Capítulo 318
Sonia no recordaba cómo había vuelto a la cama para dormir.

Durante estas pocas horas había estado durmiendo pesadamente, y en ese estado entre el sueño y la vigilia, sentía una extraña sensación en su cuerpo, como si un perro estuviera empujando contra ella.

Sonia abrió los ojos aturdida, solo para descubrir que realmente había alguien más sobre su cuerpo.

Al ver que estaba despierta, Andrés tampoco se contuvo más, agarró directamente su pantorrilla y presionó con fuerza.

Sonia apretó los dientes, no pudo evitar extender su mano queriendo arañarle la cara.

Pero su movimiento fue demasiado lento, Andrés, sin pensarlo, le sujetó la mano y la presionó contra su propio pecho.

Sonia no podía liberarse, así que simplemente lo dejó hacer.

Pero esta reacción Andrés la tomó como sumisión, y se excitó aún más, la volteaba una y otra vez, hasta que Sonia aprovechó un momento de distracción y le dio una patada en el abdomen.

—¿Puedes dejarme respirar?

Después de que ella hablara, Andrés, por el c
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