Natalie se quedó quieta y apretó los puños mientras las lágrimas rodaban por su rostro.

Jamás olvidaría lo incómoda que se sentía y, si tuviera otra oportunidad de volver a triunfar, jamás olvidaría la humillación que sufrió.

Poco después empezó a llover, lo que devolvió a Natalie a la realidad.

Como la cabaña había estado abandonada durante mucho tiempo, había goteras. El techo goteaba.

Con la luz del sol que se desvanecía, revisó toda la cabaña y encontró más de diez goteras. Natalie se apresuró a buscar cubos y ollas para recoger el agua de lluvia.

En ese momento, la pantalla de su teléfono se iluminó. Ella recibió un mensaje.

…

Mientras tanto, en una de las tiendas del centro de la ciudad, Hayden y sus hermanos contemplaban la lluvia.

"¡Guau! ¡Es una tormenta! Hayden, ¿trajimos paraguas?". Layla tiró de la chaqueta de Hayden mientras miraba la lluvia.

"Hay un paraguas en el coche, pero solo hay uno. Llevaré a Robert al coche primero y volveré a por ti", dijo el guardaespal