Avery estaba tan atónita que no pudo evitar dar retroceder unos pasos.Elliot era como una bestia salvaje que había despertado de un profundo sueño. No había nada aterrador en él cuando estaba dormido. Sin embargo, después de despertar, había un aire amenazante de peligro a su alrededor.La señora Cooper salió de la habitación y cerró la puerta.Posó su mirada en Avery, quien parecía un ciervo sorprendido por los faros, y le dijo con voz suave: “No tenga miedo, señora. El Amo Elliot acaba de despertarse, así que es posible que aún no pueda aceptar la noticia. Mejor llevémosla a la habitación de invitados por esta noche y hablaremos por la mañana. La señora Rosalie la ama, así que ella podría estar de su lado”.La mente de Avery se encontraba en un frenesí. Había pensado que Elliot podría morir cualquier día, pero nunca pensó en la posibilidad de que recuperara la conciencia.“Señora Cooper, mis cosas siguen en la habitación…”, dijo Avery mientras miraba la puerta de la habitación
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