Avery tampoco podía imaginárselo y sentía que estaba soñando cada vez que lo intentaba.

Era una suerte que Layla y Hayden pudieran crecer sin requerir mucha de su atención. De lo contrario, no podría soportar que sus cuatro hijos estuvieran en constantes problemas.

"Avery, hoy celebramos el cumpleaños de Layla. ¿Cuándo haremos el de Hayden?", preguntó Tammy. "Hace tiempo que no vuelve a Aryadelle. ¿Por qué no le pides que regrese para su cumpleaños?".

Avery no había hablado de esto con Hayden, ya que en los últimos años él había pasado todos sus cumpleaños en casa. Simplemente compraban un dulce y preparaban un banquete para celebrarlo.

"Quizás no quiera volver".

"¿Por qué no?", preguntó Tammy confundida. "¿Solo por Elliot? Podemos excluirlo de la fiesta, ¿no? Realmente extraño a Hayden. No pude verlo la última vez que fui a Bridgedale. ¿En qué está metido últimamente? ¿La escuela lo mantiene tan ocupado?".

Avery respiró hondo y explicó: "Ahora está aprendiendo sobre temas que da