Charlie
—¿Estás segura que es esto lo que quieres hacer? — preguntó Nate, por décimo segunda vez, antes de firmar. Tragué el nudo que estaba en mi garganta y respiré profundamente, intentando que la máscara que había puesto desde que él había llegado al juzgado no se rompiera.
—No lo hagas más difícil, solo firma. —mi voz se escuchó fría, incluso para mí misma.
—No es cuestión de hacerlo más fácil o más difícil Charlie, es cuestión de sentimientos... Nena. —soltó el lapicero y sus ojos me imploraban que no lo hiciera, cerré los míos manteniendo la fuerza —¿Qué hice mal? Al menos explícame qué hice mal y déjame arreglarlo. No tenemos que hacerlo.
—Lo nuestro era pasajero Nate, dijimos que cualquiera de los dos podía tomar la decisión de dejarlo cuando quisiéramos. Tengo sueños, metas que cumplir. Planes en los que tú no estabas y en los que no te puedo incluir. —Mi voz tembló pero me recompuse rápidamente, era mejor así, era preferible que me odiara así no insistiría más.
Quería que firmara y terminar con esto. Ya era doloroso estar aquí de pie aferrándome a mis sueños y no a lo que mi corazón deseaba.
—Charlie…
—¡Firma de una maldita vez! —musité frustrada.
Él dio un suspiro resignado, su mirada estaba tan llena de dolor, sabía que me amaba, yo lo amaba, pero nuestra boda había sido un error etílico en Las Vegas cosas de chicos irresponsables, no estaba dispuesta abandonar por lo que tanto había luchado, a convertirme en mi madre, una mujer que renunció a sus sueños por ser la esposa del jefe de policía de un pueblo perdido en la nada, a tener terribles discusiones, a hacer que mis hijos sufrieran por el simple hecho que yo era infeliz.
No me quedaría en casa mientras mi esposo me mantenía, él lo sabía, se lo había dicho mientras le hablaba de mis sueños.
El amor se esfuma, las metas quedan, tus logros son la constancia de quien eres. Quizá estoy hablando como una arpía sin corazón, la realidad es que se me está haciendo pedazos mientras trato de aparentar que esto no me duele, que no odio lo que estoy a punto de hacer.
Nate dio un suspiro frustrado, cerró sus ojos un segundo y plasmó su firma en el documento, siempre había dicho que su letra es estilizada y cursiva, elegante comparada con la mía que parece más la letra de un residente de primer año, tiró el lapicero a un lado y su mirada se encontró con la mía, tenía los ojos irritados, lágrimas pugnaban por salir pero no iba a hacerlo, lo conocía bien, era obstinado y duro, le dio una mirada furiosa a Ryan que ejercía como mi abogado, él había preferido actuar en nombre propio.
—Está hecho—dijo Ryan, y suprimo el hecho que quiero sentarme y llorar, pienso que en dos horas debo tomar un vuelo con destino a Honolulu, pienso que a partir de hoy el canal CNN estará bloqueado en mi operador de cable, pienso en lo mucho que extrañaré al hombre lleno de metas a mi lado.
Él no me mira, yo intento mantener mi mirada al suelo levanto mi mano para estrechar la de él una última vez, sé que está observándola, pero no la toma, en vez de ello suelta un resoplido que me hace subir la mirada. Sostengo mi mano en el aire.
—Nate…— él no dice nada —No tiene que ser así —mi voz no suena como mi voz, mi mano tiembla y solo quiero que la arrope entre la suya una última vez, quiero sentir su calidez, pero él se lleva la mano al pelo, jalándolo como cuando algo le estresa.
—Fuiste tú quien lo decidió así, no quieras terminar esto como una reunión de negocios, eres libre Charlotte, libre para cumplir tus sueños, libre para seguir tu corazón… si es que tienes uno.
Lo veo caminar hacia la puerta y detenerse justo en el marco.
—Espero que cumplas todo lo que anhelas. —Salió del salón y el juez que estaba a cargo de nuestro divorcio dice que todo está listo. Ryan me acompaña fuera de la habitación. Nate está recostado en una columna del juzgado, lo veo secar sus mejillas con las mangas de su chaqueta y luego sus ojos se encuentran con los míos, niega con la cabeza y camina hacia la salida, su andar es desgarbado, su espalda tiembla y mis ojos dejan escapar las lágrimas que he estado reteniendo.
No quiero que me odie por obligarlo a abandonar sus metas, pero quiero cumplir las mías. Ryan me abraza mientras me derrumbo, él no voltea ni una sola vez, lo veo difuminarse gracias a mis lágrimas y cuando ya no puedo verlo más me dejo caer, agradezco que mi mejor amigo me sostenga, lloro porque me estoy muriendo por dentro, pero me repito a mí misma que un matrimonio joven no funcionaría a distancia, que no sobreviviríamos, que terminaríamos haciéndonos más daño.
Ryan me deja llorar por unos minutos, luego me ayuda a levantarme y me lleva al auto, afuera llueve, mi equipaje ya está en su maletero, mientras él conduce me siento entumecida, miro por la ventana sin decir una palabra, nos despedimos en la entrada del aeropuerto, evitando decir adiós, camino por el aeropuerto evadiendo recuerdos y paso de largo hasta la sala de espera de la aerolínea.
Me siento como en una dimensión desconocida y no es hasta que estoy en el avión a punto de despegar que saco el celular de mi gabardina con el único fin de apagarlo, pero cuando lo desbloqueo la foto de pantalla hace que mi mundo tiemble, es una de los dos de nuestra primera mañana viviendo como marido y mujer, me voy a la galería dispuesta a borrarla, elimino todas las fotografías de nosotros dos pero no puedo eliminar esa, estamos recién levantados, con los cabellos revueltos y ojos adormilados, cambié el protector de pantalla por el logo de la Universidad de Honolulu, trabajaría con el profesor Kwon Cheung en conjunto con el Observatorio Vulcanológico, había luchado los últimos años por esto, dejar a Nathaniel era parte del sacrificio por ser quien quería ser.
Mientras el capitán hablaba dando las últimas sugerencias para el vuelo, me despedí de San Francisco, de mi vida y de él.
Sobre todo, de él.
Seis años después.Charlie.—Mami—abrí los ojos para ver a Kai vestida para ir a la escuela—ya tengo que ir a esperar el autobús—ella me sonrió mostrándome la ausencia de sus dos incisos frontales, sonreí mis ojos se cerraron y tomó todo de mí volver a abrirlos cuando ella volvió a llamarme; estaba agotada, había estado trabajando hasta la madrugada las últimas dos semanas, monitoreando constantemente los sistemas de alerta del Cinturón de Fuego, las placas habían estado moviéndose, acumulando presión y haciendo que algunos volcanes presentaran actividad, no es que fuese algo nuevo, pero siempre había que ser cautelosos cuando esto se presentaba. Además, llevaba días preparando junto con mi jefe l
CAPÍTULO 2.Nate.Jess insistió en llevarme al aeropuerto y una vez estuvimos ahí me retuvo durante quince minutos mientras parloteaba sobre el tipo de champagne que se ofrecería en el brindis, luego me besó como si me fuese de su lado por más de un mes, no me quejo de eso, tomó todo de mí sacar su mano de mis pantalones cuando se dio cuenta que sus besos habían causado una erección que según ella no podíamos desaprovechar.Y no voy a negarlo, hubiese disfrutado mucho de las atenciones de mi novia si no supiera que podría perder el avión y mi jefe cortaría mi cabeza, aún estaba molesto por la manera en que acorralé al presidente Trump en la última entrevista que realicé y es que me hubiese encantado que nuestro apreciado presidente me contestara la pequeña pregunta que lo sac&
CharlieNo sabía a qué hora me había quedado dormida, Ryan y yo estuvimos hablando de todo un poco hasta muy muy tarde, mientras sostenía a Kai dormida en mis piernas ya Lizzie dormiría en la cama de mi pequeña cediéndole su habitación a Ryan. No volvimos a hablar de Nathaniel, cosa que agradecí, le conté de la actividad de los volcanes y los sismos que estaban ocurriendo en la isla de Toshima, cómo la falla de San Andrés había presentado alteraciones en la última semana, Ryan me habló de su vida en el bufete de abogados para el que trabajaba, también de Andrés un pasante gay que le encantaba, pero que no se atrevía a decirle nada, en cambio se había follado dos veces a Lenna en el cuarto de las fotocopias.Todo un cliché.La bisexualidad de Ryan había
NateThere's a fireflyLoose tonightBetter catch itBefore it burns this place downAnd I lieIf I don't feel so rightBut the world looks betterThrough your eyes[2]La escuché cantar mientras caminábamos hacia el centro de información, quizá nos encontrábamos con su tío ahí, miré el mapa del acuario para ubicarme, una vez supe dónde tenía que ir me encaminé hacia allí.—¿Cuántos años tienes Kai?—Voy a cumplir seis pronto.—Guau eres una niña grande.—Sípirili.—¿Por qué te perdiste?—Quería ver a las medusas, me gustan mucho y tío Ry estaba habl
NateEstuve caminando sin un rumbo definido, hasta detenerme en un restaurante cercano al hotel, Jefferson Thomas de la cadena ABC estaba cenando con un par de colegas más, me acerqué no porque quería una plática entre colegas, sino porque no quería volver al hotel, tampoco quería llamar a Jess y volver a una estúpida discusión por cosas que para mí realmente no eran importantes.—Nate… ¿Cómo estás amigo?—Bueno, hasta hace unos minutos aburrido como una ostra ¿Puedo acompañarlos? —Jefferson me parecía un buen colega, no jugaba sucio y habíamos compartido varios lugares de cobertura, como Katrina en New Orleans hace varios años atrás cuando yo aún era un novato, rondaba entre los cuarenta y cinco y cincuenta años de edad.—Por supuesto, déjame
Charlie—Charlie — desperté sobresaltada observando a Will que me ofrecía un vaso con lo que suponía era café —Lo siento, no quise sobresaltarte. —me acomodé en la silla y recibí el vaso observando a la esposa de Kwon con un rosario en la mano mientras elevaba una plegaria.Un infarto en una arteria coronaria, el doctor, ordenó una operación urgente, un bypass coronario y ahora mismo estaba en quirófano desde hacía ocho horas, era un procedimiento delicado, una cirugía a corazón abierto, pero tenía fe de que todo resultaría bien, Kwon Cheung era fuerte.—¿Qué horas son? — tomé el primer sorbo de café.—Las siete y treinta… lamento esto, pero tenemos malas noticias. — llevé mi mano libre a mi cabello.—Habla.&mdas
Charlie.Apenas había puesto un pie en la oficina cuando West, uno de los nuevos pasantes, llegó hasta mí abordándome con noticias.—Hola Charlie, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica informó de que el volcán Turrialba, registró una pequeña erupción con presencia de ceniza a las 7:22 am, pero a esta hora la actividad sísmica está a baja escala.Suspiré «¿Cuántos volcanes más iban a presentar actividad?»Si bien cada ciudad tenía su dependencia nos comunicábamos entre sí, más cuando había tanta actividad volcánica a nivel mundial. Tomé los informes que West me tendía y subí las escaleras buscando un lugar donde encerrarme dos minutos a pensar en cuál sería el mejor plan de contingencia si Kilauea
Nate.—Esta es la situación desde el Parque de Volcanes Andy, seguiremos informando… desde Honolulu informó Nathaniel Coleman.—¡Corte! —gritó Jordan y dejé salir todo el aire que había estado conteniendo —Bien hecho Nate—Me dio una palmada en la espalda. —Quiero que guarden los equipos, Nate tú ve a que te coloquen algo de base, estás brillando cual vampiro de Crepúsculo —Me mofé de su referencia —Michael tú entras conmigo y Nate a rueda de prensa. Donnie, hay un helicóptero esperándote en el aeropuerto acompañarás a Tyler en el Parque de Volcanes. Te comunicarás conmigo y con el jefe cada vez que haya un reporte. Mantén baterías extras.Metí los dedos entre mi cuello y la camisa, estaba sudando mi alma dentro de este traje, la