"¿Quién te dio permiso para cocinar para él?", preguntó Lucas en cuanto miró la comida.

"Señor Lucas, solo cociné la porción que suelo hacer", dijo ella con cautela.

"Envía la comida a mi habitación", le ordenó a Sam sin darle la oportunidad de comer con él.

Sin atreverse a desobedecer, Irene colocó inmediatamente la comida en una bandeja y caminó hacia la habitación de Lucas.

Sam no esperaba que Lucas hiciera tanto para evitarlo. Lucas no solo era malhumorado y egoísta, sino que tampoco era muy inteligente, de lo contrario no le habría causado tantos problemas a Irene. Para colmo, Lucas también se negaba a comer con él.

Después de esta interacción, los dos hermanos se habían convertido en enemigos.

Sam salió furioso y cuando Irene escuchó que la puerta principal se cerraba, abrió la puerta de la habitación de Lucas. "Señor Lucas, el señor Sam se fue. Volvamos al comedor a comer, ¡o su habitación va a oler a comida!", dijo ella antes de regresar al comedor con la comida.

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