Por supuesto, Avery no quiso responder a esa pregunta.

Tampoco podía mostrar demasiada resistencia, así que dijo implícitamente: "No deberías mencionar ninguna cuestión relacionada con él. Me temo que cuando llegue el momento, su revista no podrá distribuirse sin problemas".

Su respuesta hizo que el empleado chismoso de la revista se diera cuenta de su estupidez.

"Muy bien, señorita Tate. Usted ha estudiado medicina. ¿Por qué pensó en montar su propio negocio después de graduarse? ¿Cuál es la motivación que le hizo decidirse por los negocios?".

Avery frunció ligeramente las cejas ante esa pregunta.

Si tuviera que responderla seriamente, le llevaría más de un día y una noche terminar su historia.

Ella pensaba tratar la entrevista de la forma más sencilla posible.

Justo cuando estaba a punto de abrir la boca para hablar, una sensación de náusea insoportable surgió dentro de ella.

Se tapó la boca con una mano y salió corriendo hacia el baño de afuera.

"¡Señorita Tate! ¿Qué ocur