V Alexa Caminaba a paso calmado hacia el techo de la mansión, sentía que ella estaba oculta en ese lugar, mientras avanzaba varios guerreros de la manada del Norte se lanzaban para atacarme pero eran sencillamente neutralizados, algun simplemente era inteligentes y no se involucraban pero otro eran lo suficientemente idiotas como para creer que tendrian alguna oportunidad contra mí, dentro de la propia mansión habia fuego pero eso no era impedimento para mi. — Mami, sal a jugar conmigo.— Hablo en voz alta mientras me acercaba cada vez más a la terraza. Al llegar la puerta estaba bloqueada desde el otro lado, ingresar por este lado iba a ser imposile, observe a travez de la ventana y pude ver las enrredaderas por el exterior, rompo la ventana y observo las enredaderas, extiendo mi mano para tocarlas. — Crecimiento de primavera.— Susurro y poco a poco la enrredadera va creciendo firme hasta llegar al tope de la pared. Subo con cuidado hasta llegar a la terraza, me topo mi madr
La guerra habia terminado, y con ello el dolor y la agonia se hizo presente. No tuvieron tiempo de velar a los caidos, necesitaban restablecerce como manda. La muerte del Alfa los marco pero la traicion de su antigua Luna los detrozo, ¿Cómo podrian recuperarse de algo así? Más de la mitad de los guerros habian muerto, su anterior Alfa estaba destrozado en el mismo día perdio a su compañera de vida y a su amado hijo, su hija estaba desaparecida y no habian señales de vida de ella, simplemente no podia con esa carga emocional, no podia. Sin quien los guiara la manada Luna Creciente estaba acabada y condenada a la extinción, pero una luz surgio entre los escombros y cenizas, caminando en medio del fuego y de los escombros aparecio la unica que podia hacerce cargo de ellos. — ¡Alexa! ¿Dónde estabas?.—Dice el anterior Alfa abrazando a su hija. — En la frontera.—Dice.— No logre alcanzarla. — ¿A quién querias alcanzar?.—Pregunta puesto que despues de la retirada de
Despues de aquel incidente en el desayuno ya nadie dijo nada más. Alexa, su padre Alex, Maximiliano, Andrea subieron a las camionetas y fueron hasta el punto de encuentro entre las cuatro manadas o clanes, el punto de reunion era un terreno neutro en donde las cuatro manadas se topaban, lo llamaban en punto cardinal neutro. Durante todo el camino la parte loba de Aleca estuvo algo inquieta, se movía ansiosa y era imposible ignorarla, al cabo de tres horas llegarón al lugar de destino, al bajar del auto se percataron que los Alfas de las manadas Norte y Oeste están conversando entre ellos, el Alfa del Este recién llega y baja de su auto en compañía de su Beta y Omega. — Vaya, por fin te dignas a dar la cara Alex.—Dice Hugo, el Alfa del Norte.— Y trajiste a tu hija.— Eso último lo dice con disgusto. —Te guste o no seré yo quien venga a estas reuniones de ahora en adelante.—Habla con simpleza. — ¿Todavía no le enseñas a tu hija a cerrar la boca delante de los demás Alfas?.—Pregunta Ja