Diez días después, Eric recibió el alta del hospital y abordó de inmediato el avión privado de Elliot para regresar a Aryadelle.

Una vez que aterrizó, Elliot hizo que sus subordinados llevaran a Eric y a sus padres de vuelta a su casa.

Mientras el coche se alejaba, Elliot tocó a Layla en el hombro. "¡Vamos! Nosotros también nos vamos a casa. Tu hermano y tu hermana te echan de menos".

Ella se puso sobria y dijo con tristeza: "Papá, aún no ha aceptado casarse conmigo".

"No tiene sentido obligarlo. Esperemos a que se recupere".

Ella frunció el ceño y murmuró: "¡Es tan obstinado!".

"Si no fuera así, no lo querrías tanto", comentó Elliot.

Elliot tenía razón.

Si bien era cierto que Layla quería a Eric por su talento, también lo quería por su carácter.

Era importante que dos personas se conocieran mutuamente si querían tener una relación duradera.

Ambos entraron al coche y el chofer empezó a conducir hacia la universidad de Ivy.

Iban a recogerla y a volver juntos a casa.

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