Avery abrió sus contactos y encontró la información de contacto de su madre.

Le envió un mensaje al número.

[Elliot y yo hemos vuelto a estar juntos, mamá. Esta vez, hemos aclarado todos nuestros malentendidos. Creo que no volveremos a estar separados después de esto. Espero que te vaya bien en el cielo. Viviré una buena vida y criaré bien a los niños].

Después de enviar el mensaje, Avery dejó el teléfono y se preparó para volver a dormir.

En ese momento, algo se iluminó de repente en la habitación.

Miró hacia la fuente de luz y vio la pantalla del teléfono de Elliot parpadeando en la mesita de noche.

Pudo distinguir levemente que él había recibido un mensaje de texto, pero no pudo ver de quién era ni de qué se trataba.

Él nunca le había ocultado su teléfono. No se enfadaría aunque ella lo mirara.

Si el teléfono estuviera junto a la almohada, ella podría haber echado un vistazo por curiosidad. Sin embargo, no le apetecía salir de la cama y despertarse, así que abandonó la idea