Elliot pensó en que cómo él era el presidente del Grupo Sterling, pero Avery le había roto el corazón. Él había tomado la iniciativa de enviarle un mensaje, ¡pero ella no le había respondido de inmediato!

¡Estaba de muy mal humor! Miró el mensaje de la mujer con los ojos enrojecidos y tecleó rápidamente en su teléfono: [¿No estás contenta?].

Avery se quedó sin palabras. Qué mensaje tan acalorado.

Sin embargo, Avery consideró que no había dormido en toda la noche. Era normal que le diera un ataque de ira.

Avery se tranquilizó y respondió pacientemente. [Son casi las 6. ¡Vete a la cama! Yo también iré a dormir un rato más].

Tras este mensaje, Avery volvió a acostarse.

Elliot no le respondió más. Había perdido esta vez. ¡En las relaciones, quien tomaba la iniciativa era el perdedor!

A las siete y media de la mañana, las puertas de la mansión de Elliot se abrieron lentamente. La señora Scarlet llevaba su bolso y estaba a punto de salir.

Shea miró a su espalda y la persiguió rápi