Estire mi cuerpo con lentitud, un pequeño repiqueteo hacía tintinear mi cabeza. Vino. No volvería a tomarlo. Al menos no en gran cantidad. Apreté las sabanas debajo de mí y enterré más la cabeza en la almohada, quería dormir hasta el mes próximo.
Carter movió sus caderas, la fricción en ese punto sensible en mi interior me llevo hasta el borde.—Por favor —suplique. —No… no puedes pedirme eso —su rostro se obscureció.—Sigues poniéndola por encima de mí —suspire.—No lo entiendes —dije negando con la cabeza—. No se trata de que uno sea más importante que el otro, se trata de que me siento bien con ambos y los amo a ambos —Carter rió con sequedad.—Eso no es verdad Ángela, o me amas a mí o a ella —encogió un hombro—. Fácil—No es nada fácil Carter —espete levantándome y buscando algo para cubrir mi desnudes.—Como yo lo veo no puedes amar a dos personas a la vez —lamí mis labios.—Resulta que sí, claro tú no puedes saberlo porque no estás en mi cuerpo. Ahora no puedes pedirme que elija entre tú y Simone. Los amo a los dos, no podría elegirCarter me estudió, seCapítulo 28.
—Lucas —lo llame mientras salteaba unos vegetales.—Dime—La mesa siete pidió un coctel de camarones como entrada pero me acaba de decir Frenan que aún no lo preparan ¿Qué ocurre? —Lucas frunció el ceño.—No estaba al tanto de ese pedido ¿Quién está a cargo de anotar las ordenes que trae Frenan y porque demonios nadie me dice nada? —espeto al resto del equipo de cocina.—Tranquilo Lucas, tenemos el restaurant lleno así que cualquiera pudo olvidarlo —negó exasperado.—Por lo mismo deberíamos estar más coordinados —espeto.—De acuerdo me estas hartando —inquirió Frenan—. Desde que llegaste no has hecho más que dar órdenes y más órdenes ¿Quién te crees que eres? ¿El jefe?—Soy el sur-chef &iqu
Sus ojos oliva arden en dirección a los míos. Mi garganta se seca y mi respiración se hace superficial ante tanta intensidad. ¡Este hombre desborda pura pasión! Y aunque lo lógico sería apartarle y pedirle una explicación, solo puedo pensar en deshacerme de ese caro traje y entregarme a él.Jason desliza su mano por mi cabello y la cierra en un puño, manteniéndome quieta en mi lugar. Se inclina y besa mi cuello. Con la mano libre libera uno de los botones de mi blusa dejando al descubierto mi hombro izquierdo y lo besa.Esto no está bien o al menos no aquí, Lucas llegara en cualquier momento y yo… ¡Oh! Jason apaga mis pensamientos cuando pellizca mi pezón por encima del sujetador.Gimo y me arqueo hacia él, Jason sonríe y roza sus labios con los míos. Luego captura mi labio inferior con sus dientes y tira de él. Subo mis
—Oh Dios, oh Dios ¡Oh Dios! —camino de un lado a otro de la habitación—. Esto es un desastre—Sweety cálmate ¿Si? —miró a Simone serena sobre mi c
—Estaba pensando en Londres —comentó Simone, mostrándome una foto del Big Ben.—Me gusta —dije antes de tomar un sorbo de café.—Están locas —exclamo Lucas.—¿Por qué? —preguntamos Simone y yo al unisonó.—Con los cuerpos que tienen y van a desperdiciarlos entre abrigos y bufandas —él negó dando un sorbo a su café—. No sé en qué piensan—Bueno, técnicamente no vamos a estar mucho en el exterior ¿No sweety? —me sonrió Simone.—Aun así le encuentro la razón a Lucas —admití—, creo que me está haciendo falta un poco de sol—No pensaste eso cuando hable sobre playas nudistas —espeto Simone.—¿Ethan y Jason las dejaran ir a playas nudistas? —Lucas nos mir&oacut
Me despierto con unas incontenibles nauseas. Joder sabía que no debía comerme esa torta de chocolate que me ofreció Lucas. Pero tras haber pasado gran parte del día sin nada en el estómago la torta era algo que se me antojaba. Y estaba deliciosa entonces, pero ahora…Corro hacia el baño llegando a penas a tiempo de vaciar todo el contenido de mi estómago en el retrete y no término hasta después de unos largos minutos. Cuando solo las arcadas y temblores prevalecen en mi cuerpo me siento en el suelo del baño.El frío del piso sobrepasa la fina tela de la bata que alcance a ponerme antes de que las ganas de vomitar se volvieran irrefutables. Y ahora solo tengo el amargo sabor en la boca.Me levantó y tras vaciar el retrete me lavo los dientes. Cuando termino de hacerlo el reflejo de Simone aparece en el espejo con cara de preocupación.—¿Qué
Muchos dirían que ir a un club en mitad de semana es de lo más patético pero yo no estoy de acuerdo con ello. Bueno, tal vez cuando estuve en la universidad lo pensé pero ahora me da lo mismo. Ya que principalmente estamos aquí buscándole una parejita a nuestro amigo Lucas, y el que sea fin de semana implica que no haya muchas personas es perfecto ya que nos da más visibilidad.Último capítulo