Por supuesto, Elliot lo entendía, pero no estaba tan nervioso como Avery.

Ivy era su hija. No se arrepentiría de haber sacrificado su vida por ella.

Sin embargo, no diría tal cosa en voz alta. Si lo dijera, Avery seguramente se enfadaría.

"Lástima". Elliot tragó saliva y dijo: "Hemos sufrido durante tanto tiempo, pero aún no tenemos noticias de Ivy".

"Me negaba a creerlo, pero ahora, tenemos que aceptar que no la encontraremos... por mucho que lo intentemos. Tenemos que aceptar este hecho".

Elliot escuchaba en silencio sin decir nada.

"Elliot, ¡dejemos este asunto en paz! Aún tenemos que seguir viviendo". Avery lo miró. Ella sabía lo que él estaba pensando.

Durante todo este tiempo, Elliot había sido capaz de conseguir todo lo que quería. Nunca había sufrido una derrota. Era natural que no renunciara fácilmente a su búsqueda de Ivy.

"Mmm". Elliot estuvo de acuerdo porque no quería que ella se preocupara. No quería que Ivy la atormentara.

"¿Quieres comer algo?". Avery le había