Elliot soltó un gruñido ahogado. Avery no sabía si era en respuesta a ella o si le dolía.

Se oyeron unos movimientos procedentes de la puerta.

Elliot se asomó para ver a la señora Cooper cargando a Robert mientras Mike cargaba a Layla. Los cuatro estaban frente a la puerta, asomándose a la habitación para ver la situación.

En realidad, podían entrar en la habitación para echar un vistazo en vez de quedarse en la entrada. Elliot no sabía por qué tenían que quedarse afuera de la puerta.

Aunque era un poco embarazoso que tuviera un enorme chichón en la cabeza, no era tan incómodo como para que no se atreviera a ver a nadie.

Avery le aplicó una pomada a su moretón y luego guardó su botiquín.

“Ve a desayunar. Después del desayuno, te llevaré al hospital”, dijo Avery.

“Iré allá por mi cuenta”.

“¿Conoces el hospital de aquí?”, replicó Avery. “Conozco a la gente de allí. Podemos ir directamente a hacer el escaneo. De lo contrario, si esperas al procedimiento del hospital, quizá no pued