"¡Sí! Papá, también he hablado con Robert. Sé que le preocupa el turno de la noche, pero no creo que sea un problema ni debe ser algo que me impida crecer. Puedo dormir de día y trabajar de noche".

Ivy ya había decidido aceptar las prácticas y, al percibir la determinación en su tono, Elliot supo que no podía hacer nada. Si le decía que no quería que hiciera las prácticas, sabía que no las aceptaría, pero también sabía que eso la disgustaría.

"Le pediré a Harry que te dé un programa más temprano". Elliot seguía reacio a que su hija trabajara en el turno de la noche.

"Papá, no lo molestes", dijo Ivy con severidad. "Es una norma de la cadena de televisión y no quiero ser la excepción. Además, no estoy cualificada para estar en ninguno de los otros programas. Si me metes en esos, puede que esté demasiado nerviosa para dar lo mejor de mí".

Elliot guardó silencio ante las palabras de su hija. Al final, decidió dejarla tomar sus propias decisiones.

Sabía que Ivy era perfectamente capaz