Tanto Elliot como Avery se alegraron de que sus hijos tuvieran una relación afectuosa.

"¡Mamá, papá, ¿por qué no dicen nada?!". Layla se quedó atónita ante la idea, pero sabía que nunca podría convencer a su hermano de que hiciera lo contrario.

"¿Qué se supone que tenemos que decir? Si tu hermano quiere hacerlo, ¡déjalo! El dinero es para gastarlo por el bien de la felicidad".

"Tu madre tiene razón. ¿No decías que habías madurado? ¿No estás contenta con lo que tu hermano está haciendo por ti?".

Layla se sintió impotente. "¡Pero esto es demasiado! Estoy organizando una boda, no una feria benéfica…".

"Layla, eres una de las princesas de nuestra familia, ¡y así es como debe ser! Si yo ganara tanto como Hayden, también habría hecho lo mismo", dijo Robert.

Lo que dijo aligeró instantáneamente el ambiente.

"Layla, Hayden es tu hermano, así que no tienes por qué contenerte. Esta es tu única oportunidad de gastar su dinero antes de que todo su dinero caiga bajo el control de su futura e