Capítulo 231
Sonia acababa de terminar su sopa cuando vio a Mario.

Él estaba parado en la entrada, con una expresión de duda en el rostro, como si estuviera debatiéndose si debería estar ahí o no.

Sonia lo miró brevemente y le dijo sin rodeos:

—Pasa.

—Señorita Fuentes, le juro que no sabía nada —soltó Mario apenas entró—. Anoche el señor Portero me obligó a acompañarlo, me dijo que usted quería hablar con el señor Campos. ¡No tenía idea de que utilizaría métodos tan sucios!

Su voz estaba cargada de angustia.

Sonia no se apresuró a culparlo, simplemente le dijo:

—Llama a Camilo y dile que quiero verlo.

—¿Ahora mismo?

—Sí, ahora.

El tono de Sonia fue definitivo, y Mario no se atrevió a hacer más preguntas.

Cuando Camilo llegó, ella hizo salir a Mario y a la enfermera.

Era evidente que Camilo no sentía haber hecho nada malo; de hecho, su rostro mostraba cierto disgusto porque su plan no había funcionado.

—¿Fuiste tú quien puso algo en mi bebida anoche? —preguntó Sonia directamente.

Camilo la miró y so
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