Irene había pensado que al ser un año mayor, sería más sabia y su vida empezaría a mejorar, pero no había salido como esperaba.

Irene tenía la fuerte sensación de que Lucas no la perdonaría esta vez. Aunque cada palabra que le había dicho a Sam iba en serio, después de recuperar la compostura, se había dado cuenta de que algunas partes de ellas sonaban bastante fuertes.

Independientemente de si Lucas carecía realmente de talento y de capacidad para llegar a fin de mes, ella nunca debería haber aceptado algo así, ya fuera delante de Lucas o a sus espaldas.

Intentó ponerse en su lugar y supo que estaría igual de enfadada si descubriera que Lucas se burlaba de su aspecto a sus espaldas con Kasey.

‘¿Por qué le dije todas esas cosas al señor Sam?’, pensó ella. ‘Ni siquiera quería hablar del señor Lucas con él. ¡Quizás me provocó! Tal vez porque el señor Lucas rompió su promesa de celebrar mi cumpleaños, o tal vez porque pasó la noche en casa de la señorita Bennett…’.

…

Mientras tanto,