Capítulo 100
Andrés echó un vistazo a la pantalla de su teléfono antes de contraatacar: —¿Dónde has estado?

Sonia se mordió el labio: —¿Quién te dio permiso para cambiar mi cerradura?

—Con-tes-ta-mi-pre-gun-ta —pronunció Andrés con expresión severa, separando cada sílaba.

Sonia inicialmente quería discutir, pero después de sostenerle la mirada por unos momentos, cedió: —En el hospital.

La expresión de Andrés cambió sutilmente, sus ojos recorriendo su figura con preocupación.

Sonia, sin notar su mirada, continuó: —Esta tarde me avisaron que mi madre había despertado, pero cuando llegué se había vuelto a dormir. Me quedé esperando para ver si despertaba de nuevo.

Su voz era suave, teñida de evidente tristeza.

El rostro gélido de Andrés se suavizó ligeramente, pero pronto recordó algo más: —¿Por qué no contestaste el teléfono?

—Estaba en silencio, no lo vi —respondió ella, y añadió—: ¿Puedo entrar ahora a mi casa?

Andrés se hizo a un lado para dejarla pasar.

Sonia se agachó para cambiarse los zapatos
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP