Una enfermera que pasaba por allí vio que Jed necesitaba ayuda, así que empujó de inmediato una silla de ruedas hacia él.

Avery trasladó a Jed a la sala de urgencias.

En la sala de urgencias, Jed recuperó poco a poco la consciencia.

Todavía le dolía el pecho, pero se sentía incómodo por el hecho de que Avery estuviera enamorada de un hombre tan violento como Elliot.

"Avery, si me hubiera pegado más fuerte, no podría volver a Bridgedale... ¿No tienes miedo de que se vuelva loco y te mate algún día?". Estaba preocupado por el destino de Avery.

Elliot ya no se acordaba de Avery y, sin embargo, ella insistía en salvarlo.

"¡Lo siento, Jed! Elliot pensó que alguien lo estaba atacando, por eso te golpeó tan fuerte. La próxima vez que lo veas, puedes saludarlo de frente", explicó Avery.

"¿Habrá una próxima vez? No quiero volver a verlo". Jed parecía estar a punto de llorar. "Creo que tengo las costillas rotas y puede que tengan que hospitalizarme".

Como era de esperar, una radiografía